A finales de octubre, Marruecos obtuvo un préstamo de USD 1.320 millones del Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad (FFRS) del FMI. Establecido en 2022, el FFRS utiliza Derechos Especiales de Giro recanalizados para financiamiento a largo plazo en condiciones concesionarias y tiene como objetivo ayudar a los países de ingreso bajo y medio a abordar los desafíos futuros de la balanza de pagos relacionados con el cambio climático (véase Al interior de las instituciones, What is the Resilience and Sustainability Trust?).
El programa FFRS marroquí prevé 16 reformas en seis pilares. El pilar 2 se enfoca en la reforma del mercado de la electricidad, incluyendo la separación de la empresa pública de electricidad y agua de Marruecos, la Office National de l’Électricité et de l’Eau Potable (ONEE). El FFRS justifica la separación de la generación, la transmisión y la distribución afirmando que permitiría una mayor competencia, impulsaría la inversión en energías renovables y, en última instancia, conduciría a precios más bajos de la electricidad.
Estas reformas se alinean con la nota de orientación operativa del FFRS, incluido el empleo de asociaciones público-privadas (APP) relacionadas con el clima (véase el Observador de Primavera de 2023 y el de Primavera de 2019). Este enfoque genera preocupación porque la desagregación de las empresas estatales puede entrar en conflicto con los objetivos climáticos, al socavar los principios de transición justa (véase el Observador de Verano de 2022 y el de Primavera de 2022). Aunque, a corto plazo, las APP pueden liberar fondos públicos, a largo plazo, los riesgos de deuda pública derivados de pasivos contingentes que podrían materializarse pueden agotar los recursos fiscales para la acción climática y privatizar los beneficios, exponiendo así a los países a tribunales de solución de controversias entre inversores y Estados, conocidos por su sesgo hacia las empresas y su falta de rendición de cuentas democrática (véase el Observador de Primavera de 2023 y el de Verano de 2020).
La sociedad civil marroquí expresa su preocupación por el impacto neocolonial percibido del FFRS en Marruecos, al verlo como una herramienta que favorece los intereses extranjeros a expensas del bienestar de nuestra nación.Shereen Talaat, MENAFem Movement For Economic, Development and Ecological Justice
Este enfoque de las APP también impone costos para los ciudadanos. Es preocupante que la estrategia del FFRS en Marruecos esté vinculada a las reformas fiscales, que elevan los precios del carbono para motivar “cambios de comportamiento” de acuerdo con los objetivos climáticos, al tiempo que se ahorran recursos públicos para el pago de la deuda. En consecuencia, el público asume el costo de reducir el riesgo de los proyectos climáticos para obtener ganancias privadas, enfrentando costos de energía más altos sin el correspondiente apoyo público.
¿Quién gana? El papel del FFRS en la captación internacional del hidrógeno verde
Al concluir el debate del Directorio del FMI sobre el programa FFRS de Marruecos en septiembre de 2023, el subdirector gerente del FMI, Kenji Okamura, afirmó: “Marruecos está bien posicionado para cosechar los beneficios de la agenda mundial de descarbonización”. Pero ¿quién se beneficiará realmente de esta agenda?
Las reformas del FFRS podrían ayudar a impulsar una fiebre del hidrógeno en Marruecos, impulsada por el interés de la UE, tal como se describe en la Estrategia Europea del Hidrógeno 2020. El grupo holandés de expertos Transnational Institute advierte que el impulso “para el hidrógeno verde podría servir a la transición energética de Europa, pero en el norte de África se traducirá en una proliferación de zonas de sacrificio en la región”.
El impacto de la estrategia de la UE en la configuración de las reformas del FFRS de Marruecos se desprende de su alineamiento con el Informe sobre clima y desarrollo de país (CCDR, por su sigla en inglés) de Marruecos, de 2022, del Banco Mundial. El CCDR se centra en facilitar la entrada de inversores europeos en el sector de las energías renovables de Marruecos, por ejemplo, mediante la separación de la ONEE y la mejora del marco jurídico y reglamentario para hacerlo compatible con el mercado de la UE.
En consecuencia, la atención parece centrarse en la utilización de los recursos energéticos renovables de Marruecos en beneficio de Europa. Esta dinámica se puede ejemplificar en proyectos como el proyecto solar y eólico Tan-Tan, gestionado por la empresa británica Xlinks, que tiene como objetivo satisfacer el 8% de las necesidades de electricidad del Reino Unido para 2030. Otros ejemplos incluyen un proyecto francés que cubre 170.000 hectáreas de tierras de propiedad estatal, y la empresa australiana CWP Global que contempla un acuerdo de USD 20.000 millones con Marruecos para un megaproyecto de hidrógeno verde y amoníaco verde.
Shereen Talaat, de la OSC marroquí MENAFem Movement For Economic, Development and Ecological Justice, dijo: “La sociedad civil marroquí expresa su preocupación por el impacto neocolonial percibido del FFRS en Marruecos, al verlo como una herramienta que favorece los intereses extranjeros a expensas del bienestar de nuestra nación. El énfasis en los proyectos de hidrógeno verde, influenciados por entidades externas como el Global Gateway de la UE, genera temor por la explotación y la creación de zonas de sacrificio. Existe el temor de que nuestros recursos de energía renovable puedan ser utilizados en beneficio del Norte Global, haciéndose eco de los patrones históricos de extracción de recursos y colonización que priorizan las ganancias sobre las necesidades de nuestros ciudadanos”.