La Estrategia de acciones ecológicas (GES, por su sigla en inglés), la emblemática política climática de la Corporación Financiera Internacional (CFI), el brazo de inversión privada del Banco Mundial, se enfrentó a un retroceso temporal tras los debates de la Junta Directiva de la CFI en mayo, lo que dio lugar a otra ronda de consultas sobre el proyecto de versión de la estrategia, según los activistas de la sociedad civil.
La GES fue anunciada por el director ejecutivo de la CFI, Philippe Le Houérou, en vísperas de las Reuniones Anuales del Banco Mundial y el FMI en Bali, Indonesia, en octubre de 2018 (véase el Observador de Invierno de 2018). La política requeriría que los nuevos clientes intermediarios financieros (IF) de la CFI (es decir, bancos comerciales, empresas de capital privado y compañías de seguros) se comprometieran a reducir o salir de sus inversiones en carbón durante un período definido. La propuesta de política fue, en parte, una respuesta a la defensa sostenida de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) en los últimos años, que ha documentado vínculos entre las inversiones de la CFI a través de IF y la construcción de nuevas centrales eléctricas de carbón (véase el Observador de Invierno de 2017 y el de Invierno 2017-2018).
Según un blog de julio publicado en el sitio de noticias Devex por David Pred de la OSC Inclusive Development International (IDI), con sede en Estados Unidos, y Nezir Sinani, del Bank Information Center Europe, con sede en Países Bajos, “La junta directiva del Grupo Banco Mundial se reunió en mayo para considerar la propuesta de la CFI. Los observadores dicen que recibió críticas mixtas, con algunos directores expresando entusiasmo y, otros, escepticismo por el hecho de que la fecha límite propuesta (2030) para que los clientes llevaran su exposición al carbón a cero fuera demasiado onerosa”. Se harán nuevas consultas con los IF clientes.
"Es un escándalo que, después de que el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático nos advirtiera de la necesidad de reducir a la mitad las emisiones globales de CO₂ en los próximos doce años o nuestro planeta se disparará hacia una catástrofe climática, algún gobierno se opusiera a un esfuerzo de CFI por alejar el sector financiero comercial de la energía más sucia del mundo".David Pred y Nezir Sinani
Pred y Sinani agregaron: “Simplemente no hay excusa para que el Banco Mundial invierta en bancos que no están listos para dejar de financiar inmediatamente nuevos proyectos de carbón. Y es un escándalo que, después de que el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático nos advirtiera de la necesidad de reducir a la mitad las emisiones globales de CO₂ en los próximos doce años o nuestro planeta se disparará hacia una catástrofe climática, algún gobierno se opusiera a un esfuerzo de CFI por alejar el sector financiero comercial de la energía más sucia del mundo”.
Intermediarios financieros: creciente interés de la CFI y preocupación de las OSC
A pesar de la moratoria de facto del Grupo Banco Mundial sobre la financiación de nuevos proyectos de carbón, presentada en 2013 tras el controvertido préstamo del Banco Mundial para la central eléctrica de carbón Medupi en Sudáfrica (véase el Observador de Primavera de 2019), activistas de la sociedad civil ven claramente la cartera de IF de la CFI como un “hueco” a través del cual el Grupo Banco Mundial continúa otorgando financiamiento para nuevos proyectos de carbón.
Sólo en 2018, la cartera de IF de la CFI ascendió a USD 6.400 millones. Según el blog de Pred y Sinani, una investigación de las OSC liderada por IDI, que comenzó en 2016, “ha descubierto flujos financieros ocultos a más de 150 empresas y proyectos de todo el mundo que han violado los derechos humanos, dañado el medio ambiente y acelerado el cambio climático en violación de las Normas de Desempeño sobre Sostenibilidad Ambiental y Social de la CFI”, con más de la mitad de estos 150 proyectos siendo nuevos proyectos de carbón.
A principios de este año se publicó un borrador de la GES para su consulta pública. En una comunicación conjunta a la consulta, diez OSC, entre ellas el Movimiento filipino para la justicia climática y Oxfam Internacional, presentaron sugerencias para mejorar el borrador de la GES. Entre ellas figuraban: aplicar de la GES a todas las inversiones en combustibles fósiles, no sólo al carbón; aclarar aún más qué tipo de instrumentos financieros de la CFI se incluirán en la política; mejorar la transparencia general de las inversiones de la CFI a través de IF a fin de permitir a las OSC supervisar la implementación de la estrategia.
Como señalan Pred y Sinani: “Un informe reciente de Oil Change International encontró que, incluso si la minería del carbón se eliminara inmediatamente, las emisiones de los yacimientos de petróleo y gas ya en funcionamiento producirían más de 1,5°C de calentamiento. Si la CFI es seria, como dice, en cuanto a ayudar a los bancos a eliminar los riesgos relacionados con el clima para 2030, las nuevas normas también deben incluir al petróleo y el gas”.