Este año se cumple el 30º aniversario del Panel de Inspección (PIN) del Banco Mundial, creado como resultado de la presión popular e internacional sobre el Banco para que abordara los impactos negativos bien documentados de la represa Narmada, financiada por el Banco en India, y otros proyectos similares en comunidades marginadas.
El establecimiento del primer Mecanismo de Rendición de Cuentas Independiente (IAM, por su sigla en inglés) del mundo en el Banco Mundial en 1993 condujo a la creación de mecanismos similares en casi todas las instituciones financieras internacionales (IFI), con las marcadas excepciones del FMI y el Ministerio Federal de Cooperación y Desarrollo de Alemania. El establecimiento del PIN y otros IAM fue un cambio radical en la rendición de cuentas ya que, anteriormente, solo los accionistas y prestatarios tenían canales institucionales y vías para pedir cuentas a las IFI, a diferencia de las comunidades afectadas por sus inversiones. Además, este año se cumple el 75º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) y la fundación del sistema internacional de derechos humanos.
Estos aniversarios tienen lugar mientras el mundo lucha por responder a las crisis múltiples exacerbadas por la pandemia de Covid-19, el empeoramiento de los impactos del cambio climático y la guerra en Ucrania. Esto coincide con los crecientes llamamientos a la reforma de la injusta arquitectura financiera internacional, como lo demuestra la Iniciativa Bridgetown y el creciente consenso sobre la necesidad de una cuarta Conferencia de las Naciones Unidas sobre Financiamiento para el Desarrollo (véase el Observador de Verano de 2023). Las demandas de reformas sustantivas de la gobernanza se contrarrestan con un fuerte enfoque en soluciones ‘técnicas’ y financieras, como la reforma de los marcos de adecuación de capital de los bancos multilaterales de desarrollo, para satisfacer una supuesta brecha de financiamiento para el desarrollo de billones de dólares. Los llamamientos a triplicar el financiamiento multilateral para el desarrollo para catalizar el financiamiento privado, conocidos como la “Agenda de miles de millones a billones” o enfoque “Cascada” reflejada en la Hoja de Ruta de Evolución propuesta por el Banco Mundial, hace evidente este impulso, tal como se describe en una declaración del 5 de julio firmada por 74 organizaciones de la sociedad civil y académicos que destacan las principales deficiencias de la propuesta (véase el Observador de Verano de 2023).
Mientras el Banco Mundial, el FMI y otros accionistas de las IFI celebran el aniversario del sistema internacional de derechos humanos, deben ir más allá de las palabrasUmida Niyazova, Uzbek Forum for Human Rights
Un banco más grande sin marcos en materia de derechos y de reparaciones significa mayores problemas
La propuesta de triplicar el financiamiento de los bancos multilaterales de desarrollo, centrado principalmente en reducir el riesgo de las inversiones del sector privado, junto con las propuestas de delegar la aprobación de proyectos a la administración, probablemente tendrá un impacto significativo en la eficacia y la carga de trabajo de los IAM que ya carecen de personal y recursos, particularmente debido al mayor enfoque esperado en megaproyectos regionales de infraestructura a gran escala e instrumentos de préstamo indirecto. La necesidad de que los sistemas dentro de las instituciones financieras internacionales cumplan sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos y proporcionen reparación a las comunidades afectadas se volverá más acuciante. A pesar de la propuesta expansión del Financiamiento de Políticas de Desarrollo (FPD) en la Hoja de Ruta, el cual queda fuera del marco ambiental y social (MAS) del Banco (véase el Informe, Learning lessons from the Covid-19 pandemic: The World Bank’s macroeconomic policies and women’s rights y Background, What is Development Policy Financing?), esta no incluye al FPD ni al Programa por Resultados dentro del MAS.
La lucha por mejorar la rendición de cuentas de las IFI y el cumplimiento de las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos en el contexto del 75º aniversario de la DUDH enfrenta una dificultad adicional por el hecho de que el FMI carece de un IAM. Esto es particularmente preocupante dada la ampliación de la labor del Fondo para incluir, por ejemplo, el género y el clima. La proliferación de sus programas en el contexto del aumento de la carga de la deuda y un entorno económico mundial desafiante, en el que la austeridad ordenada por el FMI y otras políticas están teniendo graves repercusiones sociales (véase el Observador de Verano de 2020) exacerba esas preocupaciones.
Umida Niyazova, Directora del Uzbek Forum for Human Rights y parte de la campaña Defenders in Development subrayó: “Ya que el Banco Mundial, el FMI y otros accionistas de las IFI celebran el aniversario del sistema internacional de derechos humanos, deben ir más allá de las palabras. Los accionistas deben exigir que todas las IFI establezcan políticas de derechos humanos, integren evaluaciones de impacto ex ante y post hoc sobre los derechos humanos en todos sus programas y garanticen que sus IAM cuenten con los recursos y la estructura adecuados que les permitan cumplir con sus obligaciones en materia de derechos humanos, proporcionando reparaciones y rendición de cuentas a las comunidades afectadas por los préstamos de proyectos y políticas de las IFI”.