Desde la crisis financiera el FMI viene utilizando cierta retórica sobre las políticas de austeridad y la necesidad de estimular el crecimiento, pero los críticos dicen que estas acciones son dañinas para los trabajadores y además arriesgan llevar al mundo a una nueva recesión.
A mediados de agosto de 2011, frente al aumento de los riesgos de una crisis de deuda generalizada en Europa (ver Boletín 77), la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, revivió la línea del FMI (ver Boletines 71, 70) de que "frenar rápidamente dañaría la recuperación y empeoraría las perspectivas de empleo." Sin embargo, ella no propuso medidas específicas a las economías más avanzadas del mundo para lograr la "consolidación a mediano plazo y el apoyo a corto plazo para el crecimiento y el empleo."
A comienzos de septiembre de 2011, el Informe Sobre Comercio y Desarrollo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (CNUCYD o UNCTAD en inglés) afirma que la asesoría del FMI a la política fiscal utiliza muchas suposiciones equivocadas. Dice que "las recomendaciones de las principales instituciones internacionales como el FMI… sugieren que al reconocimiento de la necesidad del estímulo fiscal durante la crisis no le siguió una reconsideración más profunda de los principios de la política macroeconómica." También señala que las medidas recomendadas "han tendido a reducir el gasto y a aumentar los impuestos sobre los artículos lo cual probablemente tendrá un impacto negativo en la distribución del ingreso, y como resultado podría tener un efecto negativo en la recuperación todavía débil."
no le siguió una reconsideración más profunda de los principios de la política macroeconómic
¿Ignorando el empleo?
A finales de junio de 2011, Dan Cunniah, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estuvo de acuerdo en que "una consolidación fiscal prematura corre el alto riesgo de poner en peligro la recuperación", y continuó diciendo "la austeridad competitiva, [donde los gobiernos restringen sus gastos y los trabajadores sus ingresos para restaurar la "competitividad]… claramente no funcionará si todos aplican estos mecanismos."
Un documento de Iyanatul Islam de la OIT (ver Boletín 77), argumenta que el FMI "no está presentando explícitamente el caso para un renovado compromiso con el empleo pleno como objetivo político básico" y critica las metas de baja inflación respaldadas por el FMI en los países de bajos ingresos.
Un documento para discusión a finales de mayo de 2011, de la Confederación Europea de Sindicatos, dice que las detalladas recomendaciones del FMI a corto plazo son "escandalosas", refiriéndose especialmente a la forma como "la idea central del programa de política del FMI es intervenir en la formación de los salarios y la negociación colectiva para empujar la reducción de los salarios." El documento se queja de que el enfoque a medio plazo en la reducción y armonización de la legislación de protección del empleo muestra "una cierta "desconexión" entre los mensajes de la directiva del FMI y la asesoría sobre políticas ofrecida en la práctica."