Los crecientes niveles de deuda y los problemas en Jordania y Filipinas indican que las crisis de la deuda todavía no han quedado atrás. Al tiempo que el FMI considera los cambios en la política, un influyente grupo de estudiosos ha propuesto la creación de un nuevo mecanismo del Fondo para la gestión de la reestructuración de la deuda soberana.
