El Banco Mundial canceló el 5 de septiembre su controvertido proyecto de aumento del suministro de agua del Líbano en el río Bisri, en el sur del Líbano. El Banco había suspendido parcialmente el financiamiento en junio por las preocupaciones sobre el hecho de que el gobierno no completara el plan de compensación ecológica y los arreglos para las operaciones y la gestión de la represa, que eran condiciones previas del préstamo. El proyecto se enfrentó a la resistencia continua de la comunidad local y los grupos ambientales en medio de la agitación económica en el Líbano después de su primera cesación soberana en marzo (véase el Observador de Otoño de 2020).
El Banco Mundial acordó cofinanciar la represa con un préstamo de USD 474 millones en 2014, junto con el Banco Islámico de Desarrollo y el gobierno del Líbano. La construcción de la represa, que se completará en 2024, aún no ha comenzado y se cancelaron USD 244 millones en fondos del Banco no desembolsados. Según una hoja informativa del Banco Mundial, se habían “planteado repetidamente” preocupaciones sobre el proyecto desde enero.
La campaña Save the Bisri Valley, cofundada por The National Campaign to Protect the Bisri Valley y el lebanon Eco Movement (LEM) en 2018, lanzó una petición pública en noviembre de 2018 que instó al Banco a cancelar la represa, llamándola “destructiva” y “codiciosa con la tierra”, citando daños al hábitat natural, al patrimonio cultural y a la seguridad. En junio de 2019 el LEM presentó una “solicitud de inspección” del proyecto al Panel de Inspección, el mecanismo de rendición de cuentas del Banco Mundial, que no fue aceptada.
Según el sitio de noticias Arab News, activistas de todo el país establecieron un campamento en un intento de impedir la construcción hasta que el proyecto fue desguazado. “La cancelación del proyecto bisri Dam es muy simbólica para el Líbano porque desafía políticas que han devastado nuestro medio ambiente durante años, a menudo alentadas por instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial”, dijo Roland Nassour, cofundador de la campaña Save the Bisri Valley.