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Flujos de capital: Críticas a las pautas del FMI

18 abril 2012

El auge actual de los flujos de capital hacia los mercados emergentes continúa siendo un desafío para la posición histórica del FMI en cuanto a la regulación de la cuenta de capital y la política cambiaria, al tiempo que sus pautas está siendo criticadas por los académicos y los gobiernos de los mercados emergentes.

A principios de marzo de 2012, en la reunión del FMI en Uruguay para promover políticas de estabilidad financiera, el subdirector gerente del FMI, Min Zhu, dijo que la volatilidad en los mercados financieros mundiales es la principal preocupación del Fondo. Zhu acogió con beneplácito la expansión en Latinoamérica de las políticas para mitigar los riesgos en el sistema financiero, también conocidas como políticas macroprudenciales, que "fueron un gran ancla de confianza durante la reciente turbulencia mundial". Las políticas incluyen requisitos de reservas, límites a las posiciones en divisas y medidas para manejar los riesgos de crédito extranjero. Estas declaraciones confirman el cambio gradual del FMI sobre su posición en relación con las regulaciones de los flujos de capital (ver Boletines 70 y 46).

El Banco Mundial también está respaldando las regulaciones sobre los flujos de capital. Hasan Tuluy, el nuevo vicepresidente para Latinoamérica y el Caribe, sostuvo en una entrevista de mediados de marzo de 2012, que los controles seleccionados de capital pueden ser beneficiosos ya que los grandes flujos de capital son potencialmente perjudiciales en los mercados de divisas y pueden producir burbujas de activos.

Dinero caliente

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Las políticas expansionistas de los bancos centrales de los países desarrollados están aumentando la liquidez y empujando dinero en efectivo hacia los mercados emergentes con tipos de interés más altos y mejores perspectivas de crecimiento (ver Boletín 79). Nicolás Eyzaguirre, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, explicó en la mencionada reunión del FMI, que una combinación de factores puede crear condiciones para que fluya el capital hacia Latinoamérica en los próximos dos años.

Brasil, más que otros países, recientemente sufrió el efecto desestabilizador de fuertes aumentos de los flujos de capital. Para frenar estos flujos desestabilizadores, a principios de marzo de 2012, el gobierno brasilero amplió al 6 por ciento el impuesto a las transacciones de préstamos extranjeros a corto plazo, para cubrir los bonos con vencimiento hasta de cinco años (ver Boletín 73). Guido Mantega, el ministro de hacienda de Brasil, dijo que hasta que los países ricos decidieran cooperar y poner en práctica políticas para absorber el exceso de liquidez, el Brasil seguirá "tomando medidas para impedir la entrada de ese capital".

A finales de febrero de 2012, el Banco Popular de China publicó un informe en el que esbozaba un calendario para la liberalización de su cuenta de capital en los próximos diez años. En él explica que la supresión de sus controles de capital sólo sucederá después de haber tomado una serie de otras medidas, como la liberalización del tipo de cambio y de las tasas de interés y la profundización de sus mercados financieros.

Las consecuencias de la inestabilidad de los flujos de capital están forzando al Fondo a revisar su propia postura sobre los tipos de cambio y las políticas monetarias, la cual tradicionalmente ha priorizado la estabilidad de los precios sobre el crecimiento y la estabilidad financiera (ver Boletín 72). Una nota para debate de los funcionarios del FMI publicada a principios de marzo de 2012, sostiene que para evitar la apreciación no deseada del tipo de cambio, los países con planes de metas de inflación y tasas de cambio de libre flotación deberían considerar más seriamente el uso de intervenciones en su mercado cambiario extranjero. Esto representa otro pequeño paso lejos de las preferencias históricas del FMI, bien por los tipos de cambio fijo o por los plenamente flexibles.

Nuevas propuestas alternativas

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El FMI todavía mantiene un código de conducta sobre el uso de regulaciones de la cuenta de capital, aprobado por la junta directiva en marzo de 2011, el cual ha sido muy criticado por los países de mercados emergentes y por los académicos (ver Boletín 76). La idea de un código de conducta también fue rechazada en octubre en un documento de los ministros de finanzas del G20, el cual hizo hincapié en que no puede haber una fórmula mágica para todos los casos de regulaciones de la cuenta de capital (ver Boletín 78).

Un informe de marzo de 2012, por un equipo de trabajo de académicos de todo el mundo y publicado por la Universidad de Boston, presenta algunas alternativas al código de conducta del FMI. En primer lugar, las regulaciones no deben ser percibidas como intervenciones de último recurso, sino como "parte de un conjunto de normas anticíclicas, y en particular como herramientas para evitar una excesiva apreciación del tipo de cambio y una acumulación de las reservas". En segundo lugar, las regulaciones no deben ser temporales, sino "parte de un conjunto de medidas permanentes de los países, que se fortalecen o debilitan en forma anticíclica". Por último, en el marco de políticas del FMI se debe comenzar a "diseñar mecanismos para cooperar con los países que utilizan estas políticas". El informe sostiene que "de acuerdo con la propia investigación del FMI, las regulaciones para la cuenta de capital han sido exitosas, aunque no siempre hayan cumplido con las regulaciones del mismo FMI."

Es posible que el FMI internalice estas críticas en un documento de política a ser publicado en junio de 2012, en el cual presentará una "perspectiva institucional amplia, equilibrada y flexible sobre las políticas que afectan los flujos de capital."

Nuevo marco para recopilar datos sobre los flujos de capital

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Como respuesta a una solicitud del G20, el Fondo también busca llenar "una de las más notables lagunas de datos" identificada durante la reciente crisis financiera mundial. Un documento de trabajo del FMI, en febrero de 2012, prepara el terreno para promover esfuerzos coordinados internacionalmente con el objeto de compilar y difundir datos sobre las posiciones financieras sectoriales y los flujos financieros. El documento sugiere que, al responder a preguntas como "¿quién financia a quién y en qué cantidad, y con qué tipo de instrumentos financieros", el nuevo marco de trabajo ayudaría a identificar y a evaluar los riesgos financieros y las vulnerabilidades, y a "comprender la interconexión financiera entre los diversos sectores de la economía y entre ellos y sus contrapartes en el resto del mundo". Estos datos han sido una demanda clave de quienes buscan una mejor regulación de los flujos financieros.