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La crisis de desigualdad empeora, mientras el Banco Mundial y el FMI persisten con políticas erróneas

17 abril 2019 | Traducción: Gustavo Alzugaray

En enero las organizaciones internacionales de la sociedad civil Christian Aid y Oxfam publicaron sus informes: Financing Injustice y Public Good or Private Wealth?, respectivamente. Estos subrayan que las respuestas políticas inadecuadas de los gobiernos y las organizaciones multilaterales, incluido el Banco Mundial y el FMI, continúan agravando la desigualdad. En ellos se documenta el fracaso de las políticas ampliamente apoyadas por el Banco y el FMI, como la privatización de los servicios esenciales, la excesiva dependencia de la inversión del sector privado, y las políticas tributarias regresivas y la austeridad relacionadas, que perjudica a los pobres y, especialmente, a las mujeres y niñas (véase el Observador de Invierno de 2018, el de Verano de 2017 y el de Primavera de 2017).

Los informes documentan un empeoramiento de la crisis de desigualdad que, además de sus implicaciones en materia de derechos humanos, pone en peligro la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a los que se comprometen tanto el Banco como el Fondo (véase el  Observador Primavera de 2019). Estos trabajos siguieron al Informe sobre la Desigualdad Global 2018, publicado por la organización francesa World Inequality Lab, que concluyó que “las políticas importan en la configuración de la desigualdad”, y que el mundo parece estar moviéndose “hacia una frontera de alta desigualdad”. La evidencia adicional de las consecuencias de las políticas del FMI fue proporcionada por un documento académico de enero, que analizó el impacto de los programas de ajuste estructural del FMI sobre la desigualdad entre 1980 y 2014 y constató que “en general, las reformas políticas impuestas por el FMI aumentan la desigualdad de ingresos en los países prestatarios”.

Más multimillonarios que nunca

El informe de Oxfam evidenció la creciente crisis de desigualdad, señalando por ejemplo que diez años después de la crisis financiera global, el mundo tiene más multimillonarios que nunca y que “sólo el 1% de la fortuna [del hombre más rico del mundo] equivale a todo el presupuesto de salud de Etiopía”. Al contrarrestar los argumentos de la rápida erradicación de la pobreza, observó que “la pobreza extrema está en realidad aumentando en el África subsahariana”. El fracaso de la combinación de políticas del Banco y del Fondo también se evidencia en estudios que señalan que hasta dos tercios de la reducción de la pobreza mundial durante los últimos 25 años pueden atribuirse a China, que no ha seguido las recomendaciones de política vigentes del Banco ni del Fondo (véase el Observador de Invierno 2017-2018).

Sólo el 1% de la fortuna [del hombre más rico del mundo] equivale a todo el presupuesto de salud de Etiopía.Informe Public Good or Private Wealth? de Oxfam

La gestión del capital necesita cambios

El informe de Christian Aid subraya que el aumento de la desigualdad, el empeoramiento del sufrimiento de la deuda y las medidas de austeridad realcionadas, y el cambio climático implican que se necesitan cambios en el modo en que se gestiona e invierte el capital. El informe exhorta al FMI a “exigir la reestructuración de la deuda o la cancelación por parte de los prestamistas anteriores en el marco de sus programas de rescate, cuando las evaluaciones claras de la sostenibilidad de la deuda – que incluyan los derechos humanos y la legitimidad de la deuda – demuestren que las reestructuraciones de deuda son necesarias” (véase el Observador de Primavera de 2019).