El Banco Mundial publicó los resultados de una muy esperada revisión externa del marco de responsabilidad ambiental y social de la Corporación Financiera Internacional (CFI), el brazo de préstamos al sector privado del Banco Mundial, el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI), su brazo de garantías del sector privado, y su mecanismo independiente de responsabilidad, el Defensor del pueblo (CAO, por su sigla en inglés).
La revisión se realizó a raíz de las preocupaciones generalizadas que suscitó la rendición de cuentas de la CFI y el OMGI en los últimos años. Se hizo público, en parte, porque el fortalecimiento de las salvaguardias y la rendición de cuentas en la CFI era una condición previa para la aprobación del aumento de capital de la CFI por parte del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que supervisa la participación de Estados Unidos en los bancos multilaterales de desarrollo (véase el Observador de Invierno de 2019).
Los resultados del examen han sido anticipados con entusiasmo por las comunidades afectadas por las actividades de la CFI y el OMGI y los grupos de la sociedad civil. El impacto perjudicial de las inversiones de la CFI y el OMGI sobre los derechos humanos de los más vulnerables, como en Guatemala (véase el Observador de Verano de 2020), ha sido ampliamente documentado. El informe Suffering of others de Oxfam de 2015 y la publicación de Outsourcing development, de Inclusive Development International de 2016, proporcionan ejemplos claros de los impactos sociales y ambientales negativos de las inversiones de la CFI y demuestran lo que está en juego a medida que se considera la implementación de la revisión. Estas preocupaciones se han visto agravadas por la pandemia de Covid-19, tal como señaló una carta abierta de mayo al Director General de la CFI, Philippe Le Houérou, firmada por más de 40 organizaciones mundiales de la sociedad civil, entre ellas la organización laboral y de derechos de la mujer Maquila Solidarity Network y la organización camboyana de derechos humanos Equitable Cambodia, que exige que se priorice el interés público sobre el sector privado.
Insto a la Junta a implementar plenamente estas recomendaciones, que ... asegurarán reformas políticas críticas para las comunidades vulnerablesMaxine Waters, presidente del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de los Estados Unidos
Según el anuncio de octubre de 2019, se acordó que se llevara a cabo una revisión, “a medida que la CFI y el OMGI buscan aumentar la inversión privada y crear mercados en los entornos más desafiantes”. La revisión y sus recomendaciones serán consideradas por la junta ejecutiva del Banco Mundial.
El Congreso de Estados Unidos y la sociedad civil advierten sobre la dilución de las recomendaciones
A inicios de este año la congresista estadounidense, Maxine Waters, presidente del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Justicia, condicionó el apoyo de su comité a la ampliación de capital de la CFI a una serie de reformas destinadas a fortalecer el desempeño ambiental y social de la CFI, así como su sistema de rendición de cuentas (véase el Observador de Verano de 2019). Uno de estos compromisos fue la divulgación oportuna del informe final del equipo de revisión independiente, que es esencial para un proceso de consulta pública bien informado. En respuesta a la revisión externa, la congresista Waters señaló: “Me complace ver que la CFI ha seguido su compromiso de divulgar el informe del Panel de Revisión. La revisión fue llevada a cabo por destacados expertos en desarrollo del sector privado, funciones de cumplimiento, solución de controversias y gobernanza e incluye un análisis exhaustivo de las lagunas en los sistemas actuales de la CFI, así como recomendaciones reflexivas para abordarlas. Insto a la Junta a que aplique plenamente estas recomendaciones, lo que conducirá a un sistema más sólido que solidifique el papel de la CFI como líder mundial entre las instituciones de financiación del desarrollo y asegure reformas políticas críticas para las comunidades vulnerables”.
Además de las comunicaciones temáticas separadas, el 12 de septiembre, 46 organizaciones de la sociedad civil, entre ellas la Federación Nacional de Nacionalidades Indígenas de Nepal y el Observatorio Yemení de Derechos Humanos, presentaron una carta a las juntas ejecutivas de la CFI y del OMGI en la que se describió al informe como, “innovador en el campo de la rendición de cuentas sobre el financiamiento del desarrollo, tanto en su minuciosidad como en su análisis a nivel de sistemas”. La carta insta a las juntas a “respaldar el informe como el mínimo exigido para la aplicación” y, haciéndose eco de la congresista Waters, advierte contra una dilución del informe y sus recomendaciones, subrayando que “cualquier desviación de las recomendaciones propuestas por la IFC/el OMGI o el CAO sólo debería considerarse si fortalece aún más el marco de rendición de cuentas”.
La carta dirigida a los directores ejecutivos subrayó un firme apoyo a la conclusión de la revisión de que el CAO es “adecuado para los propósitos” y que debe mantener su independencia, un aspecto clave de la cual es mantener su autoridad para determinar si hay pruebas suficientes para justificar una investigación sobre el cumplimiento. El apoyo de la revisión al CAO fue particularmente bienvenido, ya que ha habido cierta preocupación, en particular a la luz de la demanda judicial en curso contra la CFI en el caso de la central del carbón Tata Mundra (véase el Observador de Otoño de 2020), de que su independencia y capacidades pudieran verse debilitadas. La carta también respaldaba la recomendación de que el CAO informara a la junta ejecutiva, en lugar de a la dirección, como es el caso actual.
Teniendo en cuenta la aplicación de la revisión y sus recomendaciones, la carta señala que el CAO, la CFI y el OMGI deberían tener la tarea de elaborar propuestas para aplicar las recomendaciones que se les aplican y que éstas deberían estar abiertas a consultas. Tal como se recomendó en el examen, el CAO debería tomar la iniciativa en la redacción de la política marco para el CAO, que deberá adoptar la junta ejecutiva.
Una oportunidad para remediar antiguas preocupaciones
Los firmantes de la carta apoyaron con entusiasmo la recomendación de que la CFI y el OMGI adoptaran el principio de “quien contribuye al daño contribuye a la reparación”, ya que ha sido una vieja demanda de la sociedad civil. Tal como se subraya en la carta, “ni siquiera los reclamantes que navegan con éxito por el proceso de la CAO reciben suficiente reparación para los daños sufridos” y agrega “La CFI/el OMGI debe priorizar la implementación de un entorno correctivo que incluya fondos para contribuir cuando se produzcan daños”. El enfoque en la solución está corroborado por la revisión, que subrayó: “Según los informes de monitoreo del CAO, solo el 13% de los proyectos supervisados demuestran acciones satisfactorias por parte de la CFI/el OMGI para remediar el incumplimiento y los daños conexos”. Destacando la necesidad de tomar medidas urgentes sobre la cuestión de las medidas correctivas, una presentación conjunta de las OSC, incluidas las organizaciones indias Nazdeek y Peoples Action for Development, instó a la junta ejecutiva a abordar los viejos reclamos sobre las “abismales” condiciones de vida y de trabajo de las comunidades indígenas que trabajan en las plantaciones de té Assam de India operadas por Amalgamated Plantations Private Limited, en las que la CFI es el segundo accionista más grande (véase el Observador de Invierno de 2017). En la comunicación se pedía que la CFI aplicase la recomendación sobre medidas correctivas “sin demora”. Jolie Schwarz, del Bank Information Center (BIC), con sede en Estados Unidos, subrayó que “la recomendación de que la CFI debe apoyar la reparación es el eje de la revisión que da sentido y efecto a muchas de las otras recomendaciones. Si no se aborda la clara necesidad de medidas correctivas se corre el riesgo de mantener una debilidad crítica en el sistema, que podría socavar cualquier esfuerzo de reforma ulterior”.
También abordando un desafío identificado por las comunidades y socios que las apoyan, la revisión propuso que la CFI y el OMGI participen activamente con las comunidades de base y les atribuye la responsabilidad de asegurar que los clientes divulguen la disponibilidad del CAO para las comunidades y verifiquen que se ha hecho mediante encuestas a las comunidades afectadas. Para ayudar a garantizar una mejor participación de la comunidad, en la revisión se recomendó que la CFI consultara con los reclamantes sobre el borrador del plan de acción de gestión, tras el informe de cumplimiento del CAO.
UN contexto desafiante requiere una acción audaz
La revisión está llevando a cabo mientras el Banco Mundial redobla sus esfuerzos para “ampliar la inversión privada y crear mercados” a pesar de las viejas preocupaciones de la sociedad civil sobre el enfoque de Maximizar el Financiamiento para el Desarrollo (MFD) del Banco, que busca aprovechar la inversión del sector privado en el desarrollo, aumentando así el protagonismo de la CFI y el OMGI en la cartera de préstamos del Banco (véase el Observador de Primavera de 2020 y el de Verano de 2017). La creciente importancia que se concede a la CFI y al OMGI dentro del MFD y en respuesta a la crisis del Covid-19 (véase el Observador de Verano de 2020) vuelve extremadamente importante una revisión del “papel y la eficacia” del CAO.
La revisión se está llevando a cabo, además, en el contexto de la continua falta de voluntad de la CFI de aceptar la responsabilidad por los daños causados por sus préstamos a la central de carbón Tata Mundra en India (véase el Observador de Otoño de 2020) y otras preocupaciones que siguen siendo planteadas por las personas afectadas negativamente por las inversiones de la CFI.
La sociedad civil teme que la revisión tenga un destino similar a la revisión del conjunto de herramientas del Grupo de Inspección completado en marzo, donde la adopción y aplicación del informe inicial (que carecía de consulta) fue objeto de amplias deliberaciones a puerta cerrada en el Banco Mundial. Según una declaración conjunta de marzo de las OSC, la revisión del Panel de Inspección perdió la oportunidad de adoptar “cambios innovadores que hubieran establecido el estándar para la rendición de cuentas pública en el financiamiento del desarrollo”. En su lugar, se lograron “resultados mixtos”.
Subrayando la necesidad de evitar un destino similar al de la revisión del conjunto de herramientas del Panel de Inspección, Schwarz subrayó que “la credibilidad y los conocimientos especializados aportados a esta revisión han dado lugar a un paquete serio de reformas que deberían ser respaldadas por la Junta en su conjunto. Las recomendaciones a nivel de sistemas no lograrán el resultado previsto de fortalecer todo el sistema si se toman de a poco, según lo que sea políticamente conveniente”.
Además de exigir la adopción completa de las recomendaciones de la revisión, las comunicaciones de expertos de las OSC sobre la revisión identificaron la necesidad de la divulgación pública y la consulta sobre los documentos elaborados para apoyar su aplicación como imperativos para el cumplimiento de su promesa.
El contexto actual y los desafíos a los que se enfrentan la CFI, el OMGI y, de hecho, las comunidades afectadas por sus acciones, requieren un liderazgo audaz y una acción rápida.