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La sociedad civil alerta sobre el respaldo continuo del FMI a la austeridad en medio de la pandemia

20 noviembre 2020 | Traducción:Gustavo Alzugaray

Los cortes matan. Credito: Jason, Flickr.

Las organizaciones de la sociedad civil (OSC) están cada vez más preocupadas de que el FMI siga incluido metas estrictas de consolidación fiscal en sus programas de préstamos, a pesar de la profundización de la crisis sanitaria y económica mundial provocada por la pandemia de Covid-19.

En una carta de octubre, más de 450 OSC y académicos, entre ellos la Campaña Brasileña por el Derecho a la Educación y la prominente economista feminista Stephanie Seguino, cuestionaron la continua adhesión del Fondo a tales objetivos, ya que las consecuencias económicas de la pandemia siguen empeorando.  Según la carta, “una y otra vez, una consolidación fiscal rígida y rápida condicionada en los programas del FMI ha significado recortes devastadores en las inversiones en salud y educación, pérdidas de pensiones y protecciones sociales que se han ganado con esfuerzo, congelaciones de salarios públicos, despidos y aumento de las cargas de trabajo de cuidado no remunerados. En todos los casos, son las personas más vulnerables de las sociedades las que soportan la peor parte de estas reformas, mientras que la élite, las grandes empresas y los acreedores disfrutan de los beneficios”.

A pesar de que la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, pidió públicamente una recuperación “más ecológica, inteligente y justa” de la pandemia de Covid-19, varios programas de préstamos recientes del FMI, así como el lenguaje del FMI en los acuerdos y análisis de financiación de emergencia, siguen pidiendo un retorno “rápido» a la consolidación fiscal tan pronto como el pico de la crisis haya pasado. Egipto, Ucrania (véase el Observador de Verano de 2020), Sudáfrica (véase el At Issue de Verano de 2020) y Ecuador han acordado nuevos programas con el Fondo que implican severas medidas de austeridad. A las OSC también les preocupa que un próximo programa del FMI para Líbano incluya importantes medidas de austeridad (véase el Observador de Otoño de 2020). Bosnia y Herzegovina (BiH) y Costa Rica han presentado nuevas solicitudes de programas del FMI que no son de emergencia en los últimos dos meses y los informes de noticias ya indican que este último país se comprometerá a tomar severas medidas de consolidación fiscal.

¿Cómo nos aseguramos de que no volvamos a lo mismo de siempre? Porque durante 25 años eso no nos ha llevado a ninguna parte. Tenemos que empezar a invertir en lo que este país necesita urgentemente: atención médica, educación y un entorno limpio.Nela Porobić Isaković, Women’s International League for Peace and Freedom

Al comentar sobre la solicitud de BiH, Nela Porobi´c   Isakovi´c, de la Women’s International League for Peace and Freedom dijo: “Los préstamos del FMI han llegado durante mucho tiempo con medidas de austeridad dirigidas al sector público y, ahora, las nuevas negociaciones carecen de transparencia. Es una verdadera fuente de preocupación para los ciudadanos de Bosnia y Herzegovina: ¿A dónde va el dinero, cómo se pagará lo pagará y cómo nos aseguramos de que no volvamos a lo mismo de siempre? Porque durante 25 años eso no nos ha llevado a ninguna parte. Tenemos que empezar a invertir en lo que este país necesita urgentemente: atención médica, educación y un entorno limpio”.

La continua dedicación del Fondo a la consolidación fiscal en medio de crecientes crisis económicas y de deuda en todo el Sur Global ha vuelto a poner en el punto de mira las posibles consecuencias sociales negativas de las condiciones de préstamo del FMI, un pecado capital del Fondo a los ojos de sus críticos. Dado que el FMI seguirá desempeñando un papel central en la respuesta a la Covid-19 en muchos países afectados por la crisis, la carta de la OSC pide que se cierre finalmente para siempre el oscuro capítulo sobre la austeridad condicionada por el FMI. Y agrega que esto significa “evaluar sistemáticamente los impactos de las reformas de la política fiscal en la desigualdad económica y de género y rechazar aquellos que tienen impactos sociales negativos”. Al mismo tiempo recomienda una serie de otras medidas de política.