Condicionalidad

Análisis

El FMI y la Troika: ¿Un gran divorcio a la griega?

10 octubre 2013

El FMI se ve presionado de nuevo para justificar su papel como miembro del grupo de prestamistas de la Troika (incluyendo la Comisión Europea y el Banco Central Europeo), la cual proporciona préstamos de emergencia a los estados de la Eurozona (ver Boletines 86 y 83). En junio de 2013, José Manuel Barroso presidente de la Comisión Europea, afirmó que las instituciones europeas eran capaces de gestionar las necesidades de cualquier nuevo préstamo por su cuenta. Por otro lado el periódico británico Financial Times en su editorial de agosto de 2013, afirmó: «Cuando el FMI se libere de su fallecido matrimonio con Europa podrá decir la verdad más fácilmente… y a la Eurozona le será más difícil ignorar sus propios fracasos de política».

En un blog de agosto de 2013, Stéphane Cossé, un ex economista senior del FMI y ahora de Sciences Po París, señaló que el FMI normalmente proporcionaba apoyo a los países que sufrían de un desequilibrio en la balanza de pagos, pero «en la Eurozona… la balanza de pagos estaba en un estado de equilibrio y el euro seguía siendo una moneda fuerte y, por lo tanto, no había ninguna justificación para la intervención del FMI». Él se pregunta: «¿No es este el momento para que la Eurozona declare que puede prescindir del FMI?”

Los países en desarrollo también han expresado reiteradamente su preocupación en cuanto a si la participación del FMI en la Eurozona realmente refleja un tratamiento imparcial entre los países más ricos y los más pobres (ver Boletín 84). En julio de 2013, el director ejecutivo brasileño del FMI, Paulo Nogueira Batista, se abstuvo de votar por la aprobación de un préstamo para Grecia de €1.8 mil millones (US$ 2.4 mil millones), argumentando que el país estaba siendo sobrecargado con préstamos que muy probablemente no podría pagar. Sin embargo al día siguiente se retractó debido a la extensa cobertura en los medios, la cual llevó a una gran presión política de varias fuentes incluyendo al ministro de hacienda del Brasil. Los comentarios de Nogueira Batista incluyen la afirmación de que los problemas políticos y económicos de Grecia «confirman algunos de nuestros peores temores» y que los economistas del Fondo eran culpables de cálculos «demasiado optimistas» acerca de los supuestos resultados económicos de Grecia.

¿La privatización a ser privatizada?

Mientras el parlamento griego se reunía en julio de 2013 para aprobar nuevos despidos del sector público y nuevos recortes de gastos, decenas de miles de trabajadores griegos hicieron una demostración en frente del parlamento. A mediados de septiembre de 2013, antes de una visita oficial de los delegaciones de la Troika, tuvo lugar otra huelga de 48 horas por parte de los trabajadores del sector público, en protesta por los despidos adicionales del sector ya que la Troika había  impuesto la condición de que se redujeran aún más los empleos como requisito para que Grecia recibiera su próximo desembolso de préstamos.

Los ingresos de las privatizaciones que la Troika exige siempre han sido inferiores de lo esperado (ver Boletín 86). Los medios de comunicación informaron que en agosto de 2013 la Troika examinó una estrategia de privatización en la cual explora la posibilidad de crear una compañía ´holding´ en Luxemburgo, la cual emplearía «expertos extranjeros» con el poder de vender la propiedad pública griega del sector inmobiliario sin necesitar permiso del gobierno griego, el cual sólo tendría control sobre la decisión de cuándo vender.

Más de 130 grupos de la sociedad civil y 50 miembros del parlamento Europeo firmaron una carta en julio de 2013, en rechazo a la  privatización de una empresa regional de abastecimiento de agua que se había puesto a licitación debido a la presión por la  privatización de parte de la Troika. La coalición escribió a los postores de EYATH Salónica (la Compañía de Agua y Alcantarillado) para pedirles que retiraran su oferta para comprar la empresa. Maria Kanellopoulou del grupo de la campaña griega Salvar el Agua Griega, dice «EYATH es el primer caso de la privatización del agua que tenemos que parar para asegurarnos de que el ejemplo no se propague».

El diputado griego Kiton Arsenis, dijo: «el Parlamento Europeo está enviando una advertencia clara al gobierno griego de que la privatización del agua no es bienvenida y tampoco ayuda a Grecia a salir de la crisis».

Patricia Miranda, de la ONG boliviana Fundación Jubileo, identificó paralelos con los programas del FMI en los países de Latinoamérica en la década de 1990 y 2000, donde la condicionalidad llevó a «procesos de privatización en sectores tales como el agua, la salud, la minería y los fondos de pensiones». Aunque la justificación mencionó los déficit fiscales, Miranda señaló que tras la privatización «los ingresos disminuyeron mientras que los precios de los servicios básicos aumentaron» como ocurrió en Bolivia durante la «Guerra del Agua» en 2000… donde la población se levantó contra la privatización del agua… lo cual llevó a la expulsión de la empresa privada extranjera».

Los prestamistas de la Troika han estado en conflicto continuo sobre el objetivo apropiado para el nivel de deuda de Grecia con respecto al PIB, que fue fijado en un 120 por ciento para el año 2020, después de difíciles negociaciones entre los miembros de la Troika a finales de 2012 (ver Boletín 83). Este nivel ahora puede ser poco realista, ya que requerirá de una mayor condonación de la deuda equivalente al 4 por ciento del PIB, según la revisión del FMI en julio de 2013, para que se puedan cumplir los objetivos. Los informes de los medios de comunicación en septiembre de 2013 indicaron que ya se habían iniciado las conversaciones sobre la reestructuración de parte de los €240 mil millones de la deuda griega, incluyendo la ampliación del plazo, o de los plazos de amortización por hasta 30 años. Gerry Rice, el vocero del FMI respondió en agosto de 2013, diciendo: «No estamos hablando sobre un nuevo programa griego». El desacuerdo entre el Fondo y los países europeos sobre quién debe asumir el costo de alcanzar la relación deuda-PIB, puede llevar al divorcio inevitable entre el FMI y la Troika.