El proyecto hidroeléctrico Alto Maipo está siendo implementado por AES Gener, filial chilena de la estadounidense AES Corporation. El proyecto está ubicado en la cuenca del río Maipo en un valle cercano a Santiago, la capital de Chile, que tiene una población de 7 millones de personas. La cuenca del río abastece de agua potable a 6 millones de personas y a 2 millones de turistas que visitan la ciudad cada año. El río regula el clima y la temperatura del valle de Santiago y también proporciona agua de riego para 120.000 hectáreas de tierras agrícolas. La zona es tan importante que ha sido protegida por varios decretos y resoluciones del sistema jurídico chileno.
Hasta la fecha, el proyecto Alto Maipo ha recibido en inversiones alrededor de US$600 millones de dólares y se prevé que esta suma llegue a US$1.8 mil millones. AES Gener está buscando préstamos del 60 al 70 por ciento de los costos del proyecto con varios bancos, entre ellos la Corporación Financiera Internacional (CFI – brazo del sector privado del Banco Mundial). Varios funcionarios de la CFI realizaron dos visitas a Chile y en ambas ocasiones se reunieron directamente con los grupos que se verán afectados por el proyecto, quienes les hablaron de las fallas de diseño del proyecto y los impactos negativos que tendrá. También están en contra del proyecto los campesinos que utilizan el agua para el riego, las asociaciones de materiales de construcción y turismo, los sindicatos y otras asociaciones de ciudadanos.
Desde que se inició el proyecto en 2007 ha estado bajo la mirada pública. Cuando el proyecto fue revisado por la autoridad ambiental en 2007, todas las autoridades públicas lo rechazaron debido a que los impactos ambientales no se habían tenido en cuenta plenamente. Las autoridades públicas identificaron muchos efectos negativos sobre los canales de riego, los puntos de captación del agua potable y la extracción de materiales de construcción del lecho del río. La Dirección General de Recursos Hídricos destacó el impacto negativo sobre la flora y la fauna, así como sobre las aguas de riego. Para resumir, dijo que el proyecto debilitaría la seguridad del suministro del agua potable para Santiago.
Está previsto que el proyecto producirá la desertificación de unas 100.000 hectáreas de la cuenca del río como resultado de la extracción de agua de la cuenca de origen del río y de la construcción de un sistema de drenaje de 70 kilómetros de túneles. Todo lo anterior está sucediendo en un contexto donde el cambio climático está aumentando el ritmo de fusión de los hielos en la zona del proyecto.
AES Gener ha puesto en marcha una gran campaña para desprestigiar a los grupos que legalmente han desafiado la repercusión del proyecto y también ha hecho cabildeo a escondidas con el fin de obtener la financiación. Como consecuencia de esta gran presión el proyecto fue aprobado por los rangos más altos de la administración de la presidenta Michele Bachelet. Sin embargo, debido a la irregularidad del proceso relacionado con este proyecto Alto Maipo, se creó una Comisión Parlamentaria de Investigación en la Cámara de Diputados, la cámara baja del parlamento. La Comisión votó por unanimidad una declaración diciendo que el proceso de evaluación ambiental y la posterior aprobación eran corruptos y deberían ser anulados.
Hasta la fecha varios destacados abogados han iniciado demandas en los tribunales chilenos y también hay casos en preparación a ser presentados ante los tribunales internacionales. Además, los movimientos sociales también iniciaron protestas masivas que sin duda obstaculizarán el inicio de la construcción del proyecto hidroeléctrico Alto Maipo. Según el sistema legal chileno el proyecto debe ser modificado y evaluado adecuadamente.
Por otro lado, el Alto Maipo fue presentado como un proyecto capaz de generar 530 MW de electricidad para la ciudad de Santiago. Pero luego se descubrió que esto no era viable, ya que sólo se podrán generar 160 MW debido a los limitados recursos hídricos disponibles. AES Gener reconoció esto y dijo que cada año estaría proporcionando 2.300 GW a la red. Sin embargo en junio de 2013, AES Gener firmó un contrato con el Grupo Antofagasta Minerals que le da control sobre el 40 por ciento de la propiedad del proyecto y de toda la energía que pueda ser generada en un período de veinte años, por su proyecto de explotación minera Los Pelambres.
Al principio, la empresa de agua potable y alcantarillado Aguas Andinas, cuyo principal objetivo es suministrar agua potable a Santiago, se opuso al proyecto irrefutablemente. Sin embargo, en diciembre de 2010, Aguas Andinas llegó a un acuerdo secreto para entregar agua (que estaba destinado a ser utilizadas para la obtención de agua potable), a AES Gener para generar energía hidroeléctrica durante 40 años, sin el conocimiento de la población o las autoridades gubernamentales pertinentes. Actualmente, varias organizaciones así como ocho senadores están cuestionando este acuerdo.
Los hechos son claros y presentan un fuerte caso en contra del proyecto hidroeléctrico Alto Maipo, ya que éste no cumple con las condiciones jurídicas, económicas, sociales o medioambientales de Chile. El proyecto tampoco incluye las medidas para mitigar sus efectos y no es económicamente viable.
El agua dulce es un elemento vital y fuente de vida irremplazable. Tener agua es un derecho humano fundamental y, por lo tanto, no puede ser tratado como un artículo comerciable hasta el punto de poner en situación de riesgo el presente y el futuro de millones de chilenos.