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El Banco Mundial no va a renunciar a los mercados de carbono

28 septiembre 2011

En junio de 2011, el Banco publicó su informe de Estados y Tendencias Anuales del Mercado de Carbono, el cual reveló que el mercado de créditos de carbono se ha reducido por primera vez, con US$ 1.5 mil millones de dólares de créditos negociados el año pasado, la cantidad más baja desde 2005. Andrew Steer, el enviado especial del Banco sobre el cambio climático, dijo “éste es un pésimo presagio para los países que estamos tratando de ayudar… el mercado nos está fallando."

A pesar de los resultados sombríos del informe, el Banco sigue promoviendo los mecanismos del mercado de carbono como fundamentales para lograr el desarrollo bajo en carbono (ver Boletines 74, 73 y 72). Steer dijo "este informe envía un mensaje sobre la necesidad de asegurar un mercado de carbono más fuerte, y más robusto con señales claras." El Banco demostró su fe en las iniciativas nacionales de financiamiento del carbono al anunciar también que ocho países habían recibido subvenciones para planear mecanismos nacionales del mercado de carbono en su Alianza para la Disponibilidad del Mercado (ver Boletín 74).

Mientras tanto, el Banco continúa promoviendo proyectos de captación de carbono del suelo en los mercados de carbono (ver Boletín 73). En una reunión de junio de 2011 en Noruega, el presidente del Banco, Robert Zoellick, dijo: "La gente cree que con las políticas de carbono del suelo adecuadas, se podrían absorber del 13 a 14 por ciento de los gases de efecto invernadero… esto podría encajar muy bien con las formas de mejorar la productividad del suelo, mejorar la resistencia de los cultivos agrícolas… hay una buena ganancia de riesgo con el carbono del suelo en la productividad agrícola."

Esta es una distracción innecesaria cuando la agricultura en los países en desarrollo están necesitando urgentemente la financiación pública

Sin embargo, Harjeet Singh de la ONG ActionAid Internacional advierte contra este optimismo exagerado: "La preocupación radica en la forma como el Banco Mundial está promoviendo el carbono del suelo como una mercancía para ser negociada por los especuladores financieros. Con los "mercados de cumplimiento" no dispuestos a aceptar créditos de carbono del suelo debido a las dudas acerca de la seguridad de su almacenamiento permanente, tanto los agricultores como los gobiernos pueden estar persiguiendo un mercado imaginario. Incluso si pueden vender los créditos, los altos costos de transacción no dejarían ningún beneficio financiero para los agricultores. Esta es una distracción innecesaria cuando la agricultura en los países en desarrollo están necesitando urgentemente la financiación pública para la adaptación al clima, que los países desarrollados están obligados a proporcionar."

El proyecto insignia de carbono del suelo apoyado por el Banco en Kenia (ver Boletín 73) recientemente fue objeto de críticas. En un evento paralelo a la Cumbre del Clima de la ONU en Bonn, en junio de 2011, el Instituto de Política Agrícola y Comercial (IATP en inglés) presentó los resultados de la investigación sobre el Proyecto de Carbono Agrícola de Kenia. Aunque el proyecto espera ganar $ 2.5 millones de créditos de carbono, la puesta en marcha y los costos de transacción absorberán un poco más de US$ 1 millón, dejando US$ 1,4 millones para ser divididos con 60.000 agricultores en el ciclo de vida del proyecto de 20 años. Asumiendo precios estables de carbono de US$ 4 por tonelada, esto equivale a US$ 23,83 para cada agricultor, o un poco más de un dólar al año. IATP también argumenta que la metodología utilizada sobrestima en gran medida la reducción de las emisiones previstas para el proyecto.