Durante la Conferencia Anual del Banco Mundial sobre la Tierra y la Pobreza en abril de 2012, los activistas lo acusaron una vez más de facilitar y legitimar la “rapiña de la tierra" que tanto perjudica a las comunidades locales.
El objetivo de la conferencia del Banco en Washington DC a finales de abril fue "crear un foro para discutir enfoques innovadores que ayuden a gestionar los diferentes aspectos del manejo de la tierra en el contexto del cambio estructural y la transformación económica, el cambio climático, el aumento de la demanda de los principales recursos naturales, la expansión urbana y el período posterior a los conflictos, desde una perspectiva que sea sensible al género y que beneficie a las personas pobres." Antes de la conferencia, el 17 de abril de 2012, el Día Internacional de la Lucha Campesina, hubo cientos de protestas contra las rapiñas de la tierra alrededor del mundo (ver Boletines 79, 78 y 77). Además once grupos de la sociedad civil incluyendo a Enfoque sobre el Sur y la Vía Campesina publicaron una declaración. En ella dijeron que viendo cómo los principios de la Inversión Agrícola Responsable (IAR) [un conjunto de directrices voluntarias para tratos internacionales sobre la tierra, escritos conjuntamente por el Banco] (ver Boletín 71), eran "parte central de los debates de la conferencia", en verdad eran "una tentativa para encubrir los desequilibrios de poder en forma tal que quienes realizan la rapiña de la tierra y las autoridades gubernamentales cómplices se puedan salir con la suya.”
La declaración afirma que la rapiña de la tierra socava la ley internacional de derechos humanos, incluyendo los derechos de las personas a los alimentos y los medios de subsistencia, al agua, la información y la participación en las decisiones que afectan sus vidas. Los grupos afirman que el Banco promueve la IAR según la suposición de que tener un conjunto de directrices puede tener como resultado la ‘rapiña de la tierra’ donde todos ganan. La declaración continúa diciendo: "aunque fuera hechas en forma transparente las rapiñas de la tierra todavía tienen "consecuencias desastrosas para los pueblos, las comunidades, los ecosistemas y el clima." Los grupos de la sociedad civil además hicieron un llamado al Comité para la Seguridad Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas para que los principios IAR sean abandonados y remplazados por las directrices de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO en inglés) sobre el manejo de la tierra y los recursos naturales," las cuales están enraizadas en la ley de los derechos humanos."
Denuncias relacionados con la explotación del aceite de palma en Uganda
La ONG Amigos de la Tierra Internacional, también durante la conferencia del Banco Mundial, publicó un informe sobre la investigación de la rapiña de la tierra en Uganda, y en particular sobre un proyecto de aceite de palma iniciado en 1998, el cual recibió US$10 millones del brazo del sector privado del Banco, la Corporación Financiera Internacional (CFI). El proyecto transformó 10.000 hectáreas de tierra en la Isla de Bugala, en el distrito de Kalangala en el Lago Victoria, en una plantación de aceite de palma, en gran parte "a costa de los miembros de la comunidad que no pudieron mostrar documentos formales de tenencia de la tierra." Según el informe, el área total asignada a las/los pequeños productores fue de 3.500 hectáreas, sin embargo, algunos de ellos “se vieron forzados a vender su tierra después de sembrar la palma de aceite, ya que no pudieron pagar el abono y otros insumos necesarios."
La investigación de este proyecto mostró cómo éste “desplazó a los habitantes quienes perdieron el acceso a los recursos naturales vitales para su sustento", además "se perdieron la tradiciones locales" y las selvas y pantanos fueron destruidos. Este proyecto también aumentó la inseguridad alimentaria ya que la "reducción en la producción local hizo necesaria la importación de alimentos a la isla, lo cual a su vez aumentó el precio de los alimentos, pero la "la plantación sólo ofrece trabajo casual mal pagado a los trabajadores." El informe hace un llamado al gobierno ugandés para que exija la rendición de cuentas al Banco Mundial, "por financiar proyectos que aumentan la pobreza", y también un llamado a todos los gobiernos para que rechacen los ‘débiles’ principios IAR.
Reaccionando contra el informe en un blog, Klaus Deininger, del Grupo de Investigación del Desarrollo del Banco, negó que el Grupo del Banco Mundial y la CFI hubieran participado en el proyecto. Amigos de la Tierra afirmó que el Banco se había retirado del proyecto después de que éste ya estaba en marcha, debido a temores del Banco de que éste no cumpliera con las medidas de protección de las selvas, a pesar de que estos riesgos ya habían sido considerados en la evaluación inicial sobre el impacto ambiental. La ONG reiteró el punto diciendo que el Banco "también había estado implicado en evaluaciones técnicas" y afirmó que otro partidario del proyecto, el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola, había confirmado que el "Banco había participado activamente en el diseño del proyecto y jugado un papel clave al facilitar las negociaciones entre el Gobierno y el inversionista privado."
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Los camboyanos continúan luchando contra la rapiña de la tierra en Boeung Kak
El gobierno camboyano ha estado bajo la congelación de préstamos del Banco Mundial relacionada con el polémico proyecto de titulación de tierras, financiado por el Banco, el cual produjo los desahucios de la comunidad del lago de Boeung Kak en Phnom Penh (ver Boletín 75). Siguiendo la violenta represión de las protestas y el arresto de activistas locales en mayo de 2012, ciento veintisiete grupos camboyanos e internacionales de la sociedad civil enviaron una carta al entonces presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, y al presidente electo Jim Yong Kim, instando al Banco que se "asegurara de dar una resolución justa a las familias desplazada y excluidas antes de que el Banco proporcione más financiamiento al gobierno camboyano." Natalie Bugalski y David Pred, de la ONG Desarrollo Inclusivo Internacional, afirmaron en junio de 2012, que el "el Banco está en una posición privilegiada para presionar al gobierno afirmando que mantendrá la congelación de los préstamos hasta que… el gobierno haya llegado a un acuerdo completo con la mayoría de las familias de Boeung Kak que todavía están esperando una solución."
Bugalski también escribió una nota para debate, publicada por la ONG Camboya Equitativa y la fundación política alemana Heinrich Boell a finales de mayo de 2012, en la cual propone un marco de trabajo para el enfoque de los derechos humanos "para desarrollar intervenciones relacionadas con el sector de la tierra [en Camboya], donde los procesos y las herramientas para apoyar los derechos, la transparencia y la rendición de cuentas estén integrados a través de todo el ciclo de proyecto, lo cual también amplia la estrategia de país."
¿Oportunidad para la rendición de cuentas? El Banco Mundial debe esperar hasta que se haga justicia en Camboya (Accountability squandered? World Bank should wait for justice in Cambodia)
brettonwoodsproject.org/cambodia81
Un enfoque de derechos humanos para el desarrollo del sector de la tierra de Camboya (A human rights approach to development of Cambodia’s land sector)
www.equitablecambodia.org/ec/reports/docs/HRAD_FINAL_.pdf