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Doing Business 2019: La visión de túnel del Banco Mundial obscurece las peticiones de reforma

22 enero 2019 | Traducción: Gustavo Alzugaray

Checklist. Credit: Pixabay

Una vez más, el Banco Mundial ha sido criticado por la sociedad civil y los académicos por el Informe Doing Business, su documento insignia, que monitorea y clasifica el entorno empresarial de 190 países (véase el Observador de Primavera de 2018). A pesar de las críticas sobre el cambio de metodología y la motivación política tras la caída de Chile y el repentino salto en la clasificación de India el año pasado, las respuestas de la sociedad civil a Doing Business 2019 continúan mostrando preocupación por el sesgo hacia la desregulación de los negocios y los bajos impuestos empresariales.

El informe destaca los llamados ‘mejoradores’, países que el Banco Mundial considera que han implementado las leyes regulatorias más amigables para las empresas en diez áreas. En la práctica, esto significa que se considera que los países han eliminado “burocracia innecesaria”, por ejemplo, al minimizar las regulaciones sobre los permisos de construcción y fusionar o eliminar impuestos. El informe de este año incluye entre sus diez mejores mejoradores a China, que eliminó su impuesto a las empresas, y a Togo, que redujo su tasa de impuestos empresariales.

En respuesta a las críticas de evaluaciones independientes, el Banco Mundial ha adaptado la metodología del informe, pero sigue siendo cuestionable (véase Al interior de las instituciones). Al comentar sobre Chile a principios de este año, el execonomista jefe del Banco Mundial, Paul Romer, declaró que no “confiaba en la integridad” de las clasificaciones y sugirió que los datos podrían estar injustamente sesgados hacia algunos países sobre otros. Más tarde se retractó de sus comentarios y renunció.

El Banco quiere seguir siendo relevante para los problemas apremiantes de hoy, pero su producto estrella sigue recompensando a los gobiernos por políticas que agravan la desigualdad.Nadia Daar, Oxfam International

El Doing Business y la desigualdad

La clasificación de Doing Business de este año destaca la reducción de la tasa impositiva empresarial de Hungría, ahora la más baja de la Unión Europea, como una reforma positiva. Esto refleja la promoción de la clasificación de bajos impuestos a las empresas a través de su subindicador de tasa de impuestos, que otorga una puntuación más alta a los países que tienen una tasa total de impuestos y contribuciones igual o inferior al 26,1% de las ganancias (véase el Observador de Invierno de 2017). La clasificación critica además el aumento de la tasa del impuesto a las ganancias empresariales de Omán por hacer que se vuelva “más difícil hacer negocios”, al tiempo que se premia la abolición del impuesto a la propiedad en Chipre, en contradicción con el asesoramiento de un blog reciente del FMI.

El informe contrasta con el Compromiso de Oxfam para Reducir el Índice de Desigualdad, lanzado en las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial de este año. Nadia Daar, de Oxfam International, comentó que, “Mientras Doing Business fomenta una ‘carrera a la baja’ en materia de impuestos empresariales, el índice de Oxfam solicita a los gobiernos que consideren los resultados de equidad de sus opciones políticas y califica a los países con peor calificación si sus políticas impositivas son regresivas. Singapur, Bahrein, Letonia, Lituania y Mauricio clasifican en los puestos superiores del Doing Business 2019 por sus políticas tributarias, sin embargo, esos mismos países se acercan al fondo del pilar tributario de Oxfam. El Banco quiere seguir siendo relevante para los problemas apremiantes de hoy, pero su producto estrella sigue recompensando a los gobiernos por políticas que agravan la desigualdad”.

Si bien el Banco eliminó un indicador anterior que recompensaba el debilitamiento de los derechos laborales (véase el Boletín 66), este año, en el Anexo sobre la regulación del mercado laboral, advirtió sobre los “marcos normativos laborales engorrosos” y que “puede ser que los mercados laborales no funcionen de manera efectiva si están demasiado reglamentados”.

Peter Bakvis, de la CSI, señaló, “el Banco Mundial dice que promueve un crecimiento económico inclusivo y sostenible, mientras que el Doing Business continúa con su actitud hostil hacia los derechos laborales”. Bakvis agregó que “la obstinada negativa [del Banco Mundial] a abordar las considerables críticas sobre el propósito y la metodología de las clasificaciones del Doing Business muestra que sigue apegando a la visión de túnel sobre la reforma”.