El personal de investigación del FMI se ha unido a los críticos externos al decir que la regulación de la cuenta de capital debería ser más amplia y mejor coordinada entre los países receptores. Esto sienta las bases para un polémico debate final sobre la perspectiva institucional de las cuentas de capital a finales de octubre de 2012.
A comienzos de septiembre de 2012, el FMI publicó una nota de discusión del personal: Los Aspectos Multilaterales de la Gestión de la Cuenta de Capital. La nota no representa el punto de vista del Fondo como institución. El documento aboga por la necesidad de que algunas «normas de tránsito de la autopista» son necesarias, tanto como las regulaciones de la cuenta de capital y señala cuatro consecuencias para los encargados de la formulación de políticas: «los controles de capital y las medidas conexas … no deben sustituir los ajustes justificados externos»; «los países no deben tratar de explotar el poder del mercado»; «los flujos de capital deben ser administrados tanto en los países de origen como en los países de destino.»; y «una coordinación puede ser necesaria para evitar las guerras de control de capital entre los países receptores».
La primera consecuencia es un reflejo de la postura existente del FMI sobre el tema (ver Boletines 81, 80, 79), pero la tercera y cuarta van más allá de lo que el Fondo ha acordado en su anterior serie de debates de política sobre el tema, los cuales se suponía iban a llevar a la perspectiva institucional definitiva a ser debatida por la directiva del FMI a finales de octubre de 2012. Respecto a la política sobre los países de origen, los autores sostienen que los países de origen, principalmente Estados Unidos, el Reino Unido y la eurozona – podrían beneficiarse de las regulaciones. El debate anterior de política sobre este tema a finales de 2011, sólo había exhortado a los encargados de las políticas de los países de origen a «prestar atención» a los efectos de sus políticas en otros países (ver Boletín 79).
Algo importante es el fomento que el documento hace respecto a la coordinación de controles sobre las entradas en los países receptores, argumentando que esto fortalecerá su eficacia pues ayudará a que las medidas sean menos intensas. La inferencia del documento es que el FMI podría ayudar en la coordinación de los países. Este probablemente será el aspecto más controvertido del debate de la directiva del FMI a finales de octubre de 2012, ya que los gobiernos de las potencias emergentes, como Brasil, rechazaron explícitamente la idea el año pasado, de que el FMI pudiera fijar directrices, en parte debido a los temores de que éstas tengan un sesgo de liberalización (ver Boletín 76).
Reglamentos en vez de políticas monetarias
Un documento de trabajo en junio de 2012, de Brittany Baumann y Kevin Gallagher, examina la efectividad de las reglamentaciones de los flujos de capital adoptadas en Brasil y Chile desde 2009 hasta 2011. Brasil utilizó ciertas medidas para controlar los flujos de capital, mientras que el banco central de Chile intervino en el mercado de divisas extranjeras directamente comprando dólares. Los autores encontraron que en Brasil «las regulaciones a la cuenta de capital tuvieron un impacto significativo pero reducido sobre los niveles de tipos de cambio y de la volatilidad, la apreciación de los activos, la independencia de la política monetaria, la escala, la composición, y los efectos secundarios de los flujos de capital.» Por otro lado, el enfoque chileno «no tuvo un impacto duradero en el cambio de moneda de Chile, o en los precios de los activos más allá del anuncio inicial de las políticas.»
La publicación temprana en septiembre de 2012, del informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, advirtió sobre la volatilidad de los flujos de capital y destacó la utilidad de las regulaciones a la cuenta de capital en comparación con la política de tipo de cambio, o la lucha contra los desequilibrios de la parte comercial. En junio de 2012, Daniela Gabor, de la Universidad de West England, argumentó que el consejo del FMI, que hace hincapié en que las regulaciones a la cuenta de capital deben ser temporales y a corto plazo y no un sustituto de otras políticas – “debe ser utilizado como un ejemplo de cómo no deben ser administradas las cuentas de capital» porque esto puede «perversamente, aumentar la exposición a las entradas del dinero caliente.»
¿Incorrecto el FMI?
Un informe del FMI en julio de 2012, sobre el sector externo (ver Boletí 82) reconoce que la afluencia de capital puede «exigir una amplia gama de instrumentos de política» y que los «factores de empuje» en los países ricos son a menudo importantes para determinar el volumen de los flujos de capital. Mientras que por un lado dice a lo largo de todo el documento, que las regulaciones a la cuenta de capital son «distorsiones», el informe sostiene que «una cuidadosa reducción de las barreras al flujo de capital acompañada de una supervisión adecuada, y de una regulación y profundización financiera, claramente debería mejorar la asignación de los ahorros mundiales y reducir las vulnerabilidades potenciales.»
Sin embargo, José Antonio Ocampo de la Universidad de Columbia dice que este análisis estaba: «Totalmente equivocado. Las pruebas de las crisis en los países emergentes y en desarrollo a lo largo de las últimas cuatro décadas, muestran que la liberalización de la cuenta de capital representa una alta probabilidad de llevar a la sobrevaloración, al déficit de la cuenta corriente, a las bonanzas de activos de diferente carácter y por último a las crisis, las cuales mezclan en forma variable el balance de pagos y el colapso financiero nacional.»