Las formas de financiamiento sin deuda son esenciales, ya que muchos países amenazados por el cambio climático se enfrentan a una crisis múltiple que amenaza la estabilidad macroeconómica.

Las formas de financiamiento sin deuda son esenciales, ya que muchos países amenazados por el cambio climático se enfrentan a una crisis múltiple que amenaza la estabilidad macroeconómica.
Ante los crecientes llamados a "eliminar el riesgo" de las inversiones verdes para el sector privado, los expertos académicos piden regímenes de crédito verde con asignaciones de desarrollo, en lugar de enfoques impulsados por el mercado.
Un estudio recientemente publicado por Oxfam constata que las afirmaciones sobre financiamiento para el clima del Banco para el año fiscal 2020 podrían tener un error de hasta un 40%, es decir, USD 7 mil millones, lo que resalta la necesidad urgente de una mayor divulgación pública.
EarthRights International examina cómo el caso Jam v. la CFI ha ayudado a cambiar el panorama de la rendición de cuentas de las instituciones financieras internacionales al desafiar con éxito su reclamo de inmunidad "absoluta" en los tribunales de Estados Unidos.
A medida que aumentan las tensiones geopolíticas en medio del empeoramiento de las condiciones económicas mundiales, la sociedad civil exige la democratización de un orden económico mundial separado del Norte Global establecido y la hegemonía capitalista de élite.
El historial problemático en el financiamiento del clima y los combustibles fósiles significa que la colaboración del FMI y el Banco Mundial en el Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad amenaza con repetir políticas fallidas.
Un nuevo préstamo de 456 millones de dólares del FMI a Mozambique corre el riesgo de aumentar la inseguridad y la crisis de la deuda, ya que los proyectos de GNL han alimentado el conflicto y es probable que se conviertan en activos varados.
El préstamo de USD 200 millones de la CFI del Banco Mundial para la producción agrícola a gran escala en Brasil ignora las serias preocupaciones ambientales y de derechos humanos, a pesar de los llamados de 200 organizaciones de la sociedad civil en todo el mundo.
El programa de préstamos en Pakistán socava los planes del país para una transición baja en carbono, ya que las exenciones tributarias para las energías renovables y los vehículos eléctricos se redujeron en el minipresupuesto exigido por el FMI.
El fondo fiduciario ESMAP del Banco Mundial brindará apoyo para el mercado interno, mientras que la CFI apoyará la inversión del sector privado en CCUS.