Sesenta grupos de la sociedad civil de 24 países unieron fuerzas el 15 de octubre para un Día Mundial de Acción contra el FMI y el Banco Mundial durante las Reuniones Anuales del Banco Mundial y el FMI de 2021 (véase el Dispatch Annuals 2021). Protestaron contra la agenda de recuperación de las Instituciones de Bretton Woods (IBW), por preocupaciones de lavado verde y captura empresarial a través, entre otras cosas, del marco de Desarrollo Verde, Resiliente e Inclusivo (GRID, por su sigla en inglés) del Banco Mundial.
El coorganizador IBON International, una red global de la sociedad civil que trabaja en democracia y desarrollo, escribió que “el GRID recorre el mismo camino de las asociaciones público-privadas, los informes Doing Business descontinuados y la Maximización del Financiamiento para el Desarrollo: todos defienden la captura empresarial del desarrollo” (véase el Observador de Invierno de 2021, el de Primavera de 2020, el de Verano de 2019; y el informe The World Bank’s Privatization Push). En el mismo artículo, Beverly Longid, coordinadora del Movimiento de pueblos indígenas para la autodeterminación y la liberación, pidió “cambios sistémicos para el desarrollo centrado en las personas”. El evento también generó preocupaciones en torno a la creciente carga de la deuda en los países en desarrollo (véase el Observador de Invierno de 2021), las condicionalidades de los préstamos, la emergencia climática y la oposición del Banco a la exención de la propiedad intelectual para las vacunas contra el Covid-19 (véase el Observador de Primavera de 2021). IBON condenó “la continua promoción por parte del FMI y el GBM de la monopolización empresarial de vacunas y tecnologías”.
La declaración adjunta del Día de Acción Global destacó el continuo refuerzo de las IBW de un “régimen neoliberal” que afianza la explotación, la desigualdad y el despojo en favor de las empresas multinacionales y sus ganancias. Además, destacó cómo las condicionalidades de los préstamos imponen una carga indebida a los países del Sur Global que luchan contra la pandemia, obligándolos a priorizar los pagos de la deuda y las continuas inversiones extractivas sobre las prioridades nacionales de desarrollo y el gasto en salud (véase el Dispatch Springs 2021).
En cambio, IBON y otros organizadores pidieron la cancelación de la deuda, una vacuna popular de libre disponibilidad y el fin del “régimen de políticas de privatización, desregulación, liberalización y desnacionalización”. Los participantes destacaron que una agenda de desarrollo transformadora y centrada en las personas debe incluir “la apropiación democrática de las trayectorias económicas actuales y futuras” y la solidaridad mundial continua con los movimientos de trabajadores, mujeres, indígenas y pobres.