Derechos

Comentario

La sociedad civil pide al Banco Mundial y al FMI que salvaguarden el espacio cívico y eviten represalias en torno a las Reuniones Anuales de Marrakech

5 mayo 2023 | Comentario externo | Traducción:Gustavo Alzugaray

Protesters at COP27 in Sharm el Sheikh, Egypt, in 2022. Credit: Oliver Kornblihtt / Mídia NINJA, Flickr

Las organizaciones de la sociedad civil (OSC) esperan enriquecer las discusiones y el debate crítico durante las Reuniones Anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial en Marrakech, Marruecos, en octubre. Sin embargo, este compromiso constructivo solo será posible si las Instituciones de Bretton Woods (IBW) trabajan proactivamente con el país anfitrión para garantizar públicamente que el grave maltrato infligido a la sociedad civil durante las Reuniones Anuales en Bali, Indonesia, en 2018, cuando las autoridades utilizaron la fuerza para silenciar a activistas y voces críticas no se repetirá en Marrakech.

En Bali, un evento paralelo y una reunión de estrategia posterior que buscaba expresar pacíficamente críticas y hacer recomendaciones sobre las políticas del Banco y el Fondo, fueron interrumpidas repetidamente por las autoridades indonesias utilizando tácticas, desde bloquear el acceso al lugar hasta usar fuerza excesiva y detener arbitrariamente a activistas (véase el Dispatch Annuals 2018). No se puede permitir que esto vuelva a suceder.

Si bien los representantes del FMI y el Banco Mundial intervinieron ante las autoridades después de que ya se habían realizado arrestos, las IBW podrían haber hecho mucho más para evitar esta represión utilizando su gran influencia para apoyar el compromiso con la rendición de cuentas y el debate abierto con antelación. Una mirada a las restricciones del espacio de la sociedad civil en la región MENA en general ya plantea serias preocupaciones: docenas de activistas fueron arrestados y acosadosen Egipto durante la COP27 del año pasado y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos está alertando sobre los arrestos de la sociedad civil en Túnez, mientras que el espacio cívico y la libertad de expresión se ven cada vez más socavados en el propio Marruecos. A menos que el Banco y el Fondo actúen ya, en el horizonte asoma otro “Bali”.

El FMI y el banco deberían ponerse en contacto con las organizaciones regionales de la sociedad civil temprano, para hacer un balance de sus muy reales preocupaciones en términos de seguridad de eventos y prioridades con respecto a la situación macroeconómica de la región y los impactos de las IBW.Shereen Talaat, Arab Watch Coalition

El espacio cívico es frágil en la región, el Banco Mundial y el FMI deben actuar para protegerlo

Al organizar las reuniones de Marrakech, el FMI y el Banco Mundial deben aplicar las lecciones aprendidas en Bali para mantener y salvaguardar el compromiso con la sociedad civil, más allá del espacio disponible en los lugares oficiales. Esto solo puede lograrse otorgando la máxima importancia a los derechos humanos, la libertad de expresión y el derecho de reunión, e incorporando estos derechos en todas las políticas de las IBW, especialmente en una región acosada por la inestabilidad y el autoritarismo.

Las OSC piden al Banco y al Fondo que participen proactivamente con las autoridades marroquíes en cuestiones como facilitar las solicitudes de visado y ofrecer un espacio propicio para la libertad de expresión que ayude a los activistas a entablar un diálogo constructivo de manera segura, incluida la celebración de sus propios eventos paralelos para expresar libremente sus opiniones y recomendaciones críticas. El FMI y el Banco deberían ponerse en contacto con las organizaciones regionales de la sociedad civil con la máxima brevedad, para hacer un balance de sus muy válidas preocupaciones y prioridades en materia de seguridad con respecto a la situación macroeconómica de la región y los impactos de las políticas de las IBW.

Las IBW deben garantizar la accesibilidad de la información sobre la agenda, el calendario y la logística de las Reuniones Anuales, así como las políticas y procedimientos relacionados con la participación, tales como el procesamiento de visas y los criterios de aprobación. Es deber de estas instituciones proporcionar una plataforma y un espacio libre para las OSC que garantice que las reuniones estén completamente equipadas y conduzcan a discusiones constructivas.

Se deben tomar medidas para proteger a los activistas de la sociedad civil, durante y después del evento, frente a las represalias por las opiniones que expresan en las Reuniones Anuales. Estas deben incluir la protección contra el acoso, la intimidación y la detención arbitraria por parte de las autoridades.

Para promover un compromiso positivo más allá de la prevención de daños, los representantes del FMI y el Banco Mundial podrían, además, actuar como facilitadores del diálogo entre diferentes organizaciones de la sociedad civil en la región MENA, representantes gubernamentales y partes interesadas del sector privado, para apoyar un intercambio constructivo sobre políticas de desarrollo económico. Por último, debe prestarse especial atención al fomento de la representación inclusiva y la diversidad mediante la promoción de la participación de grupos marginados e infrarrepresentados, como las mujeres, los jóvenes, las personas con discapacidad y las comunidades indígenas, en el Foro de Políticas Relativas a la Sociedad Civil de las Reuniones Anuales y en los eventos oficiales ‘emblemáticos’.

Al tomar estas medidas, las IBW pueden dar por superado el maltrato a los activistas que empañaron sus Reuniones Anuales en Bali. Pueden hacer que Marrakech sea un nuevo comienzo para un compromiso proactivo con la sociedad civil de MENA, que ponga los derechos humanos y la democracia en el centro de sus políticas de desarrollo económico y financiero y conduzca a la creación de sociedades estables, prósperas y equitativas en la región.