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Genera preocupaciones el nombramiento de la “madrina de la austeridad” para puesto de economista jefe del Banco Mundial

31 julio 2020 | Traducción:Gustavo Alzugaray

Carmen Reinhart (L), profesora del Sistema Financiero Internacional de la Universidad de Harvard; participa en América Latina: preparación para el seminario Leaner Times durante las reuniones anuales 2013 del FMI y el Banco Mundial en Washington, 10 de octubre de 2013. Crédito: Yuri Gripas

El 20 de mayo el presidente del Banco Mundial, David Malpass, anunció que la profesora de Harvard Carmen Reinhart reemplazaría a Pinelopi Goldberg como economista jefe del Banco. El nombramiento se debe a la salida anticipada de Goldberg del Banco en marzo (véase el Observador de Primavera de 2020).

Antes del nombramiento, Reinhart fue profesor del sistema financiero internacional en la Kennedy School of Government de Harvard. Anteriormente, se desempeñó como asesora experta de políticas y subdirectora en el FMI y vicepresidenta y economista jefe del banco de inversión Bear Stearns, un cargo que también ocupó por Malpass.

Reinhart asume la posición en medio de la pandemia de Covid-19, ya que el mundo se enfrenta a la peor recesión desde la Gran Depresión y pide que abunden los estímulos fiscales sostenidos (véase el Dispatch de Primavera de 2020). En este contexto, su nombramiento ha suscitado preocupaciones debido a su pasado apoyo a las políticas de austeridad.

Para el Banco Mundial ... necesitará un mayor nivel de integridad para ser creíble.Jayati Ghosh, Jawaharlal Nehru University

Reinhart es conocida entre los economistas por su desacreditado trabajo de modelización de la deuda pública junto a su compañero de Harvard Kenneth Rogoff, en su artículo de 2010 titulado Growth in a Time of Debt.

El documento afirmaba que cuando la deuda de un país sube a más del 90% del PIB, el crecimiento económico se ve ralentizado en un 0,1%. Reinhart y Rogoff argumentaban que la deuda pública hace que las economías se contraigan bruscamente, lo que a su vez hace que la deuda sea insostenible y ocasione el impago. Para evitar este destino, en una pieza del Financial Times de 2010, recomendaron que los países endeudados endurecieran la política fiscal, advirtiendo que “los países que no hayan sentado las bases para el ajuste lo lamentarán”.

El texto fue considerado increíblemente influyente en la configuración de los debates sobre políticas pro-austeridad tras la crisis financiera mundial de 2008, en particular en los programas de préstamos de la Troika (el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el FMI) para Grecia durante su crisis de deuda soberana (véase el Observador de Otoño de 2018). El sitio web de noticias de Estados Unidos Business Insider destacó en 2014 que: “Su investigación es frecuentemente citada como una de las inspiraciones para las medidas de austeridad, con defensores de alto perfil … citando durante los debates clave sobre la necesidad de un endurecimiento presupuestario de la zona euro”. Un artículo del Financial Times de 2013 describió a Reinhart y Rogoff como “madrina y padrino intelectuales de la austeridad”.

El ex canciller del Reino Unido George Osborne utilizó el documento como justificación para el despliegue de la austeridad cuando estaba en el gobierno (incluso después de que fuera desacreditado). Al documento se le acredita además su influencia en la política de frenos de deuda a largo plazo de Alemania.

En 2013 un estudiante de doctorado en economía descubrió que el artículo incluía errores importantes, lo que sesgaba significativamente los resultados. De hecho, las correcciones mostraron que los países con ratios de deuda del 90% ven crecer a sus economías un 2,2%, en lugar de disminuir un 0,1%. El FMI refutó también las conclusiones en un documento de 2014, por no encontrar evidencia de la existencia de un “umbral mágico” para la deuda “por encima del cual las perspectivas de crecimiento a mediano plazo se ven dramáticamente comprometidas”. A pesar de esto, Reinhart y Rogoff defendieron su trabajo en un artículo del New York Times, y mantuvieron sus afirmaciones de que la alta deuda frena el crecimiento.

A medida que la pandemia siga causando estragos en la economía mundial, los observadores seguirán de cerca cómo el liderazgo de Reinhart da forma al enfoque del Banco Mundial en este momento crítico.

Durante una entrevista de mayo para The Harvard Gazette, Reinhart notó su apoyo a un estancamiento temporal de la deuda, a pesar de la negativa del Banco Mundial a ofrecer la suspensión de la deuda en sus propios préstamos.

El economista Jayati Ghosh destacó que, “en tiempos de crisis, las instituciones mundiales deben estar dirigidas por personas con un alto nivel de credibilidad” y agregó que, “en el caso del Banco Mundial, que establece principios para el desarrollo y las condicionalidades de los préstamos, será necesario un mayor nivel de integridad y de confianza en los países en desarrollo para ser creíble”.