El Panel de Inspección (IPN, por su sigla en inglés) del Banco Mundial, su mecanismo de rendición de cuentas, lanzó el tercer informe Emerging Lessons Series en las reuniones de primavera de abril del FMI y el Banco Mundial en Washington DC. Este informe, precedido por informes sobre reasentamiento involuntario y pueblos indígenas, analizó la necesidad de mejorar los procedimientos de evaluación medioambiental del Banco. Elaborado a partir de los reclamos registrados desde la concepción del IPN en 1993, el informe ofrece un resumen de las lecciones que deberían integrarse a los proyectos futuros para obtener resultados más transparentes y equitativos de ellos.
El informe subraya la necesidad de que el Banco realice evaluaciones ambientales continuas de sus proyectos y reconozca el potencial de todos los proyectos de suponer riesgos ambientales, independientemente de su categorización ambiental inicial. El llamamiento del informe para el fortalecimiento de la supervisión sobre el terreno mediante la utilización de “conocimientos multidisciplinarios que vayan más allá de la ingeniería a cuestiones ambientales y sociales” fue reiterado por la sociedad civil en el debate de la reunión del Foro Político de la Sociedad Civil sobre el lanzamiento del informe (cobertura de Primavera de 2017 de Bretton Woods Project). Esto incluyó la opinión del profesor Richard Fuggle de que el personal del Banco “prefiere mirar los problemas en sus pantallas en las oficinas del Banco antes que salir y enfrentar realmente lo que está sucediendo en el terreno”.
Además de criticar el enfoque del informe sobre un pequeño porcentaje de quejas, Medha Patkar de la coalición india Narmada Dam Movement advirtió que, aunque importante, el foco en las cuestiones ambientales no puede hacerse a costa de un análisis exhaustivo de las consecuencias sociales y de equidad de los proyectos.