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El Banco Mundial admite fallas graves en política de reasentamiento

15 abril 2015 | Traducción: Maria Eugenia Arzayús

Credit: ©FAO/AU/Yohannes Zirotti

En marzo de 2015, el presidente de Banco Mundial, Jim Yong Kim, admitió que el historial del Banco en los reasentamientos era «motivo de gran preocupación». Después de recibir los informes internos sobre la política de reasentamiento del Banco, Kim anotó, «no hemos hecho un buen trabajo en la supervisión de los proyectos relacionados con reasentamientos… los planes no fueron debidamente ejecutados y… no tuvimos sistemas de seguimiento suficientemente fuertes».

El informe interno completado a mediados de 2014, sólo fue publicado en marzo de 2015, después del cierre de la segunda ronda de consultas sobre las tan criticadas propuestas de las salvaguardias sociales y del medio ambiente (ver Observador Invierno 2015). El informe anotó que en un 61 por ciento de los proyectos de muestra examinados, el estatus de las personas desplazadas era desconocido.

Al tiempo que la política operacional del Banco requiere que «las actividades de reasentamiento deben mejoran, o por lo menos restaurar la subsistencia y el nivel de vida», el informe encontró que debido a que «la mayoría de los proyectos hacen un pobre trabajo de seguimiento y de informe sobre el estatus de cómo el proyecto había afectado a las personas», el Banco no podía determinar cuántas de las personas reasentadas habían recibido la debida compensación.

Helen Tugendhat de la ONG del Reino Unido, Programa de los Bosques de la Gente, comentó: “Para nosotros es extraordinario ver que el Banco Mundial se haya tomado tanto tiempo para reconocer públicamente estos fracasos y para admitir que la falta de rastreo de los datos de reasentamiento es problemático». En noviembre de 2014, el grupo de pensadores estadounidense del Instituto Brookings, anotó que en 2010 el Grupo de Evaluación Independiente del Banco ya «había criticado públicamente la gestión de Banco Mundial por no haber manteniendo estadísticas básicas del número de personas desplazadas y por no haber proporcionado esas estadísticas para la evaluación».

Mientras el Banco estima que cerca de medio millón de personas en proyectos activos fueron objeto de desplazamientos forzados, la sumisión de una ONG a la revisión de las medidas de salvaguardia del Banco calculó que la cifra ascendía por lo menos a un millón de personas. En 2008 se estimó que anualmente 15 millones de personas habían sido desplazadas por proyectos de desarrollo. Este número probablemente aumentará, ya que ahora unos US$6 a US$9 trillones son dedicados anualmente a los llamados mega proyectos de infraestructura (ver Observador Invierno 2015).

En marzo de 2015, el Banco produjo un plan de acción para dirigir los problemas identificados en el informe, indicando que mejorará la evaluación de los riesgos y aumentará la financiación para la gestión de las salvaguardias. Las organizaciones de la sociedad civil, sin embargo, han expresado consternación de que el plan y los informes internos sólo hayan sido publicados después de la más reciente rueda de consultas sobre las salvaguardias y, también de que el plan hubiera sido elaborado sin consultar a las personas afectadas en las comunidades, o a las organizaciones de la sociedad civil. “David Pred, de la ONG estadounidense Desarrollo Inclusivo Internacional formuló la pregunta de los 50 billones de dólares: ¿por qué el Banco Mundial mantuvo secretas esas conclusiones?» Según Pred, «El Banco debe reabrir las consultas a la luz de su sorprendente admisión sobre la medida en que su política actual falló en asegurar que los derechos de las comunidades impactadas fueran protegidos.»