A pesar del compromiso del Banco Mundial de dejar de financiar el carbón, persisten una serie de lagunas en sus préstamos a intermediarios financieros que seguirán permitiendo que el financiamiento respalde proyectos de energía a base de carbón.

A pesar del compromiso del Banco Mundial de dejar de financiar el carbón, persisten una serie de lagunas en sus préstamos a intermediarios financieros que seguirán permitiendo que el financiamiento respalde proyectos de energía a base de carbón.
Los países en desarrollo insisten en una larga lista de condiciones mientras el Banco es nombrado anfitrión del nuevo Fondo de Pérdidas y Daños de forma provisional.
El préstamo del Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad de Marruecos por valor de USD 1.320 millones viene acompañado de "condiciones verdes" que pueden facilitar el acaparamiento neocolonial de recursos y una carrera liderada por Europa por el hidrógeno "verde".
A pesar de la retórica altisonante, los intentos del Banco de utilizar el escaso financiamiento concesional para desarrollar carteras de proyectos invertibles para asegurar la descarbonización del sector eléctrico enfrentan obstáculos importantes.
Una nueva investigación de Urgewald revela que el Grupo Banco Mundial invirtió aproximadamente USD 3.700 millones en proyectos de petróleo y gas en 2022 a través de financiamiento comercial.
Un nuevo análisis realizado por Bank Climate Advocates de 300 proyectos constató que la CFI no siguió sus propias directrices sobre “cuantificación de emisiones, análisis de alternativas, mitigación, divulgación y evaluación del impacto de las comunidades afectadas”.
El brazo de seguro político del Banco Mundial proporcionará cobertura de riesgo a las compensaciones existentes si se ven afectadas por las medidas de los gobiernos para regular mejor los esquemas de compensación plagados de problemas.
Es probable que los superficiales parches técnicos propuestos por la Hoja de Ruta de Evolución del Banco Mundial que favorecen la “lógica” del mercado no logren los cambios estructurales necesarios para apoyar a los países prestatarios en medio de las crisis mundiales.
El enfoque del Banco se basa en los planes para el clima nacionales de los países, que actualmente no están alineados colectivamente con el objetivo de temperatura de 1,5 °C.
El Banco Mundial y la CFI continúan promoviendo soluciones falsas a la emergencia climática y ambiental, ayudando a las empresas extractivas a hacer lavado verde con sus impactos ambientales.