El 17 de febrero la Corporación Financiera Internacional (CFI), el brazo del Banco Mundial para el sector privado, confirmó que no proporcionará un préstamo de USD 40 millones previsto para apoyar a Abellon Clean Energy Limited (ACEL) en la construcción de cuatro plantas de incineración de residuos para energía (WTE, por su sigla en inglés) en Gujarat, India. La decisión se produce después de nueve meses de campaña por parte de organizaciones de la sociedad civil (OSC) y grupos ambientalistas.

El 26 de junio de 2024 las OSC enviaron una carta a los directores ejecutivos del Banco Mundial en la que se destacaba el incumplimiento del proyecto con las Normas de Desempeño de la CFI, entre otros temas. En una carta de seguimiento a los directores ejecutivos de la CFI, del 21 de agosto de 2024, firmada por 174 OSC y activistas de todo el mundo, se señalaba que las defectuosas Evaluaciones de Impacto Ambiental y Social de la CFI permitieron a la CFI “otorgar [al proyecto] una calificación de riesgo más baja de ‘Categoría B’”, a pesar de que la Junta Central de Control de la Contaminación de India clasificó los incineradores de WTE como una industria ‘roja’ debido a sus enormes riesgos ambientales y sociales.

“Los proyectos de incineración WTE no son más que falsas soluciones climáticas, con devastadores impactos ambientales, de contaminación del aire y de salud”, señaló Chythenyen Devika Kulasekaran, del Centro para la Responsabilidad Financiera de las OSC, con sede en India. “Al invertir en WTE, la CFI está haciendo deliberadamente la vista gorda a las alternativas verdaderas y efectivas. Si el Grupo Banco Mundial está realmente comprometido a abordar la crisis climática, la CFI debe incluir de inmediato a los WTE en su lista de exclusión”.