Medio ambiente

Comentario

Dr. Kim, ¿dónde está la diversificación económica de Mongolia?

22 abril 2013 | Guest comment

A finales de febrero de 2013, la Corporación Financiera Internacional (CFI – brazo del sector privado del Banco Mundial) y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), decidieron situarse a la vanguardia con un préstamo sindicado de US$4 mil millones a una mina de cobre, oro y plata en el desierto de Gobi en Mongolia. Este préstamo está respaldado por una garantía para riesgos políticos por un monto de US$1 mil millones proporcionada por el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI) del Banco Mundial. Sin embargo, los detalles de este proyecto de 10 años de antigüedad están cambiando constantemente, lo que significa que el pueblo mongol no sabe a qué atenerse, o a quién creer. Un número cada vez mayor cree que se va a llevar Mongolia a la dependencia de un solo producto y de una sola corporación, llevando al país a una profunda inseguridad.

El 34 por ciento de la mina Oyu Tolgoi LLC es propiedad del gobierno de Mongolia y el 66 por ciento es propiedad de Rio Tinto. La compañía aplicó por un préstamo para completar su inversión en la mina Oyu Tolgoi (ver Boletines  84, 83 y 82). Para que la mina pueda estar en pleno funcionamiento se requiere una inversión de US$13.2 mil millones, o sea el triple de la estimación dada cuando se negoció el préstamo por primera vez con el gobierno de Mongolia. Una característica preocupante de este proyecto es que el monto de la inversión y el impacto económico varían en cada documento.

El gobierno de Mongolia está comprensiblemente preocupado por la forma como se han sobrepasado los costos y aumentado la inversión necesaria para llevar la mina al punto de operación, y con ello potencialmente reduciendo los beneficios para el gobierno y el pueblo de Mongolia. Dado que el requisito de inversión ha cambiado tan drásticamente, el gobierno quiere volver a negociar el acuerdo pero la compañía se niega, acusando al gobierno de "nacionalismo de recursos". Al mismo tiempo, la dependencia del país de la industria extractiva ha impulsado agresivamente al país fuera de sus sectores básicos tradicionales: la agricultura, el turismo y la industria ligera. Si para el año 2020, la mina Oyu Tolgoi va a producir el 35 por ciento del PBI de Mongolia, ¿cuál será la contribución al PBI de las otras grandes minas financiadas por las IFIs?

dependencia de un solo producto y de una sola corporación

La financiación de los donantes va directamente a la financiación de las minas, al apoyo de las industrias conexas, al desarrollo de la infraestructura orientada a la exportación, o a prestar servicios financieros a la industria extractiva. La afirmación de que los donantes y las instituciones financieras internacionales (IFIs) están apoyando la diversificación económica y el desarrollo sostenible en Mongolia, no es coherente con los altos montos de dinero dirigidos a financiar estos sectores. Para ver esto claramente se puede comparar el monto de €5 millones (US$6.5 millones) del presupuesto del país, con los US$4 mil millones dedicados a la mina Oyu Tolgoi. Sin embargo, desde principios de 2000, la asesoría política del Banco Mundial para el desarrollo ha recomendado encarecidamente la diversificación económica y la reforma legal para aumentar la competitividad del país, con el objeto de atraer grandes inversiones extranjeras directas.

Las grandes minas tienden a hacer promesas de fomentar el desarrollo social, facilitar una mejor educación y producir más empleos. El documento de proyecto de la CFI afirma que Oyu Tolgoi estimulará las inversiones en la región de Khanbogd Soum, incluyendo "US$126 millones en el programa de educación y formación más grande de Mongolia", pero el centro de formación construido en 2011-2012 sólo alberga la oficina de relaciones comunitarias de Oyu Tolgoi. Además, un equipo de expertos nacionales e internacionales de las organizaciones de la sociedad civil y de expertos independientes, encontró que la evaluación del impacto ambiental y social de Oyu Tolgoi era totalmente inadecuada (ver Boletín 84).

En el momento en que el Banco Mundial empezó a predicar sobre la diversificación económica a través de las grandes explotaciones mineras, las minas ya estaban produciendo el 60 por ciento de los ingresos de exportación de Mongolia, o sea, la mayor parte de los ingresos del gobierno. El discurso de diversificación del gobierno incluía el desarrollo de un sector basado en el conocimiento, el desarrollo de la Tecnología de la Información (TI), la subcontratación, el turismo y el acceso a los altos mercados para sus productos de cachemir. Hoy en día, la llamada diversificación económica está enfocada en las grandes minas que están destruyendo los pastizales de los pastores nómadas, sector éste que emplea al 25 por ciento de la mano de obra de Mongolia y constituye la espina dorsal de su sector de la ganadería, incluyendo la producción de materias primas para la industria ligera: el cachemir, la lana, la producción de carne y de los productos lácteos. Los pastores nómadas también son portadores de la antigua cultura nómada de los mongoles, uno de los principales atractivos del sector del turismo.

Así pues, ¿dónde ve el Banco Mundial la diversificación económica para un desarrollo sostenible en Mongolia?  Para verdaderamente hacer realidad su promesa de la diversificación económica, el Banco Mundial debe inducir a los donantes para que a la par que financian el sector de la industria extractiva, también financien los sectores básicos, que en conjunto emplean a más del 40 por ciento de la fuerza laboral del país.