El 9 de marzo, la junta directiva del Banco Mundial aprobó un paquete de reformas para el Panel de Inspección (PI), su mecanismo independiente de rendición de cuentas (MIRC), concluyendo un largo proceso de revisión que comenzó en 2017.
El paquete incluye medidas para que se otorgue a la PI una función independiente de solución de controversias, competencia para supervisar los planes de acción de gestión y una ampliación del periodo para que las comunidades afectadas presenten reclamos. Estas reformas reflejan viejos llamamientos de sociedad civil para que el Banco Mundial suba los estándares de rendición de cuentas de acuerdo con los MIRC de otras instituciones de financiamiento del desarrollo (véase el Observador de Invierno de 2018). El paquete también incluye la creación de una oficina de rendición de cuentas, denominada Mecanismo de Rendición de Cuentas del Banco Mundial, que incluirá al PI y a la nueva oficina de solución de controversias.
La decisión de la junta de marzo, que inicialmente se esperaba para octubre del año pasado, llegó tras un estancamiento de dos años entre los miembros de la junta sobre las reformas propuestas (véase el Observador de Invierno de 2019).
En respuesta, las organizaciones de la sociedad civil emitieron una declaración conjunta en marzo, en la que afirman que “acogen con cautela” el paquete de reformas y subraya que su eficacia sigue dependiendo del “compromiso del Banco Mundial para garantizar la independencia del nuevo Mecanismo de Rendición de Cuentas”.