Con la creciente alarma por los niveles de deuda insostenibles generalizados y las trayectorias divergentes de recuperación de la pandemia, un grupo de más de 250 organizaciones de la sociedad civil (OSC) y expertos ha pedido al directorio ejecutivo del FMI, en una carta pública, que elimine los dañinos recargos antes de las Reuniones de Primavera del Banco Mundial y el FMI de 2022. Los signatarios expresaron su seria preocupación de que “el FMI continúe cobrando tarifas punitivas a los países que enfrentan problemas de deuda mientras luchan contra los efectos de la pandemia” y exigieron “la suspensión inmediata o la eliminación total de esta política”, en línea con los llamados anteriores de expertos en desarrollo, economistas, OSC y gobiernos de que “los recargos deben desaparecer”.
Los recargos son gravámenes que el FMI agrega a préstamos particularmente grandes y de largo plazo, que costarán a los países en dificultades de deuda un estimado de USD 7.900 millones en los próximos seis años (véase Al interior de las instituciones, ¿Qué son los recargos del FMI?). La iniciativa de las OSC se ve reforzada por una serie de artículos e informes recientes que han señalado que los recargos son “contraproducentes e injustos” y socavan la sostenibilidad de la deuda (véase el Observador de Invierno de 2021, el de Verano de 2021 y el Dispatch Annuals 2021). La carta destaca que los recargos “ponen en peligro la recuperación de los países que enfrentan graves dificultades económicas”, al tiempo que “convierten la pandemia en una oportunidad de obtener ganancias para el FMI”.
Una discusión del directorio del FMI de diciembre de 2021 reveló opiniones divididas: La mayoría de los directores ejecutivos señalaron su apertura a una revisión holística de la política, mientras que otros solo apoyaron el alivio temporal, mientras que un pequeño grupo se negó a considerar cualquier revisión de la política. Con Ucrania devastada por la guerra como uno de los principales pagadores de recargos, la postura de bloqueo de Estados Unidos está recibiendo el rechazo interno de los legisladores estadounidenses instando a su gobierno a abolir los recargos e introduciendo un proyecto de ley con ese fin el 8 de marzo (véase el Observador de Primavera de 2022).