Finanzas

Noticias

Entre la espada y la pared: ¿Cómo puede el FMI brindar apoyo en medio del estancamiento de la reestructuración de la deuda?

5 mayo 2023 | Traducción:Gustavo Alzugaray

Anti-government protest in Sri Lanka on April 13, 2022 in front of the Presidential Secretariat, April 2022. Credit: AntanO

Se sigue cuestionando la capacidad del FMI para responder adecuadamente a las crisis debido a que la institución enfrenta demoras sin precedentes en la prestación de apoyo financiero a los países con sobreendeudamiento. Chad, Surinam y Zambia están entre los países que recibieron préstamos del FMI casi un año después de alcanzar acuerdos a nivel de personal. Continuando con esta tendencia, Ghana, Sri Lanka y Túnez firmaron acuerdos a nivel de personal el año pasado, pero todavía están esperando la aprobación de la junta del FMI debido a los enfrentamientos entre China y las economías occidentales sobre el alivio de la deuda (véase el Observador de Invierno de 2022).

El FMI está demostrando ser ineficaz tanto en el apoyo a los países al borde del impago como en sus procesos de reestructuración de la deuda (véase el Observador de Otoño de 2022). Pakistán, uno de los cinco mayores deudores del FMI, corre el riesgo de incumplimiento, ya que las reservas de divisas del país se hundieron a menos del equivalente a las importaciones de un mes. A medida que el país enfrenta una crisis financiera cada vez más profunda, está luchando por recibir un segundo tramo de préstamo del FMI debido a la falta de progreso en la consolidación fiscal que exige el FMI (véase el Observador de Verano de 2022, el de Primavera de 2022 y el de Invierno de 2021). De hecho, la dura austeridad ligada a la condicionalidad del FMI exige que Pakistán aumente el IVA al 25%, liberalice los tipos de cambio y aumente las tarifas eléctricas, lo que genera preocupaciones sobre el impacto de tales políticas en los más vulnerables (véase el Observador de Invierno de 2022).

Ghana y Sri Lanka esperan préstamos del FMI de USD 3.000 y USD 2.900 millones, respectivamente, pero desde que anunciaron impagos de su deuda en 2022, su paquete de rescate se firmará sólo después de que éstos se sometan a una reestructuración de la deuda, lo que ha resultado difícil en el Marco Común del G20 (véase el Observador de Invierno de 2020). La brecha entre China y el Club de París se está ampliando aún más, ya que China sigue siendo reacia a ofrecer alivio de la deuda y exige que los bancos multilaterales de desarrollo y los acreedores privados también participen en la reestructuración de la deuda. De hecho, sólo en África, los Estados tienen tres veces más deuda con los prestamistas privados que con China.

Salir del punto muerto de los acreedores

A medida que los préstamos privados se convierten en un componente mucho mayor de la deuda nacional, el FMI debería considerar la posibilidad de utilizar su política de préstamos en mora (NPL, por su sigla en inglés). La política puede aplicarse cuando se presta a un país en incumplimiento de las obligaciones con sus acreedores comerciales y acreedores bilaterales oficiales. Si bien es un gran paso adelante en los préstamos sin verse limitado por acreedores que no cooperan, la política no puede aplicarse a los acreedores bilaterales oficiales si tiene un efecto negativo en la capacidad del FMI para movilizar paquetes de financiamiento oficial en el futuro. Además, dado que los acreedores privados en general no participan en la reestructuración de la deuda (véase el Observador de Invierno de 2021), incluso si acumulan atrasos, se espera que los países paguen esta deuda, utilizando efectivamente los recursos del FMI para pagar a los acreedores privados. Al final, aplicar el NPL implica sopesar un riesgo contra otro: Otorgar a un acreedor poder de veto sobre el financiamiento del FMI, usar recursos del FMI para rescatar a prestamistas privados o arriesgar la capacidad futura del Fondo para financiar sus programas.