La misión declarada del Banco Mundial es «poner fin a la pobreza extrema en una generación y fomentar la prosperidad compartida», sin embargo, el diseño de muchos programas financiados por el Banco deja a muchos de los más vulnerables en la pobreza absoluta. El programa de transferencias condicionadas en efectivo (CCT- Conditional Cash Transfer) en las Filipinas, también conocido localmente como el programa Pantawid Pamilyang Pilipino, es el principal programa de combate a la pobreza del gobierno filipino que busca reducir la pobreza extrema y acelerar el desarrollo social mediante la concesión de subsidios en efectivo a los hogares más pobres de entre los pobres. Sin embargo, el diseño original del CCT no incluye la discapacidad a pesar de que las personas con discapacidades son algunas de las personas más pobres y vulnerables en las Filipinas, quienes por lo tanto, deberían poderse beneficiar de los programas financiados por el Banco Mundial, como el CCT.
El objetivo del CCT es la erradicación de la pobreza mediante la inversión en la educación y la salud. Los beneficiarios del CCT necesitan cumplir con ciertas condiciones y en retorno beneficiarse de la asistencia en efectivo basada en su capacidad de cumplimiento. Sin embargo, el diseño de los programas transversales no considera la discapacidad como un factor importante que influye en sí y cómo las personas discapacitadas pueden cumplir con las condiciones. Las familias con miembros discapacitados experimentan las barreras en el cumplimiento que los hogares sin miembros discapacitados no enfrentan.
Las tres condiciones del programa CCT son: (1) las niñas y los niños que aparecen como beneficiarios deben cumplir con un 85 por ciento de asistencia a la escuela; (2) las niñas y los niños entre 0 y 5 años deben ir a los centros de atención de salud para el cuidado preventivo de la salud para chequeos periódicos y vacunas; y (3) las/los beneficiarios deben participar en las sesiones para el desarrollo familiar diseñadas para aumentar el conocimiento de los beneficiarios sobre sus responsabilidades, los derechos de las/los niños, el papel de las/los niños en el desarrollo de la comunidad, la igualdad de género, el respeto de los derechos y la cultura de los pueblos indígenas, y los derechos a la salud reproductiva. Sin embargo, las familias con miembros discapacitados tienen mucha dificultad cumpliendo con estas tres condiciones debido a la inaccesibilidad de las instalaciones escolares, la falta de maestros capaces de enseñar a las/los niños discapacitados, la accesibilidad del transporte público y de los servicios de apoyo tales como la ayuda personal, la accesibilidad de los centros de salud y la comprensión de las necesidades y los derechos de las personas discapacitadas. El programa en lugar de ayudar a que las/los niños discapacitados tengan acceso a los beneficios los ha ignorado y excluido.
"fails to include disability despite the fact that people with disabilities are some of the poorest and most vulnerable people"Abner Manlapaz, president, Life Haven
Las políticas de salvaguardia ambiental y social del Banco Mundial, actualmente en proceso de revisión (ver El Observador de Otoño, 2013, Boletin 85, 83), fueron diseñadas para prevenir y mitigar daños que los proyectos del Banco pudieran infligir a las partes interesadas. Pero, según las salvaguardias actuales, los derechos de las personas discapacitadas y la integración y el desarrollo inclusivo aún no están incluidos. Por lo tanto, las personas discapacitadas, más de 1 mil millones de personas en todo el mundo, las cuales deberían ser una parte muy importante de la población para los proyectos del Banco Mundial, dada su susceptibilidad a la pobreza, no son consultadas sistemáticamente o tenidas en cuenta en la planificación y el diseño de los proyectos y por lo tanto no se benefician de estos programas para la reducción de la pobreza. Es importante mencionar que los pueblos indígenas están cubiertos por las salvaguardias actuales, por lo tanto, se pidió al organismo de ejecución del gobierno de Filipinas, el Departamento de Bienestar Social y el Desarrollo, que se asegurara de que los pueblos indígenas pudieran cumplir las condiciones establecidas para beneficiarse del CCT. Las personas discapacitadas, al igual que los pueblos indígenas, también deberían estar cubiertas por las salvaguardias para que nadie se vea perjudicado por los proyectos o programas del Banco Mundial.
De todas las políticas del Banco las salvaguardias son algunos de los más fuertes determinantes a tener en cuenta en el diseño y ejecución de los proyectos. Para que puedan ser verdaderamente útiles e incluyentes, las salvaguardias deberían reflejar el Convenio de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas Discapacitadas (CDPD). El CDPD establece el estándar en la protección de los derechos de las personas discapacitadas. Sus derechos serán protegidos si se establece un marco para la participación de las personas discapacitadas que garantice la participación significativa y el uso de los distintos mecanismos para ayudar a implementar el CDPD. De hecho, el Artículo 32 del CDPD dice que la cooperación internacional, incluidos los programas internacionales de desarrollo, deben incluir a las personas discapacitadas, facilitando y apoyando el desarrollo de sus capacidades, incluido el intercambiar y compartir información, experiencias y programas de capacitación y aplicación de mejores prácticas. Dado que el Banco provee más de US$30 mil millones en asistencia a los países en desarrollo y en transición cada año, es imperativo que sus políticas y proyectos que afectan a miles de millones de personas en todo el mundo promuevan la inclusión de las personas discapacitadas «para garantizar su igualdad en términos de protección y beneficios», según el mandato del CDPD.
Abner Manlapaz, president, Life Haven (miembro de la Coalición Filipina de la CDPD de la Naciones Unidas)