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Un mal diagnóstico: El registro de salud del Banco Mundial

9 octubre 2014 | Traducción:Maria Eugenia Arzayús

Hospital Metropolitano, Nicaragua's leading private hospital, a recent IFC investment; Credit: Hospital Metropolitano

Aumentan las críticas al Banco Mundial debido a su financiación de los servicios de salud. En su evaluación de septiembre de 2014 sobre el apoyo del Banco Mundial a la salud, el Grupo de Evaluación Independiente del Banco (IEG – Independent Evaluation Group) destacó, «la percepción de que el Banco no es muy serio respecto a la financiación de la salud». Consideró que debido a su «cambio de enfoque» hacia los proveedores privados «y hacia la reforma de pagos con base en los resultados, es percibido como carente de vínculos con la financiación de la salud para la reducción de la pobreza».

El informe del IEG afirma que las inversiones de la Corporación Financiera Internacional (CFI, el brazo del sector privado del Banco) han fallado al no tener como objetivo a las personas más pobres (ver Boletín 86). En su evaluación del préstamo de la CFI de US$3 millones a un proveedor de servicios de salud privada nigeriana en 2007, el informe destacó «no haber encontrado ninguna prueba de que entre 1,2 millones de personas inscritas y 613.000 pacientes de HMO [la organización para el mantenimiento de la salud] en Nigeria, hubiera habido personas pobres.» Sidua Hor de la Campaña Cobertura Universal de los Servicios de Salud, una red de ONGs de Ghana dijo: «Las intervenciones de salud de la CFI son pro-rico, no equitativas y ofrecen muy poco a las personas pobres y vulnerables de las zonas rurales… la Cobertura Universal de Salud (CUS) es la respuesta a las necesidades de salud de las personas pobres y la mejor forma de entregar la CUS es a través de la financiación pública».

Un informe de mediados de septiembre 2014 de la ONG internacional Oxfam, también expuso graves fallas en la financiación de la salud por parte de la CFI. El informe analiza la iniciativa Salud en África (HIA – Health in África) de la CFI con una inversión de US$1 mil millones, cuyo objetivo era mejorar el acceso a la salud y la protección financiera de la salud. Oxfam comprobó que, contrario al autoproclamado énfasis de HIA «en las personas más necesitadas», sus inversiones «en la práctica han sido en hospitales urbanos que dan atención de tercer nivel a los africanos más ricos y a extranjeros». Las inversiones incluyen US$2,66 millones en 2010, a través de su préstamo al intermediario financiero Fondo de Salud para África para el Hospital de Mujeres de Nairobi, un servicio privado que cobra US$463 por el paquete más básico de maternidad, o sea, el equivalente de tres a seis meses del salario de la mujer promedio de Kenia.

Nicolas Mombrial de Oxfam Internacional dijo: «La CFI no puede demostrar que este sistema está llegando a la gente pobre… la institución no debe utilizar al África como un laboratorio para practicar arriesgados experimentos».