Las medidas de austeridad respaldadas por el FMI mataban de hambre el sector de la salud desde antes de la pandemia, sin embargo, el Fondo continúa prescribiendo una devastadora consolidación fiscal a largo plazo.

Las medidas de austeridad respaldadas por el FMI mataban de hambre el sector de la salud desde antes de la pandemia, sin embargo, el Fondo continúa prescribiendo una devastadora consolidación fiscal a largo plazo.
El Instrumento para la Financiación Mundial, hospedado en el Banco Mundial, tiene por objetivo ampliar la escala de apoyo a la salud sexual y reproductiva, sin embargo continúa siendo motivo de preocupación el que los fondos puedan ser transferidos de los programas existentes.
En febrero de 2015, seis meses después de que la declaración del G20 instó al Banco Mundial y al FMI a dedicar recursos para los países impactados por el brote del Ébola, ambas instituciones anunciaron la creación de nuevos instrumentos económicos para apoyar a los países golpeados por los desastres de la salud pública.
Las condiciones impuestas por el FMI para la concesión de préstamos a Liberia, Sierra Leona y Guinea drenaron los servicios de salud, dañando la capacidad de estos países para manejar la reciente crisis desatada por el virus de Ébola.
La financiación de la salud por parte del Banco Mundial beneficia a las élites adineradas y no a las personas más pobres según una nueva evaluación del IEG y un análisis de Oxfam.
El Banco Mundial ha producido pocos resultados en la salud reproductiva. Es imperativo que al establecer la agenda más allá del 2015, ésta mantenga la financiación y el perfil político de este asunto tan importante para la salud pública.
Una asociación público-privada de salud está empobreciendo y desangrando los recursos del sistema de servicios de salud en Lesoto y afectando a las comunidades rurales donde las tasas de mortalidad están aumentando.
El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, está dando prioridad públicamente a la cobertura sanitaria universal (CSU), sin embargo, los críticos se preocupan porque al mismo tiempo está aumentando el apoyo a las empresas privadas para los servicios de salud.
En el momento en el que el Banco Mundial está a punto de presentar su enfoque energético, todavía sigue defendiendo su participación en proyectos de combustibles fósiles, incluyendo la central eléctrica de Kosovo a base de carbón.
La primera fase de la revisión de las salvaguardias del Banco (ver Boletines 82 y 83) fue extendida hasta mediados de abril de 2013 con consultas globales, e incluye siete áreas emergentes: el cambio climático; la discapacidad; el consentimiento libre, previo e informado (CLPI); el género; los derechos humanos; el trabajo; y la tenencia de la tierra.