Mientras el mundo celebra el 75.º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, es hora de que los accionistas del FMI aprovechen las oportunidades que brinda el aniversario y los crecientes llamados a reformar la arquitectura financiera internacional para rediseñar las estructuras de gobernanza y los programas del FMI a fin de garantizar que estén en consonancia con los compromisos esbozados en 1948 y con la legislación internacional en materia de derechos humanos.
