A medida que el Banco Mundial y la comunidad internacional en general buscan respuesta a las crisis de desigualdad, deuda y clima exacerbadas por la pandemia del Covid-19 (véase el Dispatch de Primavera de 2021), la 20ª reposición de la Asociación Internacional de Fomento (AIF-20) ha atraído una gran atención de las organizaciones de la sociedad civil, los sindicatos (véase el Observador de Verano de 2021) y los jefes de Estado.
Los recursos de la AIF, el brazo del Banco Mundial para países de ingreso bajo, se reponen normalmente cada tres años. La 19ª reposición se aprobó en 2019 para el período comprendido entre el 1 de julio de 2020 y el 30 de junio de 2023. Sin embargo, como casi la mitad de los recursos de la AIF-19 se comprometieron durante su primer año en respuesta a la pandemia, se necesitan recursos adicionales “para que los países satisfagan sus necesidades urgentes de desarrollo”. Según el Banco Mundial, el proceso de reposición de la AIF-20, que tiene como objetivo apoyar a 74 países entre julio de 2022 y junio de 2025 “en su recuperación de la crisis del Covid-19 y la transición hacia un desarrollo verde, resiliente e inclusivo”, se completará en diciembre de 2021. La tercera reunión de los subdirectores de reposición de la AIF-20 está programada para octubre, después de las Reuniones Anuales de 2021 del Banco Mundial.
La importancia del proceso de reposición de la AIF-20 fue evidente en la Declaración de Abidján del 15 de julio, respaldada por 13 Jefes de Estado y de gobierno africanos. En el documento, se pidió a los “donantes de la AIF que apoyen una reposición ambiciosa y significativa de la AIF-20 de al menos USD 100 mil millones para fines de 2021”, para ayudar a los países a alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.
Hay poca justificación para desviar recursos de ayuda al sector privado en este momento de crisisOxfam
La Ventana del Sector Privado de la AIF: drenaje de recursos esenciales del sector público durante una crisis
Un punto de especial preocupación en las negociaciones de la AIF-20 es el destino de la Ventana del Sector Privado (VSP) de la AIF. La VSP se estableció en la reposición de la AIF-18 (véase el Observador de Invierno de 2017), con la asignación de USD 2.500 millones de recursos de la AIF a la Corporación Financiera Internacional (CFI) del Banco Mundial, su brazo de inversión del sector privado y el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI), su brazo de seguro de riesgo político. La VSP transformó a la CFI de un contribuyente a la AIF en un receptor neto de recursos de la AIF. La VSP tiene por objeto “catalizar la inversión del sector privado en los países que son únicamente de la AIF, centrándose en los Estados frágiles y afectados por conflictos” y constituye una parte clave de la estrategia de Maximizar el Financiamiento para el Desarrollo del Banco (véase el Observador de Primavera de 2020 y el Verano de 2017).
Un artículo de septiembre del economista Jayati Ghosh y Farwa Sial, de Eurodad, en la revista en línea Project Syndicate criticó la VSP por drenar las escasas finanzas públicas de la AIF durante la pandemia, enfatizando la falta de evidencia sobre el impacto en el desarrollo y “la mala focalización de los proyectos relacionados con el desarrollo en el contexto de las respuestas a la Covid-19”. Reforzando estas preocupaciones, Oxfam recomendó en junio que la VSP se cerrara en la AIF-20 y que los recursos se reorientaran “ya sea para ampliar la ventana de respuesta a la crisis (por ejemplo, para vacunas) o nuevamente a la AIF para… la construcción de sistemas de salud pública, educación o protección social a largo plazo”. Oxfam argumentó que la pandemia es un recordatorio importante de los límites de las soluciones basadas en el mercado. Además subrayó que “hay poca justificación para desviar recursos de ayuda al sector privado en este momento de crisis y que el Banco y sus donantes deberían maximizar las inversiones del sector público a través de la AIF-20”.
En abril Charles Kenny, del Center for Global Development, de Estados Unidos, escribió un blog pidiendo una gran reposición de la AIF-20, pero con la exclusión de la VSP, argumentando que “la Ventana (y la CFI en su conjunto) está particularmente mal diseñada como herramienta de respuesta a las crisis”.
A pesar de las preocupaciones sobre la VSP y los llamamientos hechos en la Declaración de Abidján, el Resumen de los Copresidentes publicado al final de la segunda Reunión de Reposición de la AIF-20, los días 28 y 30 de junio, hace varias referencias a la VSP, así como al papel clave del sector privado, y limita los escenarios de financiamiento de la AIF-20 a un límite máximo de USD 95.000 millones, de los cuales USD 24.900 millones estarían compuestos por nuevas contribuciones de donantes.