En la reunión del G20 de julio, en Hamburgo, el Banco mundial anunció la Iniciativa de Financiamiento para Mujeres Emprendedoras (We-Fi, por su sigla en inglés), un instrumento de intermediación financiera gestionado por el Banco que busca “impulsar el espíritu emprendedor de las mujeres” en los países en desarrollo ofreciéndoles “un mayor acceso a las finanzas, los mercados y las redes necesarias para comenzar y desarrollar una empresa”. Creado por Ivanka Trump, hija del presidente de Estados Unidos Donald Trump, el instrumento tiene como objetivo “apalancar fondos de donaciones de más de USD 325 millones y movilizar más de mil millones de dólares en instituciones financieras internacionales y financiamiento comercial, trabajando con intermediarios financieros, fondos y otros actores del mercado”.
El Banco actuará como fideicomisario y secretariado del We-Fi, mientras que “los bancos multilaterales de desarrollo, incluyendo al Banco Mundial y a la Corporación Financiera Internacional (CFI), el brazo del sector privado del Banco, son elegibles como socios implementadores para proponer actividades del sector público y privado” y solicitar fondos Un comité de gobierno, compuesto por los donantes fundadores, como Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, tomará las decisiones de asignación. La primera reunión del comité de gobierno está prevista para octubre de 2017.
Existen preocupaciones sobre la capacidad del instrumento para llegar a las mujeres más pobres
Las mujeres propietarias de pequeñas y medianas empresas no se encuentran en los segmentos más pobres de la poblaciónCindy Huang, CGD
En julio, Devex planteó su preocupación de que “la misión de We-Fi se solape” con iniciativas preexistentes como el Mecanismo de Oportunidades para Mujeres Empresarias (WEOF, por su sigla en inglés) de la CFI y Goldman Sachs y el programa Banking on Women (véase el Update 85). Si bien la We-Fi se anuncia como “el primer instrumento liderado por el Banco Mundial para promover el emprendimiento de las mujeres a esta escala”, el comunicado de prensa WEOF 2014 de la CFI indicó que su programa 10.000 Mujeres, un instrumento mundial de USD 600 millones, “aumentaría el acceso al financiamiento de unas 100.000 mujeres empresarias en mercados emergentes”. Asimismo, afirmó que “es el primero de este tipo dedicado exclusivamente a la financiación de pequeñas y medianas empresas propiedad de mujeres en los países en desarrollo”.
En julio, Nancy Lee, del Center for Global Development (CGD), planteó preguntas sobre la forma en que se mide el éxito de la We-Fi y las iniciativas anteriores del Banco, afirmando que “sería útil saber más sobre el historial del WEOF de la CFI hasta ahora”. No hay actualizaciones disponibles sobre el WEOF, lo que dificulta la evaluación de los resultados del programa y el uso de las lecciones aprendidas por parte de la We-Fi. Cindy Huang, del CGD, hizo sugerencias detalladas en agosto sobre cómo la We-Fi puede aprender de investigaciones existentes sobre el empoderamiento económico de las mujeres, recordando al Banco que “un enfoque bien diseñado para empoderar a las mujeres debe reconocer e incorporar la rica base de evidencia que respalda las conexiones entre los resultados económicos para las mujeres y las inversiones para mejorar su salud y educación, disminuir la violencia de género y las responsabilidades laborales no remuneradas y promover la voz de las mujeres y la agencia en la defensa de sus propios derechos” (véase, por ejemplo, Breaking Down the Barriers de GADN). Huang cuestionó si el Fondo llegará a las mujeres pobres y afirmó que “las mujeres propietarias de pequeñas y medianas empresas no se encuentran en los segmentos más pobres de la población”.
Elaine Zuckerman, de la ONG Gender Action, con sede en Washington, también expresó su preocupación por la audiencia objetivo del instrumento, diciendo: “si bien la We-Fi puede empoderar a algunas mujeres, es cuestionable si contribuirá a lograr el objetivo del Banco de acabar con la pobreza extrema. Los préstamos We-Fi se destinarán a pequeñas y medianas empresas y la evidencia muestra que así no llegan a las mujeres pobres. La We-Fi se alinea con el marco del Banco “Igualdad de género como economía inteligente”, que apoya a las empresas femeninas como instrumentos de crecimiento económico, sin promover de manera complementaria los derechos humanos de mujeres y hombres en igualdad de condiciones” (véase el Observador de invierno de 2016).