+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Observador de Verano 2018 de Bretton Woods Una revisión trimestral de los acontecimientos en el Banco Mundial y el FMI Publicado por BRETTON WOODS PROJECT Trabajando con ONGs e investigadores para monitorear al Banco Mundial y al FMI +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ 1. El costo político de los programas del FMI (CONDICIONALIDAD/ análisis) 2. El enfoque del FMI sobre la protección social y la crisis del mutilateralismo (CONDICIONALIDAD/análisis) 3. La agenda pro-empresarial impulsa al IDM del Banco Mundial sobre la naturaleza cambiante del trabajo (CONOCIMIENTO/análisis) 4. Los PPD del Banco Mundial allanan el camino para las perforaciones marinas en Guyana pese a las preocupaciones de las OSC (MEDIO AMBIENTE/noticias) 5. Beneficios privatizados, pérdidas socializadas: informes europeos cuestionan la promoción del Banco Mundial de las APP (SECTOR PRIVADO/ noticias) 6. Informe sobre fragilidad de la OEI: Al FMI le preocupa poco “marcar la diferencia en el terreno” (RENDICIÓN DE CUENTAS/noticias) 7. La Alianza para la Lucha contra la Desigualdad se prepara para las reuniones anuales del Banco Mundial y el FMI en Bali (FINANZAS/ noticias) 8. La CFI da sus primeros pasos para abordar los reclamos por la represa de Bujagali(INFRAESTRUCTURA/noticias) 9. El aumento de capital general del Banco Mundial se formalizará en octubre (GOBERNANZA DE LAS IFI/noticias) 10. El Banco Mundial presenta a su nueva economista jefe y a su nuevo presidente del PI (GOBERNANZA DE LAS IFI/noticias) 11. Los bancos de desarrollo inyectan más dinero al Corredor de Gas del Sur, a pesar de las nuevas preocupaciones (MEDIO AMBIENTE/ noticias) 12. La Corte Suprema de Estados Unidos oye el caso que objeta el reclamo de la CFI de inmunidad absoluta (RENDICIÓN DE CUENTAS/ noticias) 13. Las conclusiones del GEI arrojan dudas sobre la capacidad del Banco para cumplir con el aumento de capital general (GOBERNANZA DE LAS IFI/análisis) 14. El Banco Mundial publica notas orientativas sobre el MAS revisadas para los prestatarios (DERECHOS/noticias) 15. Malas noticias para Argentina: El cruel FMI está de vuelta ===================================================================== CONDICIONALIDAD/análisis El costo político de los programas del FMI Resumen - Las ramificaciones políticas del programa del FMI en Jordania desata protestas - Renuncia del primer ministro de Jordania - Los acontecimientos plantean más interrogantes sobre las condicionalidades del FMI En junio, el rey Abdullah II de Jordania aceptó la renuncia del primer ministro Hani al-Mulki, en medio de las mayores protestas en Jordania desde la Primavera Árabe de 2011, tras dos años impulsando una serie de iniciativas gubernamentales impopulares y reformas impuestas por el FMI. En febrero se desataron protestas generalizadas en respuesta al creciente costo de vida y el aumento de impuestos del gobierno sobre productos básicos, como el pan. Esto se dio junto con una serie de decisiones controvertidas tomadas, en parte, para cumplir con el objetivo de déficit presupuestario, acorde con el acuerdo del FMI con Jordania, que comenzó en 2016. Los disturbios surgieron nuevamente en junio a raíz de las medidas de austeridad, las reformas del impuesto a la renta y el aumento de los precios, lo que fue la última parte de una larga lista de reformas controvertidas que adoptó el gobierno desde que comenzara el programa de préstamos del FMI. En medio del caos, el primer ministro Mulki se reunió con los sindicatos, quienes exigieron que se descartara la muy controvertida ley del impuesto a la renta. Ali Obus, de la Federación de Sindicatos de Jordania, fue citado por The Guardian pidiendo al Estado “mantener su independencia y no someterse a las exigencias del FMI”. Sin embargo, no se llegó a ningún acuerdo. Dos días más tarde, Mulki presentó su renuncia. El préstamo del FMI a Jordania – ¿qué se negoció? En agosto de 2016, el FMI aprobó un acuerdo de préstamo a tres años con Jordania de USD 723 millones en el marco del Servicio Ampliado de Fondos (SAF), un tipo relativamente largo de programa de préstamos del FMI diseñado para abordar problemas estructurales profundos. El comunicado de prensa adjunto destacó los principales desafíos para la economía jordana, como el impacto de la crisis de refugiados sirios y el alto desempleo. En la primera revisión del SAF, en junio de 2017, el FMI se mostró “animado por el compromiso de Jordania de continuar eliminando las exenciones sobre las ventas generales, el impuesto a la renta y los aranceles aduaneros”. Mitsuhiro Furusawa, director gerente adjunto del FMI, señaló el apoyo del Fondo para las reformas del gobierno, declarando: “Las autoridades se han comprometido a continuar con una consolidación fiscal gradual y constante para llevar la deuda pública a niveles más sostenibles. Para ayudar a las finanzas públicas a apoyarse en una base más sólida, la eliminación de las exenciones sobre el impuesto general a las ventas y los aranceles aduaneros continuará durante la extensión del programa”. En la siguiente revisión de vigilancia, de 2017, el personal del FMI también evaluó que el polémico “umbral de impuesto a los ingresos de individuos y familias” ayudarían a “equilibrar la eficiencia y los objetivos de distribución”. Una declaración de junio de 2017 que acompaña la última revisión de vigilancia a Jordania emitida por Hazem Beblawi, director ejecutivo del FMI para Jordania, y Sami Geadah, su director ejecutivo suplente, aparentemente conscientes de las evidencias de los impactos potencialmente dañinos de tales reformas impositivas sobre los más vulnerables, señaló: “la mayor parte de las exenciones restantes fueron difíciles de eliminar debido a su importancia para los hogares de bajos ingresos. De todas formas, se planea una eliminación adicional de exenciones para 2018, junto con un mayor enfoque en el apoyo a los más vulnerables”. Sin embargo, los programas de protección social focalizados han sido objeto de un escrutinio creciente, ya que investigaciones recientes han demostrado grandes tasas de exclusión - particularmente de las personas más vulnerables - así como un debilitamiento de la cohesión social (véase el Observador de Primavera de 2018). Asimismo, un informe reciente de Philip Alston, relator especial de la ONU sobre derechos humanos y pobreza extrema, sobre el FMI y la protección social, criticó la posición del FMI y recomendó un enfoque basado en los derechos humanos fundado en el principio de universalismo que esté de acuerdo con las definiciones acordadas internacionalmente (véase el Observador de Verano de 2018). La revisión también señaló una “necesidad crítica de avanzar en las reformas para reducir el costo formal de la mano de obra”, lo que potencialmente implica la necesidad de políticas de flexibilización laboral más amplias que socavan los derechos laborales, en un momento en que la relación entre el gobierno y los sindicatos ya es tensa. Un memorando adjunto del gobierno en la revisión de vigilancia también afirmaba que, “en cooperación con el Banco Mundial, hemos implementado una serie de proyectos piloto para explorar los beneficios potenciales de las medidas activas en el mercado laboral”, lo que generó mayor preocupación en particular a la luz del borrador del Informe sobre Desarrollo Mundial 2019 del Banco, que refrendó la disminución del salario mínimo, los contratos de cero horas y casi ignoró derechos fundamentales de los trabajadores, como la negociación colectiva (véase el Observador de Verano de 2018). Con respecto a las condicionalidades del FMI en Jordania, Gino Brunswijck, de la red de organizaciones de la sociedad civil con sede en Bruselas, Eurodad, declaró: “Desde 2012, los repetidos programas del FMI no han logrado reducir la deuda jordana, en su lugar, encerraron a los ciudadanos del país en un ciclo perpetuo de austeridad, con medidas aun más drásticas e importantes consecuencias para la estabilidad política”. Cuando se le preguntó sobre las reformas jordanas que exprimen a las clases medias, el director de comunicaciones del FMI, Gerry Rice, señaló en una conferencia de prensa de marzo de 2017 que “para poner fin al rápido aumento de la deuda pública, el programa enfatizó la necesidad de ampliar la base impositiva como parte de la reforma de los ingresos, mientras se alivia el impacto sobre los más vulnerables”. Rice continuó diciendo: “El FMI no ha hecho ninguna recomendación específica sobre qué productos deberían estar sujetos a impuestos más altos. Además, ha hecho hincapié en no aumentar el precio de los bienes que consumen los pobres”. El FMI y las tendencias de inestabilidad La relación de Jordania con el Fondo está llena de recuerdos de agitación política. En 1989 murieron cinco personas, cuando un residente informó que, “los disturbios ... se iniciaron por aumentos de precios ordenados como parte de un acuerdo de reprogramación de deuda entre Jordania y el Fondo Monetario Internacional”. Casi una década más tarde, en 1996, con la firma de un nuevo acuerdo con el FMI, nuevamente estallaron los disturbios, así como los pedidos de renuncia del gobierno. Tal como han observado los críticos durante algún tiempo, la agitación política y la indignación pública debido a las dificultades durante los acuerdos del FMI no son un fenómeno poco común (véase el Update 38). Solo en el último año, ha habido manifestaciones masivas específicamente dirigidas a los programas del FMI, entre otros países, en Argentina, Egipto, Haití, Sri Lanka y Túnez. En Haití, un acuerdo de monitoreo del FMI cerrado en febrero de 2018 dio lugar a un aumento drástico del precio del combustible de hasta el 51%, lo que desencadenó disturbios civiles violentos y generalizados que provocaron la muerte de varias personas. A principios de julio dimitió el primer ministro haitiano, Jack Guy Lafontant. En respuesta a las implicaciones de la participación del FMI en Haití, Alston afirmó en una declaración de julio: “El Fondo ha subestimado constantemente la importancia de calibrar sus recomendaciones al contexto político específico, sin tomar en cuenta hasta qué punto las recomendaciones son políticamente viables y socialmente sostenibles”. Alston afirmó que tales aumentos drásticos del precio del combustible tenían “asegurada una reacción violenta, que socavó los mismos programas que el Fondo está tratando de implementar”. Y continuó diciendo: “Las consecuencias sociales, económicas y políticas de los recortes de ese tamaño son enormes”. Las observaciones dan más peso al reciente informe de la Oficina de Evaluación Independiente sobre Estados frágiles, como Haití, que concluyó que el juego de herramientas financieras del FMI “no está inherentemente adecuado a las circunstancias de los Estados frágiles”, debido a su enfoque a corto plazo y a que en el Fondo “se presta menos atención a la capacidad de hacer una diferencia en la formulación de políticas de los países” (véase el Observador de Verano de 2018). En Túnez, las medidas de austeridad respaldadas por el FMI, así como las alzas en el IVA y otros impuestos, incluidos al combustible y la electricidad, provocaron un descontento generalizado en las calles en enero (véase el Observador de Primavera de 2018). En Argentina, a pesar de que miles protestaron repetidamente contra un acuerdo con el FMI, el gobierno, encabezado por el presidente Mauricio Macri, llegó a un acuerdo de 36 meses de duración de USD 50.000 millones en junio. Se trata de la línea de crédito más grande en la historia del Fondo. En respuesta, estallaron protestas masivas, con manifestantes exigiendo empleos y pidiendo un presupuesto de emergencia para los pobres. Un manifestante dijo al canal de noticias Al Jazeera: “Hemos visto que la situación se deteriora desde que Macri asumió el cargo. Lo vemos en los comedores populares, caminamos por los barrios marginales y hay necesidad”. En julio una alianza de sindicatos argentinos y la sociedad civil envió una carta a la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, enfatizando nuevamente la oposición de la sociedad civil al acuerdo con el FMI (véase el Observador de Verano de 2018). En Sri Lanka, estallaron protestas el año pasado contra una nueva Ley de Rentas Internas que, según los manifestantes, “fue redactada por el FMI para imponer impuestos más altos a las personas”, según el Sri Lanka Daily Mirror. El año pasado también hubo inmensas protestas en Egipto contra los recortes, que el periódico The Guardian, con sede en el Reino Unido, atribuyó a la intención de “ajustar la moribunda economía de Egipto para recibir un préstamo del FMI de USD 12.000”. Estos ejemplos proporcionan nueva evidencia de que, tal como la sociedad civil y los académicos han sostenido durante mucho tiempo, lejos de ser neutrales, las decisiones fiscales relacionadas con los programas del FMI - ya sea como consecuencia directa o indirecta de la condicionalidad de los préstamos - son intrínsecamente políticas y potencialmente desestabilizadoras. Sin embargo, parece haber una falta de voluntad dentro de la institución para aceptar el impacto de las políticas del FMI sobre la inestabilidad. En 2016, refiriéndose a la economía política de las reformas estructurales en España, frente a las protestas generalizadas que tuvieron lugar en ese año en el país, Zhu Min, entonces subdirector gerente del FMI, declaró: “Creo que [el gobierno español] está haciendo cosas fantásticas”, señalando la ‘madurez’ de las sociedades europeas para comprender que “la reforma estructural es un deber”. Condiciones aplican La sociedad civil ha exigido un cambio radical en la manera en que el FMI trata las consecuencias políticas de sus programas desde los tiempos de los Programas de Ajuste Estructural. Solo el mes pasado, más de 50 organizaciones de la sociedad civil enviaron una carta pidiendo al FMI que reconsiderara drásticamente sus condicionalidades. La carta defendía que “las políticas fiscales y monetarias restrictivas prescritas en las condicionalidades de los préstamos del FMI restringen el espacio fiscal necesario para la inversión pública y, muy a menudo, tienen consecuencias devastadoras, en particular para los grupos marginados, a un alto costo político”. ===================================================================== En este número: - El enfoque sobre la protección social y la crisis del mutilateralismo, de Philip Alston - La agenda pro-empresarial impulsa al IDM del Banco Mundial sobre la naturaleza cambiante del trabajo, de Peter Bakvis - Las conclusiones del GEI arrojan dudas sobre la capacidad del Banco para cumplir con el aumento de capital general ===================================================================== CONDICIONALIDAD/análisis El enfoque del FMI sobre la protección social y la crisis del mutilateralismo Resumen - El FMI debe reconocer su contribución a los problemas actuales - El Fondo debería practicar lo que predica en materia de protección social En mayo, Christine Lagarde, directora gerente del FMI, declaró frente a una audiencia en San Petersburgo que “vivimos en tiempos de mayor ansiedad” como consecuencia de la última crisis financiera mundial, el reparto injusto de los beneficios de la globalización, el severo desplazamiento de trabajadores provocado por la automatización y la inteligencia artificial y la concentración de un inmenso poder en manos de empresas gigantes. Las soluciones que propuso fueron reconstruir la confianza en las instituciones y revitalizar la ética del multilateralismo. Lagarde tiene razón en todos los aspectos, pero el punto de partida es reconstruir la confianza en su propia institución y reconocer las contribuciones que ha hecho a los problemas identificados. El Fondo afirma haber cambiado drásticamente desde que sus críticos exigieron a mediados de la década de 1980 que buscara “un ajuste con rostro humano”. En una serie de recientes discursos, Lagarde ha pedido que se llame la atención sobre políticas más progresistas en temas que van desde la desigualdad y la corrupción a la igualdad de género. Pero la pregunta clave sigue siendo: ¿lo hace el FMI tan bien como lo explica? En mi papel de relator especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, publiqué recientemente un estudio de las políticas del FMI, mirando especialmente lo que ha hecho para garantizar la protección social para los más vulnerables en los países en los que trabaja. En su defensa, el Fondo me dio pleno acceso a su personal y administración, a diferencia del Banco Mundial, que a pesar de ser un actor clave en la elaboración de políticas de protección social en muchos países en desarrollo, se negó a hablar conmigo durante mi investigación debido a que en un informe de 2015 yo los había etiquetado como una ‘zona libre de derechos humanos’ (véase el Observador de Invierno de 2016). Las conclusiones del informe demuestran que la posición del FMI en materia de protección social es en la práctica muy importante. En primer lugar, es el actor más influyente en relación con la política fiscal y en la determinación de si se crea espacio fiscal para la protección social. En segundo lugar, la mayoría de los países de bajos ingresos del mundo - en los que menos de una persona de cada cinco tiene alguna forma de protección social - integran los programas del FMI, o lo harán en el futuro cercano. Finalmente, muchos observadores aceptan hoy que existen fuertes vínculos entre el populismo, la desilusión con el gobierno y la exacerbación de la inseguridad económica causada por el tipo de políticas neoliberales, de las que el Fondo ha sido sinónimo durante mucho tiempo. La buena noticia es que el Fondo ha cambiado muchas de sus posiciones, algunas de manera bastante radical. Ahora reconocen que una desigualdad significativa puede socavar el crecimiento, que las políticas de austeridad pueden tener consecuencias muy negativas y que los asuntos que rechazaron antes, como la igualdad de género, la gobernanza, el cambio climático y la protección social, pueden ser “macrocríticos” y por lo tanto se justifica tenerlos en cuenta en la política macroeconómica (véase el Observador de Verano de 2017). Sin embargo, la realidad es que el compromiso del Fondo con la protección social sigue siendo profundamente ambivalente. Incluye objetivos indicativos para “pisos de gasto social” en muchos acuerdos de préstamos, pero estos siguen siendo mayormente cosméticos. En la práctica, el Fondo hace muy poco para garantizar que los miembros más vulnerables de la sociedad estén protegidos de los efectos potencialmente devastadores de la consolidación fiscal repentina que prescribe con regularidad. Sorprendentemente, dada la admirable predilección del Fondo por las políticas basadas en evidencia, no evalúa ni el impacto de sus propias intervenciones en el bienestar de los grupos vulnerables, ni si la protección social ha aumentado o disminuido como resultado de sus programas. Es cierto que tales evaluaciones son complejas, pero también lo son los cálculos en los que basa muchas de sus otras políticas. En general, muchos funcionarios del FMI siguen considerando la protección social como una medida temporal y provisioria en lugar de como un conjunto de políticas a largo plazo que pueden estimular el crecimiento, proporcionar una mejor fuerza laboral, evitar el desgaste de los servicios de emergencia, mejorar la seguridad económica y socavar las demandas populistas. Fetichizan la limitada focalización de los beneficios, a pesar de la evidencia convincente de que las pruebas de aproximación de medios utilizadas son muy defectuosas, lo que resulta en grandes pérdidas para los ricos y la exclusión generalizada de los verdaderamente necesitados (véase el Observador de Primavera de 2018). Además, la focalización excesiva implica que los programas de protección social tienen menos beneficiarios, lo que elimina el apoyo político para tales programas. Actualmente, el FMI está reevaluando sus programas de protección social, pero es poco probable que sus verdaderas prioridades cambien a menos que exista un compromiso político serio desde la dirección para hacer de la protección social una parte integral de sus políticas fiscales (véase el Observador de Invierno de 2017). El Fondo debe ir más allá de ver el compromiso con la sociedad civil como un ejercicio de relaciones públicas, reconociendo que el género y otras formas de diversidad deben aplicarse tanto a su propio personal como a sus clientes, y debe adoptar un marco ético que valore la protección del pobre en lugar de tratar la protección social como una ocurrencia tardía ocasional. En el pasado, el FMI ha sido una organización con un cerebro grande, un ego insano y una conciencia pequeña. Si Christine Lagarde realmente quiere restaurar la fe en las instituciones y el multilateralismo, y quiere socavar el atractivo de las fuerzas populistas, este es el lugar para comenzar. ===================================================================== CONOCIMIENTO/análisis La agenda pro-empresarial impulsa al IDM del Banco Mundial sobre la naturaleza cambiante del trabajo, análisis externo de Peter Bakvis Resumen - El borrador del IDM del Banco Mundial adopta la flexibilización del mercado - El informe establece que el Banco se aparte de las recomendaciones de la OIT - Los sindicatos mundiales expresan su preocupación por la peligrosa desregulación del mercado laboral El futuro del trabajo se ha convertido en un tema popular para la investigación en organizaciones e institutos internacionales. La Organización Internacional del Trabajo de la ONU ha creado una comisión sobre el tema y le dedicará su conferencia del 100 aniversario, en 2019. Los principales temas de casi toda la investigación han sido la predicción de la deslocalización laboral masiva, el aumento del trabajo precario, la presión a la baja sobre los salarios y la desigualdad exacerbada a menos que se establezcan políticas sólidas para proteger los intereses de los trabajadores. Incluso un documento de trabajo reciente del FMI que modela el impacto de las nuevas tecnologías advirtió que, sin respuestas de política vigorosas, “la participación del trabajo [en el ingreso nacional] cae sustancialmente y crece la desigualdad mundial”. El próximo Informe sobre el Desarrollo Mundial (IDM) 2019: La naturaleza cambiante del trabajo, del Banco Mundial, cuya publicación está programada para octubre, presenta un claro contraste con esta idea. El IDM busca desacreditar lo que considera malentendidos sobre el impacto de la “economía del curro” y afirma que, contrariamente a las percepciones populares y la evidencia sustancial, la desigualdad está disminuyendo. Las altas tasas de informalidad laboral en las economías en desarrollo pueden ser un problema legítimo pero, según el informe, siempre han existido y se pueden resolver si las regulaciones sobre las operaciones comerciales, como los salarios mínimos, se debilitan sustancialmente. Los sistemas de seguridad social financiados a través de contribuciones de empleadores y empleados para proporcionar pensiones y otros beneficios son, según el informe, un legado de otros tiempos que no puede desempeñar un papel significativo en los países en desarrollo. El borrador del IDM 2019 sugiere que ya no se obligue a las empresas a asumir los costos de la protección social. En su lugar, el apoyo básico a los ingresos sería provisto por el Estado, financiado a través de impuestos generales. Si bien el borrador del informe sugiere que algunos sectores o actividades con impuestos bajos podrían generar ingresos para este tipo de apoyo básico, estas ideas son, en el mejor de los casos, conjeturales. Sin una cooperación fiscal internacional extensamente mejorada y altamente improbable (en el futuro previsible), los países en desarrollo tendrán que depender del otro pilar importante para financiar la protección social presentado en el IDM: los impuestos regresivos sobre el consumo, tales como impuestos al valor agregado. La naturaleza cambiante del tema del trabajo puede ser nueva, pero el estribillo de política propuesto suena tristemente familiar a quienes recuerdan las primeras ediciones del emblemático informe Haciendo Negocios del Banco (véase el Observador de Primavera de 2018). Durante años ese informe abogó por la desregulación del mercado laboral a gran escala y aún apoya la reducción de las obligaciones de las empresas a pagar impuestos y contribuir a las pensiones de los trabajadores o los planes de salud y seguridad ocupacional. Transferir los costos de las empresas a los trabajadores y al Estado no es nueva doctrina en las publicaciones del Banco, y no es sorprendente encontrarla en el borrador del IDM 2019. Más sorprendente es hasta donde llegan los autores del IDM 2019 en la creación de una realidad que justifica trasladar la carga del ajuste de los dueños de negocios a todos los demás. Primero está su afirmación de que la desigualdad está disminuyendo, lo que ‘prueban’ presentando un conjunto de datos de coeficientes de Gini para un número limitado de países que comienza en 2008, el año de la crisis económica mundial. Esto ignora una tendencia clara de aumento de la desigualdad de ingresos y riqueza en la mayoría de los países desde la década de 1980 y se contradice con la disminución de los datos de participación salarial a los que el IDM apenas se refiere. Otro es el reclamo repetido de que el mercado laboral oneroso y otras regulaciones son la razón de que la informalidad permanezca alta, aunque el informe reconoce que hay evidencia limitada de esto y muestra una disminución constante en los costos de creación de empresas en los últimos 15 años sin impactos perceptibles en la informalidad. El anterior IDM 2013 del Banco: Empleo realizó una revisión exhaustiva de la investigación sobre los impactos de las regulaciones laborales en el empleo y concluyó que “tienden a ser insignificantes o modestos”. El borrador del IDM 2019 no solo ignora esta evaluación, sino que se aparta del IDM 2013, que abogó por un nivel de regulación que no sea “excesivo ni insuficiente”, fomentando la desregulación generalizada del mercado de trabajo en todos los países. Dado el tema del futuro del trabajo, en marzo la Confederación Sindical Internacional (CSI) organizó una delegación de economistas laborales de 38 miembros para reunirse con el equipo del IDM. Este último canceló la reunión horas antes de que se llevara a cabo. Finalmente, solo después de que el secretario general de la CSI apeló al presidente del Banco, Jim Yong Kim, y las preocupaciones sobre el informe obtuvieron la atención de la prensa, se realizó una consulta. La CSI realizó un seguimiento presentando 27 páginas de inquietudes y sugerencias a los autores del IDM. Más tarde, los organismos sindicales internacionales y las organizaciones de la sociedad civil enviaron una carta conjunta al Banco solicitando un nuevo borrador. Al momento de escribir estas líneas, el informe sigue defendiendo una agenda marcadamente pro-empresarial que contradice el objetivo del propio Banco de reducir la desigualdad mundial. ===================================================================== MEDIO AMBIENTE/noticias Los PPD del Banco Mundial allanan el camino para las perforaciones marinas en Guyana pese a las preocupaciones de las OSC Resumen -El Banco aprueba préstamo de política de desarrollo de USD 35 millones para apoyar perforación en alta mar -Un grupo de CSO desafía la legalidad de los permisos de perforación en alta mar -CSO preocupadas porque los PPD están promoviendo los combustibles fósiles El directorio del Grupo del Banco Mundial aprobó un préstamo para políticas de desarrollo (PPD) de USD 35 millones para apoyar la perforación en alta mar, en Guyana, a fines de junio, incluso cuando la sociedad civil de Guyana impugna la legalidad de las licencias de producción de petróleo emitidas por su gobierno a tres compañías petroleras. El PPD del banco está allanando el camino para la perforación en alta mar que aprovechará las principales reservas de petróleo descubiertas recientemente frente a las costas de Guyana. Según la fuente de noticias guyanés Stabroek News, el PPD “apoyará los esfuerzos de Guyana para impulsar el desarrollo del sector financiero y la gestión fiscal para preparar mejor al país para aprovechar sus reservas de petróleo y gas recientemente descubiertas”. Informes independientes han sugerido que, además del reciente PPD, el Banco está programado para financiar una nueva unidad del gobierno para ayudar a apoyar la perforación en alta mar en Guyana. Según un artículo de mayo publicado en el medio de comunicación guyanés Demerara Waves, “Se espera que una unidad del sector de energía financiada por el Banco Mundial en el Ministerio de Economía siente las bases para una serie de proyectos importantes, incluyendo la tubería de gas natural desde un pozo petrolero ExxonMobil ... para la generación de electricidad”. Según el ministro de recursos naturales de Guyana, Raphael Trotman, la unidad del sector de la energía se estableció para “permitir que Guyana obtenga un adelanto de USD 1,7 millones del préstamo de USD 20 millones” del Banco Mundial. El PPD del Banco Mundial llega en un momento en que una campaña liderada por la sociedad civil, “Un trato justo para Guyana, un trato justo para el planeta”, desafía la legalidad de las licencias de producción de petróleo que el gobierno ha otorgado a empresas privadas. Las OSC señalan, “El Gobierno ha otorgado una licencia de producción de petróleo a tres compañías petroleras. Solo una compañía ha recibido un permiso de la Agencia de Protección Ambiental. Creemos que esto pone a Guyana en riesgo”. A fines de junio, el Tribunal de Apelaciones de Guyana dictaminó que el caso debe ser escuchado por segunda vez por el Tribunal Superior del país, para decidir sobre la legalidad de las licencias de producción de petróleo. La campaña también generó preocupaciones sobre los detalles del acuerdo firmado entre el gobierno de Guyana y las tres compañías, por el que las compañías petroleras que pagan a los ministros del gobierno de Guyana un bono de USD 20 millones, según un informe en el noticiario Guyana Times. Agregaron también que “el acuerdo petrolero en sí es escandalosamente bajo: las compañías petroleras no pagarán impuestos y la regalía se establece en un irrisorio 2%”. También existen serias preocupaciones sobre los riesgos ambientales para Guyana y el resto del Caribe que plantea la producción de petróleo en aguas profundas. Según la campaña, “aun sin ningún accidente, la producción petrolera planeada producirá miles de toneladas de emisiones de gas, de líquido y de sólidos, incluyendo el vertido al mar de 4.000 barriles de aguas residuales diarias y casi 13.000 toneladas de desechos sólidos para ser depositados en tierra en Guyana”. En una escala más mundial, la campaña señala que la perforación en alta mar transformaría a Guyana de un sumidero de carbono en una fuente de emisiones de carbono, lo que socavará la lucha contra el cambio climático. Aunque el Banco anunció en diciembre que eliminará los préstamos para proyectos de petróleo y gas “aguas arriba” después de 2019 (véase el Observador de Primavera de 2018), grupos de la sociedad civil han documentado previamente que está apoyando los combustibles fósiles a través de sus otros instrumentos crediticios, incluidos los PPD, que son ayudas presupuestarias fungibles para los países. Estos a menudo incluyen ‘acciones previas’ (es decir, condiciones específicas) requeridas para liberar los fondos; un informe de 2017 de la organización de la sociedad civil con sede en Amsterdam, Bank Information Centre Europe, descubrió que, en Egipto, Indonesia, Perú y Mozambique, las acciones previas de los PPD ayudaron a las industrias extractivas y de combustibles fósiles, sirviendo como subsidios de facto a los combustibles fósiles. Los grupos de la sociedad civil han pedido al Banco que diseñe salvaguardas ambientales y sociales apropiadas para los PPD, ya que el instrumento no está cubierto por el Marco Ambiental y Social recientemente adoptado por el Banco (véase el Observador de Verano de 2018). ===================================================================== SECTOR PRIVADO/noticias Beneficios privatizados, pérdidas socializadas: informes europeos cuestionan la promoción del Banco Mundial de las APP Resumen -Informes de la ONA y del TCE resaltan los impactos negativos de las APP -La sociedad civil pide al Banco Mundial que inicie una moratoria de las APP Dos informes condenatorios fueron publicados en enero y marzo, lo que expone la magnitud del daño causado por las asociaciones público- privadas (APP) en el Reino Unido y Europa. Estos informes añaden más peso a las preocupaciones generales sobre las APP, sobre todo en relación con su promoción constante por parte del Banco Mundial (véase el Observador de Invierno de 2017). Los temores sobre las consecuencias perjudiciales de las APP son bastante anteriores a los nuevos informes. Grupos y coaliciones mundiales de la sociedad civil han destacado anteriormente los riesgos que representan las APP para las finanzas públicas y los derechos humanos y han detallado las preocupaciones sobre su tendencia a erosionar la rendición de cuentas democrática. Durante una sesión del Foro de Políticas de la Sociedad Civil en el Banco Mundial y las Reuniones de Primavera del FMI en abril que exploraban la promoción de las APP por parte del Banco, surgió la alarma sobre la prominencia continua de proyectos problemáticos de APP.El evento, titulado “Promoción de asociaciones público-privadas: ¿exportar un modelo fracasado?” Utilizó las experiencias negativas de las APP en el hemisferio norte señaladas por los dos informes y el hecho de que éstas se llevaron adelante en países con una capacidad administrativa y recursos relativamente fuertes, para pedir el cese de la estrategia del Banco Mundial de impulsar agresivamente las APP en el Sur Global en un intento por compensar el supuesto déficit de financiamiento para el desarrollo. Este evento siguió a una carta abierta publicada en abril con 84 firmantes de tres continentes que pedía a los directores ejecutivos del Banco Mundial que ordenen una moratoria sobre el apoyo del Banco Mundial a las APP, a la espera de una investigación independiente sobre sus costos y beneficios. Esto sigue a un Manifiesto sobre las APP de octubre de 2017 firmado por 152 organizaciones de la sociedad civil (OSC), que destacó una serie de preocupaciones sobre las APP, incluidos los riesgos macroeconómicos que presentan las deudas ocultas y los pasivos contingentes que a menudo se encuentran en los contratos. El informe de la ONA y los miles de millones que faltan En enero, la Oficina Nacional de Auditoría (NAO, por su sigla en inglés) del Reino Unido lanzó un informe sobre los fundamentos, los costos y los beneficios de las iniciativas de financiación privada, el modelo de APP del Reino Unido, que suma más de 700 contratos operativos. El informe concluyó que el costo del modelo de financiamiento APP en el Reino Unido podría ser hasta un 40% mayor que depender exclusivamente de fondos públicos y que, incluso si no se ingresaran nuevos contratos, los cargos futuros continuarán hasta el 2040 alcanzando a unas GBP 199 mil millones, el equivalente a los gastos de salud del Reino Unido para el año 2017. Esto sigue a un informe del Grupo de Evaluación Independiente del Banco Mundial, de 2014, que concluyó que las responsabilidades del sector público en las APP son sustanciales y que, aunque el Banco Mundial “ha apoyado a los países para crear un entorno propicio para las APP, ... rara vez se dan consejos sobre cómo manejar las implicaciones fiscales de las APP”. Días antes de que se lanzara el informe, Carillion, una importante empresa fuertemente involucrada en las APP en el Reino Unido, se declaró insolvente. Esto reavivó el debate sobre el futuro de las APP y el papel del Reino Unido en la exportación de este modelo fallido y condujo a un informe que investiga el manejo del gobierno de Carillion, revelando que la liquidación costará al contribuyente del Reino Unido alrededor de GBP 148 millones. El impacto negativo de las APP fallidas, como se describe en el informe de la ONA, sobre una economía del tamaño y la diversidad del Reino Unido, aumentó el peso de las preocupaciones de las OSC sobre el posible impacto negativo de la agenda de APP del Banco Mundial en los países de bajos ingresos. El informe del Tribunal de Cuentas Europea – ¿dónde está la buena inversión? En marzo, el Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) publicó un informe sumamente crítico titulado Asociaciones Público Privadas en la UE: deficiencias generalizadas y beneficios limitados. En línea con las conclusiones de la ONA, el TCE encontró que las APP auditadas “no pueden considerarse como una opción económicamente viable para el desarrollo de infraestructura pública”, destacando las deficiencias generalizadas y los beneficios limitados. Además, se expusieron como riesgos de los acuerdos APP temas como el del escaso beneficios de la inversión y el debilitamiento de la trasnparencia. Se identificó que las estrategias opacas, los análisis inadecuados y los registros fuera del balance creaban acuerdos desiguales a la hora de compartir los riesgos. En línea con las demandas de la sociedad civil, el informe recomienda que la Comisión Europea y los estados miembros “no promuevan un uso más intensivo y generalizado de las APP hasta que se aborden los problemas identificados y se implementen sus recomendaciones con éxito”. ===================================================================== RENDICIÓN DE CUENTAS/noticias Informe sobre fragilidad de la OEI: Al FMI le preocupa poco “marcar la diferencia en el terreno” Resumen -Un informe de la OEI cuestiona la credibilidad del compromiso del Fondo con la fragilidad -En línea con el Banco Mundial, la junta directiva del FMI vuelve a comprometerse con las SFC En abril, la Oficina de Evaluación Independiente (OEI) del FMI (véase el Observador de Invierno de 2015) publicó su último informe, el FMI y los Estados frágiles, que evalúa el compromiso del FMI con los países en situaciones de fragilidad y conflictivas (SFC). El informe concluyó que el enfoque del FMI no estaba bien adaptado a las distintas necesidades de las SFC, “lo que arroja dudas sobre la credibilidad del compromiso del Fondo en esta área”. El informe describió una serie de áreas de preocupación, incluyendo el hecho de que el paquete de herramientas financieras del FMI “no es intrínsecamente adecuado para las circunstancias de los estados frágiles”, debido a su enfoque a corto plazo, y que la orientación del personal “a menudo ha tratado a estados frágiles como a cualquier otro país, en lugar de darles un trato distintivo”. La fragilidad no es “intelectualmente interesante” para los economistas del FMI Además de las preocupaciones estructurales, el informe destacó la gestión de recursos humanos como problemática, señalando una percepción generalizada de estigma asociado al trabajo en las SFC dentro de la institución y llamando a un cambio fundamental en los incentivos del personal para alentar el trabajo en estos entornos. El informe observó que, “los economistas del FMI tienen títulos avanzados en macroeconomía o finanzas, con un interés comparativamente menor en cuestiones de desarrollo”, y que “muchos de ellos no consideran intelectualmente interesante o desafiante trabajar en SFC”. Además, señaló que “existe una tendencia dentro del FMI a considerar que la marca de un buen economista es la capacidad de realizar un trabajo analítico en economías complejas, prestando menos atención a la capacidad de hacer una diferencia en la formulación de políticas de los países sobre el terreno”. Al comparar al FMI con los bancos de desarrollo y las agencias de ayuda, la OEI citó a un entrevistado diciendo que, estos últimos, le dan mucho más valor al trabajo del desarrollo y “hacen una diferencia real sobre el terreno”. Rebecca Engel, de la Universidad de York, respondió: “Es notable que el informe de la OEI confirme que el FMI sigue descuidando sus responsabilidades en los estados afectados por conflictos. La incapacidad de integrar los análisis de conflictos y economía política en su formulación de políticas en SFC y la falta de preocupación por los resultados generales del desarrollo ha demostrado socavar el frágil arreglo político de los estados que buscan el apoyo del FMI. Timor-Leste es solo un ejemplo de cómo, después de la independencia en 2002, las políticas del FMI contribuyeron a distanciar al Estado de su ciudadanía y socavaron su capacidad para manejar las expectativas en una sociedad dividida. Es sorprendente que en 2018 la institución no haya sido aparentemente reformada”. Haciéndose eco de las llamadas de Marcus Manuel, del Overseas Development Institute del Reino Unido (véase el Observador de Primavera de 2018), el informe identificó las políticas de seguridad del FMI, que restringen la capacidad del personal para estar presente físicamente en muchas SFC, lo que obstaculiza significativamente el impacto del Fondo y pidió formas pragmáticas de aumentar la presencia de campo del Fondo en lugares de alto riesgo. En su respuesta al informe, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, brindó solo “respaldo calificado” a las recomendaciones relacionadas con los incentivos del personal y la presencia en el terreno, en contraste con el “apoyo” a todas las demás recomendaciones. Lagarde reiteró que el “objetivo primordial” debe ser garantizar la seguridad del personal, lo que indica que no es probable que se hagan cambios significativos en las políticas de seguridad del FMI. La junta directiva del FMI reafirma su apoyo al trabajo sobre fragilidad Aunque en una reunión de la junta de marzo los directores ejecutivos expresaron puntos de vista divergentes sobre la adaptación de los mecanismos de préstamo del FMI a las SFC, , con algunos que se oponían a la reducción de las condicionalidades del programa y otros que sugerían alargar la duración del programa en las SFC, la junta estuvo de acuerdo con la mayoría de las recomendaciones del informe. Esto incluyó establecer un compromiso de alto nivel para reforzar el trabajo sobre SFC como una prioridad principal para el FMI. El compromiso del FMI va de la mano con el impulso de un mayor enfoque del Grupo del Banco Mundial (GBM) en SFC, ya que anunció en diciembre que la AIF18 duplicará sus recursos para las SFC. El aumento de capital general del Banco respaldado por el directorio en abril también tiene un enfoque explícito en concentrar más recursos del GBM en FCS (ver el Dispatch Spring 2018). Dado que el Banco continúa enfrentando desafíos sustanciales en su programación en SFC a pesar de sus esfuerzos concertados para mejorar en esta área, el FMI tendrá dificultades para mejorar significativamente su desempeño en SFC sin implementar urgentemente los cambios que la OEI ha exigido en su informe. ===================================================================== FINANZAS/noticias La Alianza para la Lucha contra la Desigualdad se prepara para las reuniones anuales del Banco Mundial y el FMI en Bali - La Alianza para la Lucha contra la Desigualdad se reúne en Brasil para la cuarta reunión anual mundial -Se planean acciones y estrategias para combatir la crisis mundial de desigualdad En junio, la Alianza para la Lucha contra la Desigualdad celebró su cuarta reunión mundial en Brasil, un país que recientemente ha estado sujeto a las políticas del Banco (véase el Observador de Primavera de 2018) y el Fondo (véase el Observador de Primavera de 2018) que probablemente exacerbarán los niveles ya extremos de concentración de la riqueza. Los socios de la Alianza se reunieron en São Paulo para intercambiar ideas y estrategias de socios involucrados en luchas locales, regionales e internacionales contra la crisis mundial de desigualdad. La Alianza reúne a movimientos sociales, sindicatos y ONGs, como el Movimiento Popular Asiático sobre la Deuda y el Desarrollo y el Movimiento dos Trabalhadores Rurales Sem Terra, de Brasil, para tomar medidas contra los “actuales niveles de desigualdad” y para “construir un mundo más igualitario y sostenible” usando una variedad de medios. Por ejemplo, la Alianza celebró una Semana de Acción de Lucha contra la Desigualdad, que tuvo lugar bajo el lema 'Fin de la era de la avaricia' en paralelo al Foro Económico Mundial celebrado en Davos, en enero. La reunión en Brasil siguió al lanzamiento en abril de una Declaración de la primera reunión panafricana de la Alianza en Arusha, Tanzania, en la que los signatarios expresaron su indignación por el nivel actual de desigualdad entre países y se comprometieron a trabajar en todo el mundo en solidaridad con los pueblos africanos. La reducción de la desigualdad comprende uno de los objetivos gemelos del Banco adoptados en 2013, fomentando el “crecimiento del ingreso del 40% del umbral inferior de la población en cada país”. Recientemente, aunque de manera menos formal, el FMI también reconoció los impactos potencialmente negativos de la desigualdad en la llamada 'primavera del FMI' (vease el Observador de Verano de 2017). Aunque se ha dicho sobre el cambio en la retórica del Fondo y algunas de sus prácticas, tal como señaló el relator especial de la ONU sobre pobreza extrema y derechos humanos, Philip Aston, “el Fondo hace muy poco para garantizar que los miembros más vulnerables de la sociedad estén protegidos de los efectos potencialmente devastadores de la consolidación fiscal repentina que regularmente prescribe” (véase el Observador de Verano de 2018). Las críticas del relator especial se suman a las que resaltan el impacto negativo de las políticas del Fondo sobre la igualdad de género (véase el informe de BWP 'El FMI y la igualdad de género') y subrayan el impacto nocivo de las políticas del FMI sobre protección social en países de bajos ingresos (véase el Observador de Verano de 2017). Las preocupaciones sobre el impacto de las políticas del Banco en la desigualdad son muy variadas. La sociedad civil sigue siendo muy crítica con el enfoque de impuestos y regulaciones del Banco, como se ve en su oposición al Informe Haciendo negocios del Banco (véase el Observador de Invierno de 2017) y el impacto negativo del Banco sobre la desigualdad, dado su impulso continuo de asociaciones público- privadas (véase el Observador de Primavera de 2018 y las minutas de la reunión de Primavera de 2018 del FPSC), su contribución a la privatización de servicios sociales esenciales como la salud y la educación, y su creciente dependencia del apalancamiento de la inversión del sector privado, como lo demuestra su enfoque Maximizar el Financiamiento para el Desarrollo (véase el Observador de Verano de 2017). El borrador del Informe sobre el Desarrollo Mundial 2019 sobre la naturaleza cambiante del trabajo, del Banco, da a los miembros de la Alianza y a otros actores preocupados por la crisis mundial de la desigualdad una causa adicional de preocupación, ya que aboga por políticas que aumentan la desigualdad, como el debilitamiento de los sindicatos y la flexibilización de los mercados laborales (véase el Observador de Verano de 2018). Tras recientesacontecimientos en la Alianza, los participantes en Brasil dirigieron su atención a las próximas Reuniones Anuales del Banco Mundial y el FMI que se celebrarán en Bali, Indonesia, del 8 al 14 de octubre, donde los grupos regionales están preparando una serie de actividades. Jenny Ricks, de la Alianza para la Lucha contra la Desigualdad, señaló que “en las reuniones anuales de este año, las personas que viven en la primera línea de la desigualdad harán oír su voz. Desde Argentina hasta Túnez y Haití, y más allá, la gente dice basta ya de políticas y programas de las IFI que alimentan la crisis de desigualdad. Pero Bali también será un espacio donde los movimientos definan las alternativas que necesitamos para crear un mundo justo, equitativo y sostenible: las soluciones comienzan con nosotros”. Las acciones planificadas en Bali son una continuación de las actividades de la Alianza en las Reuniones Anuales 2017 del FMI y el Banco Mundial en Washington, donde se llevó a cabo una protesta y se emitió una declaración en representación de 133 organizaciones exigiendo que el Banco Mundial y el FMI “dejen de alimentar la crisis mundial de desigualdad” (véase el Dispatch Autumn de 2017). ===================================================================== INFRAESTRUCTURA/noticias La CFI da sus primeros pasos para abordar las quejas por la represa de Bujagali. Después de que la presa hidroeléctrica de Uganda recibiera un refinanciamiento de la junta del Grupo del Banco Mundial (GBM) en marzo, la Corporación Financiera Internacional (CFI) anunció pasos en mayo para abordar cuestiones planteadas en reclamos previos del Defensor del pueblo (CAO, por sus siglas en inglés), el mecanismo independiente de rendición de cuentas de la CFI. La CFI describió las actividades iniciales con las que se ha comprometido, a fin de abordar cuestiones derivadas del proyecto denunciadas por el CAO. Estas se refieren a los casos 04, 06 y 07 de la investigación del CAO en un reclamo contra Bujagali Energy Ltd y World Power Holdings, Uganda. Aunque la CFI no ha proporcionado un cronograma para las actividades propuestas, declaró que se ha comprometido a proporcionar una actualización de los avances realizados hasta marzo de 2019. Josh Klemm, de la ONG estadounidense International Rivers, señaló que, si bien “es demasiado pronto para prejuzgar el resultado, lo más importante es que la CFI realice consultas significativas con las partes perjudicadas y reserve fondos para compensarlas”. Antes de la decisión del Banco de aprobar el refinanciamiento, 23 organizaciones de la sociedad civil, incluida la Asociación Nacional de Ambientalistas Profesionales con sede en Uganda y el Sindicato Nacional de Personas con Discapacidad de Uganda, escribieron una carta al director ejecutivo de la CFI, Philippe Le Houérou, y a la directora ejecutiva del GBM, Kristalina Georgieva, expresando sus preocupaciones sobre problemas ambientales y sociales no resueltos relacionados con la presa, incluida la compensación por las tierras y para los trabajadores derivados de la construcción de la presa entre 2007 y 2012 (véase los Update 55, 56, 59). Más recientemente un reclamo presentado en 2016 sobre el área de desplazamiento medioambiental de Bujagali, Kalagala falls, ha resurgido. Como se resume en un artículo publicado por la OSC Bank Information Center de Estados Unidos, “el reclamo alega que la gerencia del banco no tomó las medidas adecuadas para proteger un área compensada que acordó ... a través de un acuerdo escrito con el gobierno de Uganda, en violación de sus políticas operativas”. Se espera que la junta directiva del Banco tome una decisión en agosto sobre si esta queja justifica una investigación por parte del mecanismo de rendición de cuentas del Banco, el Panel de Inspección. ===================================================================== GOBERNANZA DE LAS IFI/noticias El aumento de capital general del Banco Mundial se formalizará en octubre El Banco Mundial anunció durante sus Reuniones de Primavera en abril que los accionistas habían acordado un sustancial aumento de capital de USD 13.000 millones para la institución. El aumento, acordado después de las que la web de noticias Devex describió como “tensas negociaciones” está compuesto por una inyección de USD 7.500 millones para el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), la rama de préstamos de ingresos medios del Banco Mundial, y USD 5.500 millones para la Corporación Financiera Internacional (CFI), brazo del sector privado del Banco. Como informó la agencia de noticias Reuters, “el acuerdo elevará la participación de China en el BIRF, del 4,68% al 6,01%, mientras que la participación de Estados Unidos bajará ligeramente, del 16,89% al 16,77%. Washington seguirá manteniendo su poder de veto sobre las decisiones del BIRF y la CFI”. Cediendo a una exigencia clave de Estados Unidos, destinada a reducir los préstamos a China, los accionistas acordaron cambiar las reglas de préstamo del BIRF para cobrar tasas más altas a los países en desarrollo con mayores ingresos, para desalentar el endeudamiento excesivo. Tal como señaló en abril el secretario de Estado para el desarrollo internacional del Reino Unido, el aumento también se basa en un mayor enfoque en los Estados frágiles y el aumento de las inversiones relacionadas con el clima. A lo largo del proceso de negociación, para obtener apoyo de la sociedad civil, la gerencia y la junta enfatizaron que el aumento de capital y otras reformas, como se describe en su Informe a los Gobernadores, darían como resultado un Banco ‘más grande y mejor’ en línea con las demandas de la sociedad civil. Sin embargo, las organizaciones de la sociedad civil (OSC) europeas han subrayado en varias ocasiones que los desafíos a la capacidad del Banco para cumplir sus objetivos de desarrollo no son principalmente una cuestión de recursos. En cambio, subrayaron la necesidad de reformas sustanciales a la estructura de gobierno del Banco, el desarrollo y la implementación de una política de derechos humanos, un enfoque en la adicionalidad del desarrollo y el impacto transformador de las actividades del Banco y un realineamiento de los incentivos del personal (véase el Dispatch, Spring 2018). Las OSC temían que, en ausencia de estos y otros cambios, el aumento de capital podría ir en contra del apoyo y la adhesión del Banco a los estándares internacionales de derechos humanos. ===================================================================== GOBERNANZA/noticias El Banco Mundial presenta a su nueva economista jefe y a su nuevo presidente del PI En abril el presidente del Grupo del Banco Mundial (GBM), Jim Yong Kim, anunció el nombramiento de Pinelopi Koujianou (Penny) Goldberg, de la Universidad de Yale, como economista jefe. Goldberg fue una de las tres únicas profesoras titulares en Yale y la primera editora jefe de American Economic Review. Sus intereses de investigación actuales incluyen los efectos de la liberalización del comercio sobre el crecimiento y la distribución del ingreso. Su nombramiento ha tenido lugar tras la polémica partida de Paul Romer en enero, después de cuestionar la integridad y validez de la investigación del Banco en una entrevista con el Wall Street Journal. Romer sugirió que la investigación del Banco Mundial puede tener motivaciones políticas y destacó inconsistencias en la metodología de las tan criticadas clasificaciones del Informe Haciendo Negocios (véase el Observador de Primavera de 2018). Más tarde, después de su renuncia y en un blog personal, Romer se retractó de sus afirmaciones. Imrana Jalal por otra parte se ha convertido en el nombramiento más reciente del Panel de Inspección, el mecanismo independiente de reclamos del Banco. A partir de diciembre, Jalal sucederá a Gonzalo Castro de la Mata como el próximo presidente. Antes de unirse al panel, Jalal ha sido un importante especialista en género y desarrollo social en el Banco Asiático de Desarrollo. También fue miembro de la junta ejecutiva de la Comisión Internacional de Juristas y notario de la Comisión de Derechos Humanos de Fiyi. El Banco Mundial ha recibido críticas de organizaciones de la sociedad civil (OSC) sobre el proceso de contratación de miembros del Panel de Inspección. Kindra Mohr, de la OSC estadounidense Accountability Counsel, señaló que “la legitimidad e independencia del Panel están estrechamente ligadas a este proceso de contratación. Dado que el Directorio del Banco actualmente está considerando cómo expandir el ‘conjunto de herramientas’ del Panel y mejorar su capacidad para abordar las inquietudes de la comunidad, el liderazgo del Banco también debe actualizar esta práctica de contratación para garantizar que el Panel sea independiente tanto en la percepción como en la realidad, reflejando las buenas prácticas en otras instituciones financieras internacionales”. ===================================================================== MEDIO AMBIENTE/noticias Los bancos de desarrollo inyectan más dinero al Corredor de Gas del Sur, a pesar de las nuevas preocupaciones Surgen dudas sobre el futuro del Oleoducto Transadriático (TAP, por sus siglas en inglés), después de que el nuevo gobierno de coalición de Italia anunciara en junio que revisará su apoyo al proyecto. El nuevo ministro de Medio Ambiente de Italia, Sergio Costa, del movimiento 5 estrellas, dijo en una respuesta escrita a los periodistas que, “dada la caída de la demanda de gas [en Italia], hoy ese proyecto [TAP] parece inútil”. El TAP es el tramo final del Corredor de Gas del Sur (CGS), un megaproyecto que ha recibido financiación del Banco Mundial y otros bancos multilaterales de desarrollo (BMD) para llevar gas azerí a Europa a través de Turquía y otros países de tránsito (véase el Observador de Primavera y el de Otoño de 2017). De acuerdo a informes recientes, “el consorcio TAP, que incluye al grupo petrolero británico BP, la italiana Snam y la española Enagas, ha dicho que volver a enrutar el oleoducto fuera de Italia no es una opción ... [y] redirigirlo dentro de Italia podría retrasar el proyecto entre cuatro y cinco años”. A pesar de estas preocupaciones, el 4 de julio el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) aprobó un préstamo de EUR 500 millones para el TAP. Esto lleva el financiamiento total de los BMD para el CGS a más de EUR 6.000 millones, con el Banco Mundial aprobando préstamos de USD 500 millones a Turquía y Azerbaiyán, respectivamente, en 2016 (véase el Observador de Otoño de 2017). Fidanka McGrath, de la red de la sociedad civil europea Bankwatch comentó: “La inyección masiva de dinero público en el Corredor de Gas del Sur, del que forma parte el TAP, no ha sido suficiente para corregir todo lo que está mal con oleoducto: al alimentar regímenes corruptos y opresivos, el proyecto pisotea los derechos de los agricultores y las comunidades y termina por atar a Europa a los combustibles fósiles”. ===================================================================== RENDICIÓN DE CUENTAS/noticias La Corte Suprema de Estados Unidos oye el caso que objeta el reclamo de CFI de inmunidad absoluta Resumen - La Corte Suprema escuchará el caso presentado por los demandantes indios - El caso sentará un precedente para los daños causados por los proyectos de la CFI La Corte Suprema de Estados Unidos acordó en mayo escuchar el caso Jam contra la CFI y decidir si la Corporación Financiera Internacional (CFI), el brazo del sector privado del Banco Mundial, debería gozar de inmunidad en casos en los que sus acciones ocasionaron daño. La ONG estadounidense EarthRights International (ERI) señaló que la demanda, presentada por un grupo de pescadores indios perjudicados por la planta de energía a base de carbón Tata Mundra, financiada por la CFI, es un caso histórico, ya que la Corte Suprema nunca antes abordó la cuestión de “si las organizaciones internacionales [como la CFI] pueden ser demandadas, o si, como afirma la CFI, tienen derecho a una inmunidad especial frente a los tribunales estadounidenses” (véase el Observador de Primavera de 2018). La CFI afirma que tiene inmunidad ‘absoluta’ en virtud de la Ley de Inmunidades de las Organizaciones Internacionales (IOIA, por su sigla en inglés), que otorga a las organizaciones internacionales “la misma inmunidad procesal y todas las formas de procesos judiciales de los que disfrutan los gobiernos extranjeros”. Los demandantes, sin embargo, señalan que la inmunidad de gobiernos extranjeros está ahora determinada por la Ley de Inmunidades Soberanas Extranjeras (FSIE, por su sigla en inglés) de 1976, según la cual no se puede otorgar inmunidad a los Estados en casos que surjan de sus actividades comerciales y, por lo tanto, argumentan que la inmunidad de la CFI está igualmente restringida. Según Michelle Harrison de ERI, uno de los abogados de los demandantes, “Este caso resalta lo que debería ser un punto obvio: las instituciones que creen que están por encima de la ley, actúan de esa manera. Al elegir esconderse detrás de la inmunidad en los casos en que incluso su propio mecanismo de reclamos ha exigido medidas correctivas, la CFI socava su credibilidad como una institución que lucha contra la pobreza. Nuestros clientes creen que nadie está por encima de la ley, y creemos que la ley está de su parte. La rendición de cuentas es por su propio bien, pero además a la CFI le conviene garantizar que los costos de sus préstamos irresponsables no serán pagados por los más pobres, precisamente la gente para la que se creó la CFI”. La misión declarada de la CFI es “promover inversiones sostenibles del sector privado en los países en desarrollo, ayudar a reducir la pobreza y mejorar la vida de las personas” y sus inversiones tienen como objetivo poner fin a la pobreza extrema “con la intención de ‘no dañar’ a las personas ni al medio ambiente”. La CFI debe supervisar, controlar y garantizar el cumplimiento de sus objetivos por parte de sus clientes (véase el Observador de Primavera de 2016). Sin embargo, cuando las empresas no lo hacen, la CFI no tiene autoridad para hacer cumplir la ley. Los poderes del Defensor del pueblo (CAO, por su sigla en inglés), el mecanismo de rendición de cuentas de la CFI, se limitan a revisar que la CFI cumpla con sus propias Normas de Desempeño y a hacer recomendaciones pero, a diferencia de un tribunal, no tiene poder o recursos para hacer cumplir sus conclusiones. Además, incluso cuando el CAO documenta los daños causados, la CFI no tiene recursos reservados para proporcionar compensación. La importancia de las recientes medidas positivas adoptadas por la CFI, como el establecimiento de un nuevo marco de resultados de desarrollo, Medición y Monitoreo de Impacto Anticipado (AIMM, por su sigla en inglés) (véase el Observador de Primavera de 2018) y la reducción del número de inversiones de intermediarios financieros de alto riesgo, se ve erosionado por su insistencia en evitar la rendición de cuentas escondiéndose detrás de la inmunidad. Si la Corte Suprema falla a favor del demandante, este caso puede allanar el camino para que las comunidades perjudicadas por las acciones de la CFI y otras organizaciones internacionales encuentren una vía de reparación legal que actualmente se les niega. ===================================================================== GOBERNANZA DE LAS IFI/análisis Las conclusiones del GEI arrojan dudas sobre la capacidad del Banco para cumplir con el aumento de capital general Resumen -El informe del GEI es crítico sobre la capacidad del Banco para tener en cuenta las evaluaciones en sus políticas -Surgen dudas sobre la estrategia MFD del Banco En junio, el Grupo de Evaluación Independiente (GEI) del Banco Mundial (véase el Observador de Invierno de 2017) publicó su evaluación anual de la “eficacia del desarrollo” de cuatro de las cinco instituciones del Grupo del Banco Mundial (GBM): el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), el brazo de préstamos de ingreso medio del Banco Mundial; la Asociación Internacional de Fomento (AIF), su brazo de préstamos de bajos ingresos; la Corporación Financiera Internacional (CFI), la rama de préstamos del sector privado del Banco; y el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI). El informe de este año incluyó un enfoque temático sobre la sostenibilidad ambiental. El informe, llamado Results and Performance of the World Bank Group 2017, describió las preocupaciones sobre la efectividad específica del desarrollo de las instituciones del Banco y planteó serias dudas sobre si el entorno organizativo del Banco Mundial alienta a tomar en cuenta “de forma rutinaria las conclusiones de las evaluaciónes - del GEI o de otros - en las operaciones del Banco Mundial”. Esta conclusión siembra dudas importantes antes de la formalización del aumento de capital general del Banco Mundial en las Reuniones Anuales de este año en Indonesia. El informe proporciona evidencia adicional en apoyo del análisis de la sociedad civil de que los desafíos clave que enfrenta el Banco para cumplir sus objetivos de desarrollo son más estructurales que financieros (véase el Observador de Verano de 2018). El GEI utilizó dos parámetros para evaluar la efectividad del desarrollo del Grupo: resultado de desarrollo y desempeño del Banco Mundial. Para el análisis del primero, el GEI se basó en la medida en que los resultados al finalizar el proyecto cumplieron los objetivos de desarrollo previstos en la fase de diseño. Según el GEI, “la calificación del desempeño del Banco Mundial se basa en factores que están bajo el control del Banco, por ejemplo, si el diseño del proyecto se adapta a las necesidades de sus beneficiarios”. El medio ambiente: a pesar de los avances, persisten deficiencias importantes Como nota positiva, el informe concluyó que, en comparación con el último informe, la “proporción de componentes del proyecto con posibles beneficios ambientales del Banco aumentó del 33% al 37%” y la CFI experimentó un aumento del 31% al 35% en “Beneficios ambientales potenciales de las actividades financiadas”. Para el OMGI, “la proporción de proyectos de garantía de riesgo político con beneficios ambientales potenciales aumentó de una base baja de 8% a 36%”. Sin embargo, al observar la tendencia positiva, el GEI haciéndose eco de extensas preocupaciones por parte de las OSC (véas el Observador de Primavera 2018), se preguntó si “estos aumentos son suficientes, dada la escala de la contaminación, la degradación ambiental y el cambio climático”. El informe recogió además las persistentes preocupaciones de la sociedad civil de que el GBM carece de información y datos adecuados sobre los impactos ambientales de toda su cartera, como sus emisiones agregadas de gases de efecto invernadero, el impacto de los préstamos para políticas de desarrollo y la supervisión de clientes intermediarios financieros (véase el Observador de Invierno de 2017). El documento recalcó que “los sistemas existentes están limitados por lo que se puede observar en el momento de la evaluación y a menudo no son capaces de capturar resultados a más largo plazo”. Además, en línea con las persistentes críticas a la CFI en particular (véanse las notas de la reunión de Primavera de 2018 del FPSC), el GEI enfatizó que “en el caso de la CFI, la divulgación de la información ambiental y social a nivel de proyecto de los informes de monitoreo y supervisióndurante la implementación sigue siendo inadecuada y debería generalizarse más el monitoreo de terceros”. Al considerar la implementación por parte de la administración de sus recomendaciones anteriores relacionadas con el medio ambiente, el informe concluyó que “las recomendaciones ambientales para generar conocimiento, mejorar el uso de métricas o medir el impacto de las intervenciones del Grupo del Banco ... fueron las menos implementadas”. El GEI señaló la necesidad de una mejor evidencia sobre el impacto de las intervenciones del GBM y la mejora de la presentación de informes sobre los impactos ambientales, especialmente fuera de las intervenciones ambientales principales. También identificó varias debilidades en la capacidad de monitoreo y evaluación del Banco, incluyendo la “priorización secundaria del conocimiento y el aprendizaje por detrás de el cumplimiento operativo”. Surgen más dudas sobre la estrategia MFD del Banco Las conclusiones del informe brindan más evidencia en apoyo a la crítica de la sociedad civil a la estrategia del Banco de Maximizar las finanzas para el desarrollo (MFD), lo que algunos dentro de la sociedad civil han llamado "Minimizar las finanzas para el desarrollo" (véase el Observador de Verano de 2017). Esto plantea dudas importantes sobre la lógica del desarrollo y las consecuencias de la creciente dependencia del Banco en la CFI para 'apalancar la inversión del sector privado’ de forma efectiva para apoyar su mandato de desarrollo. El GEI señaló que “las calificaciones de los resultados de desarrollo de los proyectos de inversión de la CFI continuaron con una tendencia descendente”, que comenzó en 2008, y subrayó que “solo la mitad de los proyectos evaluados” para el informe actual “fueron calificados como exitosos o mejores”. El informe fue especialmente condenatorio con la agenda del MFD, que depende del trabajo de la CFI durante las actividades iniciales, a través de sus Servicios de Asesoría, donde “la disminución en la calificación de efectividad del desarrollo fue aún más aguda que para los proyectos de Servicios de Inversión de la CFI”, con el porcentaje de proyectos calificados en su mayoría exitosos o mejores para la efectividad del desarrollo cayendo al 49% para el ejercicio 2014-2016”. El GEI enfatizó que “esta es la calificación de efectividad de desarrollo positiva más baja registrada desde que el GEI comenzó a revisar los proyectos de Servicios de Asesoría de la CFI en 2008”. Con igual preocupación, el informe señaló que, “usualmente, la CFI participa en proyectos en la etapa previa a la transacción en lugar de hacerlo en la etapa de diseño inicial; esto significa que la CFI tiene menos capacidad que el Banco Mundial para influir en el diseño de los proyectos que financia”. El hecho contradice la justificación repetida de la CFI de que, independientemente de cuáles sean los desafíos en términos de implementación del proyecto, sigue desempeñando un papel importante en el cambio de comportamiento del sector para que esté vaya en línea con los objetivos de desarrollo. Dentro de la cámara de eco del Banco de la ‘soluciones’ Quizás la conclusión más problemática del GEI se relacione con la falta de voluntad del 'Banco de las soluciones', según se mercadea a sí mismo el GBM, para involucrarse, aprender y adaptar la implementación de sus actividades a una crítica sólida. El informe señaló que, si bien la administración solo está obligada a informar sobre las recomendaciones del GEI con las que concuerda, después de cuatro años “solo el 52% de las recomendaciones se han implementado en gran medida o completamente”. Al considerar planes de acción de gestión que respondan a las recomendaciones del GEI, el informe también señaló que “los planes de acción no son discutidos por el Comité de Desarrollo del Banco ni por los miembros de la Junta, yno se exige la aceptación de los planes de acción por parte del GEI”, y agrega que “existe el riesgo de que las recomendaciones GEI permanezcan sin considerarse incluso cuando los planes de acción se hayan implementado por completo”. Según el informe de GEI, parece que las tendencias destacadas en la investigación Evaluation of World Bank Research, 1998 – 2005, dirigida por Angus Deaton en 2006, sobre la naturaleza autorreferencial del enfoque del Banco para la investigación y el aprendizaje siguen siendo, lamentablemente, las mismas. La conclusión del GEI, de que el entorno organizativo del Banco puede no hacer que la institución sea apta para involucrarse con críticas externas, se hace eco de la del informe Deaton, que señalaba que “una alta proporción” de las citas en un número significativo de documentos del Banco “son de otros documentos del Banco, muchos de ellos inéditos. En algunos casos ... el grado de autorreferencia aumenta a un nivel casi de parodia”. Si bien el informe del GEI no evaluó el grado en que las recomendaciones de política del Banco se basan en análisis y datos sólidos, suscitó interrogantes sobre evidencia, datos y monitoreo y evaluación que son tristemente consistentes con los hallazgos del informe Deaton, que subrayó que frequentemente las conclusiones de política en los documentos del Banco “se basan raramente en el análisis anterior”. La falta de voluntad de la gerencia del Banco para cambiar su posición ante la falta de pruebas sólidas que respalden sus recomendaciones de política también se puede ver en su uso continuo de las calificaciones del país de su Informe Haciendo Negocios, a pesar de las recomendaciones de una evaluación interna de 2008 y de una generalizada crítica de la sociedad civil y el mundo académico (véase el Observador de Invierno 2017-2018). El contenido del próximo Informe sobre el Desarrollo Mundial del Banco, sobre la naturaleza cambiante del trabajo, y la renuncia a consultar con los críticos resaltan aún más la relevancia de las conclusiones del GEI (véase el Observador de Verano de 2018). Las conclusiones deberían alertar a los accionistas del Banco, que recientemente acordaron un aumento de capital significativo para respaldar a un banco “más grande y mejor”. ==================================================================== DERECHOS/noticias El Banco Mundial publica notas orientativas sobre el MAS revisadas para los prestatarios El Banco Mundial publicó sus Notas Orientativas Revisadas para los Prestatarios a fines de junio, después de recibir un total de más de 3.000 comentarios de organizaciones de la sociedad civil (OSC) y otros sobre versiones preliminares de las notas durante un período de comentarios que finalizó en diciembre (véase el Observador de Primavera de 2018). Las notas están diseñadas para proporcionar a los gobiernos y demás prestatarios orientación sobre la implementación de los diez estándares que forman las nuevas salvaguardias del Marco Ambiental y Social (MAS) del Banco Mundial, que se pondrán en práctica a partir de octubre. A pesar de que, durante el período de consulta de cuatro años sobre el MAS 2012-2016, el Banco aseguró de forma reiterada que las notas ayudarían a abordar las preocupaciones expresadas por las OSC sobre la posible dilución de las salvaguardias del Banco (véase el Observador de Otoño de 2016), las notas aún no abordan asuntos clave planteados por las OSC. Por ejemplo, en respuesta a los comentarios recibidos sobre la nota orientativa sobre Pueblos Indígenas (ESS7), que sugería hacer referencia explícita a los mecanismos internacionales de derechos humanos, el Banco señaló en su matriz de respuesta (donde detallaba cómo abordó todos los comentarios): “Un enfoque basado en los derechos humanos está fuera del alcance del MAS”. Esto parece validar las críticas dirigidas al Banco en 2015 por el relator especial de la ONU sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, Philip Alston, de que “el Banco Mundial es actualmente una zona libre de derechos humanos” (véase el Observador de Invierno de 2016). De manera similar, en respuesta a los comentarios de que el MAS debería hacer más para alinear las notas con los compromisos de los países con el Acuerdo Climático de París, la matriz de respuesta señaló: “El Banco Mundial no participa en la aplicación ni en el monitoreo del Acuerdo de París”. Mientras tanto, una declaración de la Confederación Sindical Internacional (CSI) con sede en Estados Unidos afirmó que “el Banco Mundial enfrentó críticas por no incluir las normas laborales básicas universales de la Organización Internacional del Trabajo en la salvaguardia. La nota orientativa llena parcialmente este vacío, pero la salvaguardia aún no protege completamente los derechos sindicales en muchos países”. ==================================================================== Malas noticias para Argentina: El cruel FMI está de vuelta RESUMEN - Argentina firma el mayor acuerdo crediticio en la historia del FMI - El turbulento pasado del FMI con Argentina enmarca el préstamo actual - Estallan las protestas mientras el país se prepara para más disturbios civiles En 2006 el presidente Néstor Kirchner canceló el total de la deuda con el FMI. El actual presidente, Mauricio Macri, acaba de volver atrás y ha firmado un gigantesco acuerdo de apoyo de USD 50.000 millones. Kirchner se jactaba de que Argentina había puesto fin a 50 años de una relación muy conflictiva con el FMI. Ahora, su regreso es presagio de problemas económicos para muchos argentinos. En consecuencia, se espera el caos político. 1956-76: La relación antes de la guerra El golpe militar de 1956 que derrocó al gobierno de Juan Perón marcó el inicio de la relación de Argentina con el FMI, cuando Argentina pasó a ser miembro de la institución. Pero la relación realmente se estropeó después del golpe militar de 1976, en el que fue el período más oscuro de Argentina. Los asesinatos, la tortura, las personas desaparecidas y la represión general se convirtieron en parte de la vida cotidiana. Económica y socialmente, el golpe pegó duro. El neoliberalismo implacable tomó el control. Se firmó un nuevo Acuerdo Stand-by con el FMI, pero esta vez dejó una enorme deuda externa que pesó sobre la economía hasta que Kirchner la pagó. 1983-2006: El período de la confrontación En 1976 la deuda externa de Argentina ascendía a USD 7.000 millones; en 1980, se casi cuadruplicó. Los créditos provinieron principalmente de bancos estadounidenses, incitados por el FMI en el contexto del proceso de liberalización financiera mundial impulsado por Estados Unidos. El aumento unilateral de las tasas de interés de Estados Unidos llevó a que la falta de pago aumentara drásticamente el saldo de la deuda. Como la deuda fue el resultado de la especulación financiera, no dejó una capacidad productiva fortalecida. Por lo tanto, el nivel de la deuda simplemente se disparó ya que no había medios para pagar siquiera los intereses, que equivalían a las exportaciones de un año. Cuando el gobierno militar se derrumbó, el nuevo presidente elegido democráticamente en 1983, Raúl Alfonsín, heredó una deuda de USD 42.000 millones, la cuarta más grande del mundo, y la primera medida per cápita. “El neoliberalismo nacional y el FMI se han unido para vender la teoría de que ‘no hay alternativa’” El FMI, que hizo oídos sordos a los reclamos de la ilegitimidad de la deuda contraída bajo una dictadura militar antidemocrática, asumió el papel de orador y negociador en nombre de los acreedores privados. A lo largo de la década de 1980, el FMI siguió presionando para que se aplicaran recortes más duros que afectaron de forma desproporcionada a los más desfavorecidos. Para la sociedad argentina, ansiosa de afirmar su nueva democracia débil en medio de una inflación fuera de control, la imagen del Fondo se empañó. La década terminó con una agitación política y una hiperinflación descontrolada que obligaron a Alfonsín a dimitir en 1989. Más tarde Argentina adoptó el programa del Consenso de Washington que, junto con la convertibilidad de la moneda nacional frente al dólar, redujo la inflación y luego impulsó el crecimiento económico. En 1992-1994 el FMI presentaba a Argentina ante el mundo como protagonista de esta estrategia “exitosa”. Sin embargo, después de 1995, con el final del programa de privatización, la recesión y el alto desempleo volvieron para quedarse. Una vez más el servicio de la deuda se volvió difícil y, nuevamente, el FMI intervino para presionar por él. La década de 1990 estuvo marcada por grandes recortes sociales continuos con el fin de preservar los ingresos presupuestarios para pagar la deuda. La agitación social creció. Finalmente, en diciembre de 2002, la sociedad “expulsó” con furia al entonces presidente Fernando de la Rúa y cortó las relaciones con el neoliberalismo y el FMI. 2018: Hola FMI, hola recesión Macri ha vuelto al regazo del FMI. Esto fue una sorpresa. Para estar seguro, la economía está en un estado calamitoso. Sin embargo, por primera vez, Argentina regresa al FMI sin sufrir una importante crisis en la balanza de pagos. A pesar de que el gobierno había heredado una deuda de USD 240.000 millones, su propia política de 2016-2017 fue la responsable de una deuda adicional de USD 80.000 millones. El gobierno ha dicho que llamó al FMI para “evitar” una crisis. Si bien el FMI aseguró el gasto social como porcentaje del PIB, Argentina tuvo que recortar los salarios y el número de trabajadores estatales en un 0,5% del PIB para cumplir con las condiciones crediticias del FMI. Tanto el FMI como el gobierno declararon que una política monetaria estricta y un tipo de cambio libre también deberían ayudar a reducir la inflación del actual 27% al 9% para 2020. El neoliberalismo nacional y el FMI se han unido para vender la teoría de que ‘no hay alternativa’. Este parece ser el resultado inevitable después de diez años espantosos de populismo retrógrado que ahora debe ser corregido por la teoría económica “adecuada”. Cualquier curso alternativo, como los impuestos progresivos, los incentivos fiscales para impulsar la producción y el empleo o el control de los flujos internacionales de capital, se han descartado sin consideración ni debate. Lo dicho, la pasada administración Kirchner tuvo muchos defectos y la economía que dejó no lucía muy bien. Pero este movimiento de Macri y el FMI se enfrenta a la sociedad. A diferencia de lo que sucedía en el pasado, hoy reina la democracia y 2019 es un año de elecciones. En julio, se envió una carta abierta a la directora gerente del FMI, firmada por una multitud de diputados de la oposición, líderes sindicales, activistas de derechos humanos, artistas y representantes sociales, repudiando el acuerdo como “odioso y execrable”. Argumentan que el acuerdo es ilegal porque tales acuerdos, según establece la Constitución argentina, son prerrogativa del Poder Legislativo, no del Ejecutivo. Por lo tanto, la resistencia social ha comenzado y probablemente se intensificará. Esto no debería ser una sorpresa. La historia argentina lo dice. Hernan Neyra, Universidad de Buenos Aires, y Andrés Ferrari Haines, Universidade Federal do Rio Grande do Norte ==================================================================== El Observador está disponible en pdf, en la web y por correo electrónico. English: www.brettonwoodsproject.org/observer/ Castellano: www.brettonwoodsproject.org/es/observador Subscripciones: www.brettonwoodsproject.org/subs El Bretton Woods Project es un proyecto de ActionAid, UK registered charity no. 274467, England and Wales charity no. 274467, Scottish charity no. SC045476. Esta publicación es apoyada por una red de ONG del Reino Unido, la c.S. Mott Foundation, la William and Flora Hewlett Foundation y el The Rockefeller Brothers Fund. No se necesita permiso para su reproducción ISSN 2053-7522 Diseño: Base Eleven