Gobernanza de las IFI

Comentario

Banchanzas del año 2016

15 febrero 2017 | Humor | Traducción: Gustavo Alzugaray

Todos los años Bretton Woods Project resalta algunas de las declaraciones más absurdas de los funcionarios del Fondo y del Banco Mundial. Luego de dos años de centrarnos en la directora gerente del FMI, Christine Lagarde (véanse los Observador de invierno de 2016, invierno de 2015), este año el foco cae sobre el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, en reconocimiento a su ejemplar desempeño durante el año. Ojalá el impacto perjudicial de sus acciones se limitara solo a las noches de insomnio que le causó a sus colegas de Relaciones Públicas y de enlace con la Sociedad Civil.

Como ha sido ampliamente difundido durante el primer mandato de Kim, los funcionarios han expresado graves preocupaciones por el estilo de liderazgo de Kim (véase el Observador de otoño de 2016). Quizás envalentonado por su renovada coronación en septiembre, el presidente Kim se permitió mostrar lo que muchos funcionarios dicen es su verdadero yo, durante la reunión anual del Banco Mundial con las OSC de octubre. La reunión otorgó a miembros de las comunidades afectadas por los proyectos del Banco y organizaciones de la sociedad civil, muchos de los cuales tienen graves preocupaciones y viajaron miles de kilómetros, el raro privilegio de una audiencia con las cabezas del Banco y del Fondo.

Las cosas no comenzaron bien con la audiencia recibiendo el “tratamiento” de un monólogo de Kim y Lagarde de 20 minutos. Finalmente, cuando se permitió hablar a la audiencia, Kim continuó desestimando las preocupaciones presentadas por los miembros de las comunidades. Incluso abordó las preocupaciones de un activista en particular con un: “de nada”. Al pedirle una respuesta a las preocupaciones expresadas en una carta de la congresista estadounidense Gwen Moore relativa a los potenciales conflictos de interés generados por la participación del Banco en las privatizaciones del agua, Kim rápidamente calló al locutor y simultáneamente insultó a Moore cuestionando su autonomía: “Miren, conozco muy bien a Gwen Moore … sé que la carta no fue escrita realmente por ella”. Al abordar una pregunta sobre los tan publicitados fracasos de la política de reasentamiento del Banco, Kim, siempre empático y comprensivo con la situación de la población que el Banco pretende apoyar, procedió a degradar a las personas obligadas a ocupar tierras sin tenencia formal. Dijo: “a diferencia de cualquier otro gobierno … reasentamos incluso a los ilegales. Entonces, ¿adivinan qué sucede cuando anunciamos un próximo proyecto en un área? La gente se muda allí”. Parece que Kim a llegado a la conclusión de que su antiguo yo de la sociedad civil, al que aprecia mucho de acuerdo al durísimo artículo de The Guardian, How de World Bank’s biggest critic became its president, estaba totalmente equivocado al cuestionar la sabiduría de las políticas del Banco. Aparentemente su iluminado liderazgo lo cambia todo, incluyendo al naturaleza de la siempre problemática actitud del Banco hacia las consultas. Quizás Kim debería pensar en escribir la secuela de “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas”.

Para saber más, véase esta compilación en video de algunas de las citas más espeluznantes de Kim en la reunión del ayuntamiento de la sociedad civil de 2016.