La Oficina de Evaluación Independiente del FMI (OEI) encontró que los préstamos de 2010/2011 del FMI con la Troika a Grecia, Irlanda y Portugal no habían tenido la suficiente calidad en la vigilancia, diseño, implementación y toma de decisiones, añadiendo que las controvertidas decisiones habían sido tomadas sin las debidas consideraciones.
