Dado que el FMI va a publicar su XV Revisión General de Cuotas en las Reuniones Anuales del Banco Mundial y el FMI de octubre, Estados Unidos sugirió que bloqueará las reformas de las cuotas en favor de extender la parte de los ‘Nuevos Acuerdos de Préstamo’, que están diseñados como baluarte del mecanismo de financiación basado en cuotas del Fondo (véase el Update 79 y el Observador de Primavera de 2019).
Las cuotas del FMI se definen como “los bloques de construcción de la estructura financiera y de gobernanza del FMI”, donde la cuota de un “país miembro refleja ampliamente su posición relativa en la economía mundial” y determina su participación en el gobierno ejecutivo del FMI. La fórmula actual utilizada para guiar la distribución de las cuotas se calcula de acuerdo con el PIB (50%), la apertura económica (30%), la variabilidad económica (15%) y las reservas internacionales (5%).
Se supone que las revisiones de cuotas se llevan a cabo cada cinco años. Si bien los países miembros se habían comprometido inicialmente a completar XV revisión en enero de 2014, Estados Unidos utilizó su veto para retrasar la aprobación de la XV revisión de 2010 hasta 2016 (véase el Observador de Invierno de 2016 y el de Otoño de 2015). Además, el retraso de las reformas de 2010 dio lugar a que muchos países de ingresos bajos y medios perdieran una parte sustancial de su poder de voto, como Nigeria en un 41%, Venezuela en un 41%, Libia en un 39% y Sri Lanka en un 34% (véase el Observador de Invierno de 2016).
"La brecha entre las cuotas reales y calculadas debería reducirse de manera constructiva y disminuirse la distorsión estructural de las cuotas".Declaración de China del CMFI, de abril de 2019
Esta revisión se corresponde con una crisis de multilateralismo que envuelve a las instituciones internacionales, que podría intensificarse si el FMI respeta el “acuerdo de caballeros” y nombra a otro europeo como nuevo director gerente (véase el Observador de Verano de 2019).
Trump anula la reforma de las cuotas
La propuesta del Tesoro de Estados Unidos de anular la reforma programada no sólo dejaría sin cambios la cantidad de cuotas del FMI y, por lo tanto, la distribución de los poderes de voto de los países, sino que podría socavar la noción de que el FMI es una institución basada en cuotas donde los países pagan su parte de acuerdo a una fórmula acordada.
En una declaración de abril de 2019, el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, señaló que la preocupación inmediata es garantizar que el FMI tenga suficientes recursos financieros para responder a posibles crisis. Afirmó: “… no vemos la necesidad de un aumento de las cuotas en este momento y apoyamos el cierre de la XV Revisión General de Cuotas lo antes posible”. En respuesta a los comentarios de Mnuchin, Mark Sobel, del Official Monetary and Financial Institutions Forum, con sede en Estados Unidos, especuló que Washington está bloqueando la reforma de las cuotas porque no quiere que Beijing tenga más poder de voto en la junta.
Las líneas de falla expuestas a medida que los derechos de voto exacerban los desequilibrios de poder
El comunicado del G24 de octubre de 2018 instó al Banco y al Fondo a “redoblar esfuerzos para abordar la grave subrepresentación de algunas regiones y países” (véase el Dispatch Annuals 2018). Su comunicado de abril, que se hizo eco de las viejas demandas de la sociedad civil, declara: “Reiteramos además nuestro viejo llamamiento de un tercer presidente para África Subsahariana para mejorar la voz y la representación de la región” (véase el Dispatch Annuals 2018).
En una declaración del Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI) en nombre de Bangladesh, Bután, India y Sri Lanka, en octubre de 2018, se señaló que la última actualización de los datos basada en la fórmula actual reveló que, si bien la participación real de los mercados emergentes y las economías en desarrollo en la combinación del PIB se mantuvo en el 50,4%, su cuota calculada ha caído al 42,4%, “lo que indica la incapacidad de la fórmula actual para captar la posición real de los mercados emergentes y los países en desarrollo en la economía mundial”. China se sumó a la creciente demanda de reforma de las cuotas, señalando en su declaración del CMFI de abril que “la brecha entre las cuotas reales y calculadas debería reducirse de manera constructiva y disminuirse la distorsión estructural de las cuotas”.