Una nueva investigación realizada en septiembre por la organización de la sociedad civil alemana Urgewald reveló que el Grupo Banco Mundial invirtió unos USD 3.700 millones en proyectos de petróleo y gas en 2022, a través del financiamiento comercial. A pesar de las afirmaciones de que se está reenfocando en la transición hacia una economía baja en carbono, la Corporación Financiera Internacional (CFI), el brazo del sector privado del Banco, sigue realizando inversiones que destruyen el clima, incluso en proyectos de petróleo, gas y carbón (véase el Observador de Invierno de 2022). La investigación se centró en el financiamiento comercial proporcionado por la CFI, un instrumento de financiamiento indirecto opaco, que incluye productos financieros complejos, como bonos, acciones y garantías, utilizados por bancos y otras instituciones para garantizar pagos o proporcionar capital a corto plazo a Estados o empresas.
Desde 2019 la CFI ha duplicado la cantidad de financiamiento comercial que ofrece, y ahora representa más del 60% de sus compromisos anuales de financiamiento, pero aún existe una falta de transparencia en torno a cómo se gastan los fondos, ya que más del 70% del financiamiento comercial de la CFI se entrega en secreto. Heike Mainhardt, de Urgewald, afirma: “La forma más fácil para que una compañía petrolera o una operación de carbón oculte fondos públicos es a través de un financiamiento comercial complejo y opaco. Representa una enorme laguna que debe ser cerrada por el Directorio del Banco Mundial exigiendo la divulgación pública de las transacciones de financiamiento comercial y agregando finalmente el carbón, el petróleo y el gas a la lista de exclusión de la CFI para el financiamiento directo e indirecto”. Mientras continúe esta falta de transparencia, el Banco Mundial estará muy lejos de su compromiso declarado de alinearse con el Acuerdo de París (véase el Observador de Verano de 2023 y el de Invierno de 2021).