En octubre, la Global Coalition for Social Protection Floors, una red de más de 90 organizaciones de la sociedad civil (OSC) y sindicatos, envió una carta a la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, y su junta ejecutiva. Tras un informe de julio de la Oficina de Evaluación Independiente sobre el FMI y la protección social (véase el Observador de Otoño de 2017), la carta expresa su preocupación por las conclusiones del informe de que el enfoque del Fondo contradice el objetivo internacionalmente acordado de protección social universal basada en los derechos – incluido en la recomendación 202 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y consagrado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Al hacerlo, argumenta la carta, el FMI ”se aparta bruscamente” de la agenda de protección social acordada internacionalmente. En consecuencia, la carta insta al FMI a, entre otras cosas, cambiar su enfoque actual de política, coordinar mucho más con la OIT y buscar activamente la participación de las OSC y los sindicatos en el ámbito nacional.
La divergencia del FMI respecto de las normas internacionales fue destacada por un documento de noviembre de la ONG Development Pathways, con sede en el Reino Unido. El documento contrastó el ‘paradigma de la ciudadanía’, que emana de la comprensión de que la seguridad social es un derecho de todos, con el ‘paradigma de la caridad’, que conceptualiza la protección social como una distribución para ‘los pobres’. El documento solicitó al FMI que reconsidere su enfoque “basado en la caridad” para la protección social y aborde el daño que esto está causando en todo el mundo (véase BWP, edición de febrero de 2017, sobre el tema).
Evelyn Astor, de la Confederación Sindical Internacional, comentó que “una protección social adecuada y universalmente accesible es un derecho humano fundamental, un componente esencial del trabajo digno y un ingrediente clave para el desarrollo económico sostenible. No obstante, el FMI sigue presionando para reducir la protección social debido a problemas de corto plazo en materia de costos, un enfoque que debe reconsiderarse por completo”.