El 27 de enero, 50 delegados de 26 países, entre los que había parlamentarios, diplomáticos, académicos y responsables políticos se reunieron en La Habana, Cuba, para discutir la revitalización de la resolución de la Asamblea General de la ONU de 1974 sobre la Declaración de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI). El Congreso fue organizado por Progressive International, una coalición de pensadores progresistas, académicos y responsables políticos, como parte de sus esfuerzos más amplios para crear conciencia sobre el NOEI y “actualizarlo para el siglo XXI”, antes de su 50 aniversario, el próximo año.
El Congreso emitió una declaración en la que subrayó que “el hambre, la enfermedad y la guerra una vez más abruman al mundo y [existe el riesgo] de la extinción de la humanidad en general”,a la vez que celebró las victorias logradas al “combinar un programa de desarrollo soberano … culminado con la adopción del… (NOEI)”.
Mientras el Banco Mundial discute su ‘hoja de ruta de la evolución’ (véase el Observador de Primavera de 2023) y con la reforma de cuotas del FMI, la cual probablemente sea víctima de la geopolítica, la Declaración enfatizó que “las potencias del Norte … buscan preservar su posición jerárquica en el sistema mundial” y pidió un movimiento renovado no alineado, una renovación del NOEI, una afirmación del poder del Sur, el apoyo a Cuba en el G77 y la construcción de un “nuevo bloque planetario”.