Los proyectos energéticos del Banco en Kosovo e India están siendo bombardeados por los críticos, debido a la forma como amenazan los medios de subsistencia y el medio ambiente.
A principios de septiembre de 2011, tres ONGs de Kosovo – KIPRED, FIQ y el Instituto GAP – publicaron un informe sobre los Proyectos de Energía en Kosovo. Allí el Banco está considerando tres proyectos relacionados con el carbón, incluyendo la asistencia técnica, el apoyo a una empresa para montar una mina de lignito (carbón pardo), y una planta de energía, además de una garantía parcial de riesgo para la privatización de la distribución de la electricidad.
Las ONGs critican al Banco por ignorar sus propios criterios de selección de proyectos de carbón según el Marco Estratégico para el Desarrollo y el Cambio Climático (ver Boletines 71 y 69). En lugar de ello, "el Banco, en cooperación con el Gobierno de Kosovo, está presionando para la privatización de la generación de la energía sin haber llevado a cabo otros estudios necesarios y antes de abordar el tema de la rendición de cuentas de energía."
¿Qué pasó con la consulta pública?
Las ONGs recomiendan que antes de seguir avanzando con la central eléctrica de lignito, el Banco debe insistir en "la eficiencia energética, la reducción de pérdidas técnicas y comerciales de la energía, y la inversión en líneas de transmisión con los vecinos," tanto como en realizar "estudios sobre la capacidad de la energía solar, la energía eólica, y la energía de fuentes geotérmicas."
Controversias en India
La inversión de la Corporación Financiera Internacional (CFI), el brazo del sector privado del Banco, en la planta de carbón Tata Mundra (ver Boletines 73, 59), está siendo investigada por el Asesor de Cumplimiento Ombudsman, el árbitro de las disputas sobre proyectos de la CFI. La denuncia presentada por los pescadores y agricultores locales fue aceptada como elegible en julio de 2011. En la denuncia afirman que debido a un diseño deficiente, la gigantesca planta está destruyendo los medios de vida de miles de familias y que además causará daños irreparables a los frágiles recursos marinos y a la agricultura.
Sin embargo, debido a los aumentos en el costo del carbón tal vez la planta nunca llegue a completarse, lo que sugiere que la CFI respaldó un proyecto que no era comercialmente viable sin subsidios implícitos de los combustibles fósiles. La planta Tata tenía previsto importar carbón desde la mina afiliada en Indonesia a precios por debajo del mercado, pero debido al compromiso del G20 de eliminar todos los subsidios a los combustibles fósiles, Indonesia ahora tendrá que utilizar los precios vigentes en el mercado internacional en todas las ventas de carbón al exterior, poniendo en duda la capacidad de la planta Tata para obtener una ganancia.
El Banco también anunció a principios de agosto de 2011 un préstamo de US$ 648 millones para el proyecto hidroeléctrico Vishungad-Pipalkoti de 444 megavatios en el estado norteño Uttaranchal en India. En julio de 2010, las comunidades de los pueblos afectados por el proyecto se quejaron debido a la falta de consulta del Banco y a la preparación inadecuada de las Evaluaciones de Impacto Ambiental. En julio de 2011, la Organización de los Pueblos Matu, representante de las comunidades afectadas, escribió al Ministro del Medio Ambiente preguntando: "¿Qué pasó con la consulta pública? ¿Cuándo sucedió?" Ahora la organización está exigiendo la cancelación de los permisos de tala de árboles para la represa.
¿Qué pasará ahora?
Un informe de junio de 2011, por la ONG hindú, la Fundación Vasudha junto con la Oil Change International y ActionAid International señaló que "sólo el 9 por ciento de la cartera energética del Grupo del Banco Mundial en el año fiscal 2009 a 2010 fue dirigido a aumentar el acceso a la energía para las personas más pobres del mundo." Mientras tanto, la versión final de la nueva estrategia energética del Banco continúa estancada (ver Boletines 76, 75).