Cada año, el Proyecto Bretton Woods destaca algunos de los más ridículos comentarios de funcionarios del FMI y del Banco Mundial. Este año reconocemos la misión de Rachel Kyte para enfrentar el cambio climático y el comentario de Christine Lagarde de ser «más o menos» una oradora.

En un perfil del Financial Times en enero de 2014 sobre Rachel Kyte, vicepresidenta del Grupo del Banco Mundial y enviada especial para el cambio climático, ella mencionó de paso, que Jim Kim el Presidente del Banco, «me pidió  que me encargara del cambio climático». Esto sucedió cuando ella se estaba preparando para «otro agotador viaje a través del mundo, culminando en multitud de reuniones en Davos». En un video en marzo de 2014, sobre la importancia de limitar el aumento de la temperatura, Kyte reveló que ella «había crecido en una familia calurosa» y que su número preferido en el que pensaba a menudo era el número 2, «un número pequeño con grandes problemas». Al final del video ella logró mantener un rostro serio al decir: “Lo más poderoso del número 2 es que se trata de nosotros, de mí y de ustedes».

Otra ganadora es la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, quien una vez más demostró su gran don de idiomas locales. En un discurso en Londres sobre el empoderamiento, ella encontró una cita sobre el fortalecimiento de las capacidades en el más obvio de todos los lugares. Según la escritora Charlotte Brontë, «La libertad nos presta sus alas y la esperanza nos guía con su estrella». Esperemos que con la guía de esa estrella Lagarde vuele con el FMI en el 2015 en la búsqueda de mejores ideas.