El Banco Mundial ha revelado detalles de su nueva estrategia para el cambio climático (ver Boletín 83), incluida la promoción de los mercados de carbono a pesar de las inquietudes de los grupos indígenas. Al tiempo que se anticipan más conversaciones sobre las inversiones del Banco en el sector de la energía, siguen lloviendo las críticas sobre su participación en la proliferación de proyectos de combustibles fósiles.
En un discurso a principios de abril de 2013 (ver Boletín 85), el presidente Jim Yong Kim confirmó que el Banco estaba trabajando en "una nueva estrategia para fortalecer considerablemente las medidas en relación con el cambio climático y para ayudar a catalizar la acción urgente entre los socios globales". Kim dijo que el Banco estaba estudiando: "nuevos mecanismos para apoyar y conectar los mercados de carbono; desarrollar planes políticamente factibles para eliminar las subvenciones a los combustibles fósiles; aumentar las inversiones en la agricultura climáticamente inteligente; y en formar asociaciones innovadoras para construir ciudades limpias".
La vicepresidenta del Banco Mundial para el desarrollo sostenible, Rachel Kyte, en una entrevista reciente dijo que una de las "cosas más importantes que se deben realizar a nivel mundial", incluye "obtener un precio global para el carbono". El continuo enfoque del Banco en los mercados del carbono (ver Boletines 81, 79, 78, 77) se puso de relieve nuevamente a mediados de marzo de 2013, en una reunión de países que apoyan la Asociación para la Preparación del Mercado (PMR – Partnership for Market Readiness), (ver Boletín 74), donde se habló de cómo "tratar de poner nueva vida en esta débil área."
soluciones artificiales y altamente complejas basadas en el mercado serán difíciles de regular y pueden ser desastrosas tanto para las comunidades
Según Sunita Dubey de la ONG Sudafricana Groundwork: "El énfasis del Banco Mundial en los mercados de carbono para reducir los impactos del cambio climático no es una solución real de la que se beneficiarán las comunidades pobres. Las soluciones artificiales y altamente complejas basadas en el mercado serán difíciles de regular y pueden ser desastrosas tanto para las comunidades, como para mitigar el cambio climático."
Entre tanto, los grupos indígenas en Honduras criticaron el Fondo del Instrumento Asociación del Carbono de los Bosques del Banco Mundial (FCPF – Forest Carbon Partnership Facility), (ver Boletines 84, 81, 78, 75), el cual financia el plan de Reducción de las Emisiones de la Deforestación y la Degradación de los Bosques (REDD+) de los países en desarrollo e incluye un fondo de carbono. En una carta al Banco Mundial en febrero de 2013, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), el cual representa alrededor de 200 comunidades indígenas, "rechazó públicamente” el Plan REDD+ para Honduras, calificándolo como "otra trampa para los pueblos indígenas".
Se espera dar más atención al enfoque de la energía del Banco (ver Boletines 84, 83, 77), incluyendo una reunión informal de la Junta sobre "Orientaciones para el Grupo del Banco Mundial del sector de la energía" a mediados de mayo de 2013. Una carta de principios de abril de 2013 a Kim firmada por 59 organizaciones, entre ellas la Fundación Vasudha de la India y Greenpeace Internacional, hizo un llamamiento a Kim "para garantizar que el Banco abandone la financiación de los proyectos que contribuyen a los problemas climáticos, y finalice la falsa retórica de que los proyectos de combustibles fósiles promueven el acceso a la energía."