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¿La respuesta del FMI al informe de la ONU sobre el empoderamiento económico de las mujeres cambiará sus políticas?

15 febrero 2017 | Traducción: Gustavo Alzugaray

Lanzamiento del Grupo de Alto Nivel del ONU sobre el Empoderamiento Económico de las Mujeres, septiembre de 2016. Crédito: ONU Mujeres / Ryan Brown

Lanzamiento del Grupo de Alto Nivel del ONU sobre el Empoderamiento Económico de las Mujeres, septiembre de 2016. Crédito: ONU Mujeres / Ryan Brown

En septiembre de 2016 el Panel de Alto Nivel de la ONU sobre Empoderamiento Económico de las Mujeres publicó su informe emblemático, No dejar a nadie atrás: Un llamado a la acción sobre la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres. Lanzado en marzo de 2016 (véase el Observador de primavera de 2016), el Panel fue creado por Ban-Ki Moon, entonces secretario general de la ONU, en un esfuerzo por centralizar los esfuerzos tendientes a cerrar la brecha de género en oportunidades y resultados económicos y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2030. Entre los miembros del Panel está Christine Lagarde, directora gerente del FMI y Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, entre otros representante de gobierno, del sector privado y de la sociedad civil.

El informe identifica siete impulsores principales del empoderamiento económico de las mujeres (EEM), que conducen al establecimiento de siete grupos de trabajo correspondientes a cada uno. Los grupos de trabajo harán recomendaciones para la acción a publicarse en la sesión de marzo de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer en Nueva York. Aunque los impulsores incluyen el reconocimiento, la reducción y la redistribución de las tareas de cuidados no remuneradas, que tienen su significativa dimensión macroeconómica particular, el informe no reconoce de forma explícita el ámbito económico propicio como un impulsor importante del EEM.

En respuesta, la Gender and Development Network (GADN) británica instó a los co-presidentes del Panel, en una carta abierta de noviembre, a considerar los ámbitos macroeconómicos propicios como un impulsor del EEM y a la creación de un octavo grupo que explore esta área crucial, enfatizando la importancia de una discusión sobre cómo crear el necesario espacio fiscal para financiar las medidas del EEM. GADN resaltó además que la presencia del FMI y el Banco Mundial en el Panel ofrece una oportunidad única para impulsar esa agenda.

En diciembre el Secretariado del Panel respondió que ONU Mujeres, otro panel miembro, albergará el grupo de trabajo propuesto sobre “el ámbito económico más amplio, incluyendo los temas macroeconómicos y el trabajo digno”. Jessica Woodroffe, de GADN y colaboradora del octavo grupo de trabajo, expresó: “espero que el grupo de trabajo pueda demostrar el valor – y la viabilidad – de las políticas que promueven la equidad de género y que el resto del Panel apoye esas conclusiones”. Y agregó: “No será posible lograr el empoderamiento económico de las mujeres sin cambios importantes en la forma de diseño e implementación de las políticas macroeconómicas”, citando el informe 2015-2016 de ONU Mujeres como un recurso importante sobre políticas macroeconómicas para mejorar el empoderamiento económico de las mujeres a ser usado por el Panel.

El FMI se compromete a analizar los impactos de género

En septiembre, como respuesta al informe, Christine Lagarde asumió cinco compromisos en nombre del FMI. Cuatro de ellos implican un trabajo continuo que ya se está realizando. Como quinta promesa, el Fondo se comprometió a “llevar adelante más investigaciones sobre el vínculo entre la inequidad de género y el crecimiento y sobre el impacto de las políticas [macroeconómicas] sobre la inequidad de género”. Francesca Rhodes, de Oxfam GB, comentó que este compromiso es “particularmente bienvenido, dadas las críticas de que las políticas macroeconómicas normalmente recetadas por el FMI socavan la equidad de género” y expresó la esperanza de “ver al FMI, como actor clave en el diseño de la política macroeconómica, comprometerse de forma significativa con las recomendaciones del panel sobre este punto”. Jim Yong Kim no se comprometió en nombre del Banco Mundial. En vez de ello, citó la estrategia de género 2016-2023 ya en vigor y otros trabajos sobre género existentes, que han sido objeto de críticas recientes por parte del Grupo de Evaluación Independiente (véase el Observador de verano de 2016).