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Préstamo del Banco Mundial a India empuja al sector privado a la educación al tiempo que millones de niños dejan la escuela

20 noviembre 2020 | Traducción:Gustavo Alzugaray

Aula en curso de verano en Chennai, India. Foto: DFID, Pippa Ranger

El 24 de junio el Banco Mundial aprobó el programa de préstamos Strengthening Teaching-Learning and Results for States (STARS) de USD 500 millones en seis estados de India. El programa amplía las iniciativas privadas y las asociaciones en el sistema educativo, así como la aplicación de amplias reformas a las evaluaciones del aprendizaje.

El préstamo contiene disposiciones para facilitar un marco nacional para las asociaciones con actores no estatales, incluso del sector privado, una estrategia cada vez más defendida por el Banco Mundial como parte de su enfoque de Maximizar el Financiamiento para el desarrollo (véase el Observador de Primavera de 2020, el de Invierno de 2018 y el de Otoño de 2017). Un informe de junio de Oxfam India, sin embargo, concluyó que el proyecto “amenaza con una desviación significativa de los fondos de los contribuyentes indios a una serie de actores privados, introduce la privatización de la educación en seis de los estados del país y cambia el encuadre para el compromiso del sector privado con la educación en India en su conjunto”.

El programa coincidió con la aplicación por parte del gobierno de India de su primera nueva Política Nacional de Educación en 34 años. La política ha suscitado la preocupación de que una mayor participación del sector privado socavará la capacidad estatal para impartir educación en India, especialmente la educación equitativa para las niñas, ya que la crisis de Covid-19 ha impedido que millones de niños accedan a la escuela durante el confinamiento nacional.

"las desigualdades sistémicas en la educación de India, tal como quedó de manifiesto con la pandemia, no se están abordando en el Proyecto STARS”Carta al Banco Mundial con 1.400 firmas

Kiran Bhatty, del Centro para la Investigación de Políticas, escribió en el periódico indio The Hindu en junio que el Banco Mundial “tiene la idea equivocada de que la capacidad estatal debe construirse dando un papel más importante a los actores no estatales y aumentando el uso de la tecnología. Ambas premisas están equivocadas, ya que no contribuyen a la capacidad del Estado para ofrecer una mejor educación”.

En junio una carta firmada por 1.400 grupos e individuos, entre ellos la Coalición Nacional para la Educación y el Foro Nacional de Equidad Juvenil de India, subrayó que el préstamo socavaba la Ley sobre el Derecho a la Educación de India y pidió al Banco Mundial que pospusiera el préstamo hasta que tuviera en cuenta sus preocupaciones. Destacó además que “las desigualdades sistémicas en la educación de India, tal como quedó de manifiesto con la pandemia, no se están abordando en el Proyecto STARS”. La carta, dirigida a Hartwig Schafer, vicepresidente de la Región de Asia Meridional en el Banco Mundial, le insta a reconsiderar las asociaciones con actores no estatales, a elaborar planes concretos para promover la equidad y priorizar la ampliación de la capacidad estatal.

Covid-19 exacerba las preocupaciones por la privatización de la educación

La Covid-19 ha sacado a 1.500 millones de niños y niñas de la escuela en todo el mundo, mientras que los sistemas educativos se enfrentan a crisis de financiación pública, y el Banco Mundial prevé nuevos recortes del 10% en los presupuestos de educación a nivel mundial para 2021 debido a la pandemia. A pesar de ello, se ha planteado la preocupación de que el Banco Mundial esté dando “dos pasos atrás” al expresar su apoyo al sector privado en la educación durante la crisis de Covid-19 (véase el Observador de Verano de 2020).

Según un informe de Oxfam International de 2019, más de una quinta parte de los proyectos de educación del Banco Mundial entre 2013 y 2018 incluyeron el apoyo a la educación privada, que ha sido criticada por profundizar la inequidad y violar los Principios de Abiyán sobre el derecho a la educación.

En septiembre, 190 grupos de la sociedad civil firmaron un “llamado de diez puntos de acción para el financiamiento de la educación después de la Covid-19”.El llamado a la acción declara: “La ayuda bilateral y de los organismos multilaterales debe armonizarse y alinearse mejor detrás del fortalecimiento de los sistemas públicos, … considerar la provisión privada como un síntoma de fracaso en lugar de una solución sostenible o equitativa”. El llamado a la acción siguió a una carta de agosto de 275 líderes mundiales, incluido el ex primer ministro del Reino Unido Gordon Brown, instando al FMI y al Banco Mundial, entre otros, a priorizar la educación en la recuperación de la Covid-19, incluso mediante un alivio más significativo de la deuda.