La influencia de las instituciones financieras internacionales no reformadas y los intereses de los acreedores en las soluciones de la deuda en los países de ingreso bajo y medio plagados de retrasos e ineficaces cuando se emprenden.

La influencia de las instituciones financieras internacionales no reformadas y los intereses de los acreedores en las soluciones de la deuda en los países de ingreso bajo y medio plagados de retrasos e ineficaces cuando se emprenden.
Mientras el mundo celebra el 75.º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, es hora de que los accionistas del FMI aprovechen las oportunidades que brinda el aniversario y los crecientes llamados a reformar la arquitectura financiera internacional para rediseñar las estructuras de gobernanza y los programas del FMI a fin de garantizar que estén en consonancia con los compromisos esbozados en 1948 y con la legislación internacional en materia de derechos humanos.
Este año, el 85% de la población mundial vive bajo medidas de austeridad, mientras que las empresas multinacionales y los ricos se han beneficiado de estructuras impositivas privilegiadas y regresividad, lo que ha permitido el aumento de la desigualdad.
Informe de clasificación recientemente publicado sobre las políticas de género y clima de las IFI refleja la creciente frustración con la ceguera de género del banco y el fondo, especialmente la reforma prometida del banco.
Mientras el FMI y el Banco Mundial se mantienen al margen, 50 formuladores de políticas, diplomáticos y académicos de más de 26 países emiten una declaración de La Habana que pide una afirmación del poder del Sur y la construcción de un nuevo "bloque planetario".
La sociedad civil intensifica los llamados para alejarse de las asociaciones público-privadas (APP) con la Declaración de Santiago por los Servicios Públicos.
Los instrumentos de préstamo del FMI no proporcionan financiamiento rápido y a gran escala para la transición climática. La Iniciativa Bridgetown propone un nuevo fideicomiso respaldado por USD 500.000 millones en DEG para el clima y el desarrollo.
La adición del indicador de emisiones acumuladas de carbono en la fórmula de cuotas del FMI daría a los países vulnerables al clima una mayor voz en el FMI.
A pesar de la continua retórica pública sobre la importancia de la participación de la sociedad civil, el Banco aún debe comprometerse a realizar un período de consulta pública sobre su enfoque de alineamiento con París.
Los vínculos entre las altas cargas de la deuda, la falta de financiamiento climático, la austeridad y el aumento de la inestabilidad y la fragilidad políticas, los conflictos y la violencia siguen siendo en gran parte ignorados mientras los accionistas del FMI consideran los llamamientos para una nueva asignación de DEG, tal como se propone en la Agenda de Bridgetown.
La nueva estrategia de incorporación de la perspectiva de género del FMI se esfuerza por incluir las demandas de la sociedad civil, pero no alcanza la visión transformadora, ya que la austeridad sigue siendo la razón de ser del Fondo.
La nota orientativa sobre la brújula de protección social y empleo recientemente publicada por el Banco Mundial crea confusión sobre la definición del Banco de protección social "universal".