En medio de una tensa carrera por las elecciones presidenciales de Estados Unidos entre la candidata demócrata Kamala Harris y el candidato republicano Donald Trump, uno de los muchos temas en juego es el papel de Estados Unidos dentro de las Instituciones de Bretton Woods (IBW) – el Banco Mundial y el FMI.
Tal como destacó la ex directora ejecutiva de Estados Unidos ante el Banco Mundial, Karen Mathisen, en un reciente blog publicado por el Consejo de Relaciones Exteriores, las reformas lideradas por Estados Unidos en el Banco Mundial a través de la reciente Hoja de Ruta de Evolución diseñada para crear un sistema de bancos multilaterales de desarrollo más grande (véase el Observador de Primavera de 2024) se han visto socavadas desde dentro, ya que los republicanos estadounidenses en el Congreso han bloqueado repetidamente las solicitudes de financiamiento adicional para el Banco Mundial de la administración Biden.
Un plan para el segundo mandato de Trump, desarrollado por el Heartland Institute, con sede en Estados Unidos, titulado Project 2025 – A mandate for leadership, intensifica aún más los ataques republicanos contra las instituciones multilaterales, incluidas las IBW. En una afirmación que será recibida con burla por los países que actualmente se encuentran bajo el yugo de la austeridad impuesta por el FMI (véase el Observador de Invierno de 2022), el Project 2025 afirma que “el Banco Mundial… y el Fondo Monetario Internacional propugnan teorías y políticas económicas que son contrarias a los principios estadounidenses de libre mercado y gobierno limitado”. El plan pide que Estados Unidos, el mayor accionista de las IBW (véase Background, lMF and World Bank decision-making and governance), se retire de ambas instituciones y ponga fin a sus contribuciones financieras.
[El orden internacional liberal liderado por Estados Unidos, del cual forman parte las IBW] está ahora bajo una fuerte presión, generada tanto desde fuera como desde dentro de Occidente.Walden Bello, Focus on the Global South
Incluso si estas propuestas no se cumplen, hay señales de que las cambiantes realidades geopolíticas están remodelando el panorama de gobernanza de las IBW.
¿El tiempo de los monstruos? La nueva era de juegos de poder amenaza con profundizar las tensiones geopolíticas
El académico y activista filipino Walden Bello afirmó en una conferencia de IDEAS en Río de Janeiro, Brasil, en agosto, que el orden internacional liberal liderado por Estados Unidos, del cual forman parte las IBW, “está ahora bajo una fuerte presión, generada tanto desde fuera como desde dentro de Occidente”.
Bello señaló que, a pesar de las diferencias clave en las agendas de Harris y Trump, desde la perspectiva del Sur Global es difícil escapar a la conclusión de que, sea cual sea el resultado de las elecciones estadounidenses, es probable que veamos una tendencia continua hacia enfoques políticos más introspectivos e insulares por parte de Estados Unidos y Europa. Esto es evidente, por ejemplo, en los continuos recortes a la asistencia para el desarrollo en el extranjero en los principales accionistas de las IBW, como Reino Unido, Alemania y Francia.
A pesar de que se está hablando mucho de un “nuevo Bretton Woods” en los últimos años (véase el Observador de Verano de 2022), la incertidumbre rodea la forma definitiva de un nuevo orden multilateral. Los acontecimientos actuales, incluidas las consecuencias políticas de los sangrientos conflictos en Gaza y Ucrania, la continua expansión de los BRICS, la perspectiva de una crisis de deuda no resuelta del mundo en desarrollo y la escasez de financiamiento concesional y de donaciones para los esfuerzos climáticos y de desarrollo, parecen plantear un escollo a cualquier consenso multilateral renovado.