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El análisis del Banco Mundial y el FMI sobre el impacto del IVA en el género es insuficiente

14 octubre 2021 | Traducción:Gustavo Alzugaray

An unidentified woman buying in a typical grocery shop on Jan 27, 2004 in Ilakaka, Madagascar.

An unidentified woman buying in a typical grocery shop on Jan 27, 2004 in Ilakaka, Madagascar. Credit:

Las organizaciones de la sociedad civil (OSC) han pedido durante mucho tiempo al Banco Mundial y al FMI que se aseguren de considerar los impactos en el género de sus propuestas de política tributaria, ya que tienen el potencial de exacerbar la desigualdad de género. Una preocupación particular para las OSC es el impacto desproporcionado que tienen los aumentos del impuesto al valor agregado (IVA) en las mujeres (véase el informe The IMF, gender equality and VAT).

Tanto el FMI como el Banco Mundial parecen estar dando pequeños pasos para considerar el impacto del IVA en las mujeres. Por ejemplo, en junio, un blog conjunto del Banco Mundial, el FMI y la OCDE señaló los efectos de ciertos tipos de aumentos del IVA en las mujeres. Destacó que “la naturaleza de base amplia del IVA puede elevar el precio de los servicios, incluidos los que sustituyen a los servicios domésticos. Esto puede crear un desincentivo para que las mujeres trabajen”. Además, dentro del marco de evaluación de la política tributaria (TPAF, por su sigla en inglés) del FMI, se ha incluido un nuevo recuadro que pregunta: “¿El IVA impone un sesgo de género?”

Si bien es un avance positivo en los esfuerzos del Banco y el Fondo para establecer un análisis de género de sus prescripciones y condiciones de política, estas iniciativas no se relacionan plenamente con las recomendaciones y pruebas proporcionadas por los grupos de derechos de las mujeres y ONU Mujeres. En el mencionado TPAF, el FMI señala que “si el IVA está sesgado a favor o en contra de las mujeres… depende de diversos aspectos, incluidos los diferentes patrones de consumo de hombres y mujeres, así como la elección de los bienes y servicios cubiertos por el IVA. Evaluar esto puede ser complicado e, incluso, conceptualmente no sencillo”. Sin embargo, esto parece ignorar la evidencia sustancial reunida por las OSC y los académicos que demuestran cómo el IVA afecta desproporcionadamente a las mujeres.

Las instituciones financieras internacionales continúan ignorando o negando los efectos regresivos de los impuestos al consumo como el IVA sobre las personas de bajos ingresos.Kathleen Lahey, Queens University, Canada.

Además, las prescripciones del Banco y del Fondo a nivel de país no tienen en cuenta las preocupaciones mencionadas, ya que ambas siguen promoviendo el uso de impuestos regresivos. Un préstamo del Banco Mundial para el financiamiento de políticas de desarrollo a Nigeria en 2019, destinado a apoyar los esfuerzos de consolidación fiscal del gobierno para reducir su déficit, que incluyó acciones previas, como el aumento del IVA y los ingresos del impuesto sobre la renta, demuestra la tendencia. Éste no incluyó un análisis del impacto de medidas como la introducción de una tasa de IVA del 8% a productos derivados del petróleo para las mujeres (véase el informe Learning lessons from the Covid-19 pandemic). “Las instituciones financieras internacionales continúan ignorando o negando los efectos regresivos de los impuestos al consumo, como el IVA, en aquellos con bajos ingresos. Por ejemplo, la investigación contemporánea ahora se centra en la afirmación de que el IVA es realmente progresivo cuando se incluye al sector informal en el análisis de impacto distributivo”, señaló Kathleen Lahey, de la Queens University de Canadá.

Las condicionalidades del FMI y el Banco Mundial a menudo obligan a los gobiernos a aumentar los impuestos regresivos, como el IVA, que las OSC y los académicos han demostrado tienen un gran impacto para los pobres y, especialmente, para las mujeres. Las OSC han expresado durante mucho tiempo su preocupación de que ambas instituciones dependen demasiado de los impuestos regresivos, sin medir de manera sistemática sus impactos distributivos y de género (ver el Dispatch de Primavera de 2019 y el de Anuales de 2017). Esta tendencia también se ha reflejado en los programas de préstamos del FMI acordados en el contexto de la Covid-19. La investigación realizada por la OSC belga Eurodad, publicada en octubre de 2020, constató que de los 59 programas de país analizados, 39 se comprometieron con el FMI a aumentar la proporción de los impuestos indirectos, en particular el IVA, en los ingresos totales del Estado (véase el Observador de Invierno de 2020).