A principios de febrero de 2013, el Defensor del Pueblo o CAO (el mecanismo de rendición de cuentas de la CFI), publicó una auditoría largamente esperada sobre los resultados sociales y ambientales de los préstamos de la CFI a los intermediarios financieros (ver Boletines 79, 73), como: las entidades financieras de tercera persona como los bancos, las compañías de seguros, las compañías de arrendamiento, las instituciones de microfinanzas, y los fondos de capital privado. El informe revela que en esta parte cada vez mayor de la cartera de la CFI (ahora es más del 40 por ciento del total), la CFI no realiza "ninguna evaluación para comprobar si los requisitos ambientales y sociales de ‘no hacer daño’ están siendo cumplidos". El Defensor del Pueblo indicó que "el resultado de esta falta de herramientas de medición sistemática, es que la CFI sabe muy poco acerca de los posibles impactos ambientales y sociales de los préstamos de su mercado financiero".
El estudio que analizó el 10 por ciento de los clientes de la cartera de la CFI a los intermediarios financieros (IF) desde mediados de 2006, descubrió que el 10 por ciento de la muestra no cumplía con los requisitos ambientales y sociales de la CFI, y que un 25 por ciento sólo cumplía parcialmente o estaba indeciso. El Defensor del Pueblo se "sorprendió" al encontrar que en los casos donde no se había cumplido con los requisitos, que a veces habían sido incluidos en los contratos financieros firmados entre CFI y la IF, la CFI aun así había continuado dando más financiación al cliente.
El Defensor del Pueblo destacó cómo los requisitos se habían centrado más en la capacidad del cliente para desarrollar un sistema de gestión social y ambiental, que en examinar los resultados sociales y ambientales actuales. Al examinar los resultados ambientales y sociales, en lugar de sólo ver si los clientes habían cumplido con los requisitos de la CFI, "El panel del Defensor del Pueblo/CAO consideró que alrededor del 30 por ciento de las inversiones no había producido ninguna "mejora". Además, los clientes intermediarios financieros de la CFI utilizan los recursos de la institución para prestar o invertir con sub-clientes. El Defensor del Pueblo constató que "la proporción de los casos en que no hubo una mejora en el rendimiento fue alrededor del 60 por ciento a nivel de sub-clientes, que es donde la CFI realmente busca tener un impacto."
vergonzosa y sólo trata de evadir el asunto
At tiempo que el Defensor del Pueblo no da una lista de recomendaciones, a lo largo de toda la auditoría hace sugerencias para las mejoras, incluyendo: "requerir que los clientes informen y divulguen el rendimiento ambiental y social, y asegurarse de que los terceros provean un control independiente" y que ayuden a los clientes a implementar un "cambio fundamental en el proceso de gestión". También sugirió una armonización de las normas ambientales y sociales de las diferentes instituciones de crédito del sector privado, tales como el Banco Europeo de Inversiones regionales y el Banco de Desarrollo Nacional Holandés FMO.
La CFI no se comprometió a cambiar sus prácticas, por el contrario, en su respuesta a la auditoría del Defensor del Pueblo afirmó sus logros diciendo que el 90 por ciento de los clientes intermediarios financieros (IFs) habían cumplido con sus normas de funcionamiento. En relación con los impactos sociales y ambientales de los sub-clientes, el personal de la CFI dijo: "Nosotros no consideramos que esto sea necesario o eficiente ya que nuestra intención es la de que nuestros socios IFs los gestionen ellos mismos."
La falta de medición del daño o del impacto positivo sobre el desarrollo de tan gran proporción de la cartera de la CFI en general, llevó a los críticos a demandar una revisión completa de la forma en que la CFI realiza los préstamos IF. Kris Genovese del Centro de Derecho Ambiental Internacional estadounidense, dijo "la respuesta de la CFI a estos resultados alarmantes es vergonzosa y sólo trata de evadir el asunto. El hecho de que muchos proyectos técnicamente cumplan con las políticas de la CFI ignora el hecho de que esas políticas son fundamental y fatalmente viciadas".